Las mujeres del presente en el deporte colombiano
Mariana Pajón, Caterine Ibargüen, Leidy Solís, Tatiana Calderón y la Selección Colombia son ejemplos de disciplina, compromiso y amor.
El deporte femenino en Colombia comenzó con las pioneras en la década de los 30 y continuó con una lucha hasta el día de hoy. Las primeras atletas en participar en los Juegos Nacionales, las que fueron por primera vez a los Olímpicos, las que consiguieron las primeras medallas y títulos para el país. Todas abrieron el camino para las que hoy en día son las mejores del mundo en sus disciplinas.
El trabajo de las pioneras fue el más importante, el de las actuales consolidó el trabajo y los triunfos. Gracias a ellas Colombia supo que se podía competir ante las mejores y ganar, pero además, la igualdad, equidad y derechos han hecho parte de la conversación en el deporte. Eso se verá reflejado en las que ya trabajan para el futuro.
Destacamos a cuatro mujeres y a un grupo de ellas que con su esfuerzo marcarán una época y serán recordadas como símbolos del deporte.
Mariana Pajón
No son sus dos medallas de oro olímpicas ni sus más de 30 títulos los que la han hecho la mejor bicicrosista del mundo. Mariana Pajón es la mejor por su espíritu y constancia. Desde que era una niña tenía en su mente que quería ser campeona olímpica y trabajó para lograrlo. Entonces lo logró, pero no se detuvo porque quería lograrlo otra vez y lo hizo. En los Juegos Olímpicos Tokio 2020 quiere hacerlo por tercera vez.
Otra cosa que la hizo la mejor del mundo fueron las caídas. En su cuerpo hay casi 12 operaciones y muchas más cicatrices. La lesión más dura que ha tenido en su carrera deportiva se dio en mayo del 2018 cuando sufrió la rotura de ligamento cruzado anterior y rotura parcial del ligamento colateral de la rodilla izquierda.
Ante el panorama que se le planteó, la antioqueña decidió recuperarse. Regresó a las pistas en febrero de 2019 y su reto es estar en plenitud en Tokio 2020. "Esta lesión no ha sido la más peligrosa que he tenido pero sí la que más tiempo me ha tomado. Hizo que fuera más fuerte", dijo Mariana que sigue sumando puntos para llegar a Japón.
Caterine Ibargüen
Caterine Ibargüen siempre dedica sus triunfos a dos mujeres. Su mamá y su abuela, quienes la formaron y la sacaron adelante en el difícil Apartadó. "Ellas formaron lo que soy como persona en la medida de lo que pudieron, me dieron todo. Me enseñaron el valor de las cosas, me enseñaron que las cosas se deben luchar para conseguirlas, que todo llega en el momento justo".
La atleta, campeona olímpica, mundial y de la Liga de Diamante lleva sus raíces por el mundo, refleja el carisma de sus dos mujeres amadas cuando salta y la pasión de su tierra cuando celebra. En el 2018, la Federación Internacional de Atletismo premió su carrera al nombrarla la mejor atleta del año por haber sido la mejor en salto largo y triple salto en la Liga de Diamante.
Leidy Solís
La actual campeona del mundo en la categoría 81 kilogramos es la mamá de Matías y la mejor amiga de los nuevos pesistas que están surgiendo en el Valle del Cauca. Cuando era niña tuvo dos caminos, el de la zona de confort en la que por poco cae y la del deporte, que como ella misma lo dice, cambió su manera de ver la vida.
Espera ser ejemplo para los niños que llegan al gimnasio a verla entrenar y a probarse. "Lo que más me gusta de mi profesión es que sirvo de espejo para muchos jóvenes, estoy aportando a la sociedad, dejando una huella que transformará la vida de muchos que crecieron en condiciones precarias", dijo cuando El Espectador la premió como una de las deportistas del año 2019.
Además de su título mundial, Solís fue medalla de plata en Pekín 2008, cuatro veces campeona en Juegos Suramericanos, tres en Juegos Centroamericanos y una en Juegos Panamericanos. Hoy espera lograr su clasificación a Tokio 2020 y ratificarse como la mejor en su categoría.
El año pasado, un grupo de jugadoras decidió que callar no era el camino para cambiar. Isabella Echeverry, Natalia Gaitán, Leicy Santos, Melissa Ortiza y Daniela Montoya lideraron una protesta contra acoso sexual, abuso laboral y discriminación sufrida por parte de directivos y cuerpos técnicos.
Su voz fue escuchada y el Gobierno Nacional exigió a la Federación Colombiana de Fútbol y la Dimayor mejorar las condiciones de trabajo de las futbolistas, tener una liga profesional y respetar los derechos de todas las futbolistas en equipos y selecciones. La respuesta fue la medalla de oro en los Juegos Panamericanos en una gran final ante Argentina que las integrantes del equipo nacional dedicaron a cada jugadora que lucha por surgir en un ambiente hostil.