Medellín persigue su séptima estrella tras reinventarse
Zambrano supo guiar al Rojo en una campaña con altibajos, pero que remató bien. El ataque y la mano del técnico, determinantes en el paso a la final.
Saberse reinventar a lo largo de la Liga II-2018 le permitió a Independiente Medellín estar a 180 minutos de la séptima estrella, con una campaña con más claros que grises que puso a prueba la capacidad del cuerpo técnico y la cabeza de los jugadores.
Este logro lo consiguió el DIM con un buen trabajo colectivo, en el que sobresale Germán Cano entre goles, pero con un claro protagonismo de Andrés Ricaurte, Juan Fernando Caicedo y David González.
La fe de Zambrano en momentos difíciles movió montañas. El mensaje siempre fue de credibilidad en su equipo, pese a los altibajos en el semestre. Incluso, cuando las victorias no acompañaban, el estratega decretó que su equipo clasificaría a los playoffs.
La historia inició con un empate ante Huila en el debut para luego hilar triunfos frente a Chicó en el Atanasio y Millonarios en El Campín. Tras la derrota ante Cali en Palmaseca, volvió al triunfo en casa frente a Rionegro. Ese arranque le permitió asumir el liderato del Clausura y dar buenas señales con el proyecto.
Pero el DIM se apagó para darle paso a un ciclo de intermitencia que lo alejó de los lugares de privilegio, en un bache desatado por la sorpresiva partida de Didier Moreno al fútbol español, lo que le probó el carácter al conjunto de Zambrano.
Cubrir esa grieta costó lágrimas y múltiples ensayos. Los extranjeros Luis Luna y Jonathan Barboza no dieron la medida. Y fue con un hombre de la casa como William Parra que se encendió la brújula al juntarlo con Larry Angulo, en un ajedrez bien jugado por el DT ecuatoriano, con varias movidas interesantes.
El juvenil Brayan Castrillón apareció como otro acierto para disparar al equipo a partir de la victoria (2-1) en el clásico paisa. Ese fue un partido bisagra que le abrió un espacio de invicto de ocho fechas, que cortó Bucaramanga hace apenas unos días.
Medellín, con uno de los mejores ataques del torneo y con el cupo de la Copa Libertadores en el bolsillo, finalizó quinto el ‘todos contra todos’ con 34 puntos con 9 victorias, 7 empates y 3 derrotas, un campaña que dio buenas sensaciones de cara a las finales.
Ya con el Leopardo en cuartos, dio una exhibición en el Atanasio con un 3-0, pero la pasó mal en el Alfonso López con un caída 2-0, en medio de polémica por la presencia de un fuerte olor en el camerino, según lo denunció Zambrano.
En la semifinal, el 2-2 en la ida le dio al Tolima la primera opción, pero el ‘Poderoso’ mostró credenciales al vencer 2-0 al campeón ante su afición, que incluyó que Cano se confirmara como el goleador del Clausura con 18 goles.
Con el golpe de autoridad en el Murillo Torro, el DIM llegó a su novena final en los torneos cortos y consiguió cerrar la serie por el título con Junior, al que venció en la final de la Liga I-2016, en el Atanasio ante su afición.
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