Después de más de cinco años de cubrir a la Selección, les cuento lo que hay de este lado de la historia. Lo que vive una periodista que va por el mundo tras el equipo de Pékerman.
Tras una primera versión exitosa de este blog (se agrandó Chacarita) durante los partidos frente a Francia (en París) y Australia (en Londres), me animo de nuevo a contarles lo que hay tras el cubrimiento de la Selección. Como algunos ya sabrán, sigo al equipo de José desde hace cinco años lo que me ha permitido conocer ciudades como Río de Janeiro, Quito, La Paz, Los Ángeles, Rancagua, Santiago, Chicago, Murcia… Esta vez, la primera escala es Milán, para luego pasar por Kazán (el campamento base de Colombia), Saransk, Samara y ojalá sumar muchas más millas de experiencia.
Viajo sola, con poco equipaje y la ilusión de contar buenas historias. Seguimos…
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Tuve que crear un nuevo link porque el otro estalló, o algó así, pero en digital. Si quiere leer las historias del Día 1 al Día 9. Haga click AQUí.
Día feliz. Día de conocer superhéroes de carne y hueso. Un viaje a Turín para charlar con la mamá de Juan Guillermo Cuadrado que con dulzura abrió las puertas de su apartamento. “Cuando salía de la escuela nunca regresaba a la casa, se quedaba pateando balones en la cancha”, recuerda Marcela Bello, muchos años después y a casi 10.000 kilómetros de distancia de Necoclí, el pueblo que dejaron para seguir el destino de Juan Guillermo en el fútbol. (Ver AQUÍ la nota). Una belleza.
No conocí mucho de la ciudad, pero pocas calles que recorrí tienen encanto. Hice lo que en Brasil llaman un bate e volta. Un viaje de un día. Una hora de ida por 34€ (en un tren súper moderno y rápido), dos de regreso por 12,45€ (en un tren de otros tiempos). En general rápido y sencillo. (Diez días en Milanello y ya me quejo por estar dos horas cómodamente sentada, así somos). Se sale de la Estación Centrale de Milan y se llega a Porta Nuova en Turín. Fue una bonita tarde de lluvia.
Pero cómo pasea, dirán. Un poco sí, pero es que este miércoles José (Pékerman) cerró las puertas del entrenamiento porque tenían un partido con un equipo de juveniles del Genoa. Había que rebuscarse la vida. James no jugó porque se levantó con fiebre. Pero ustedes tranquilos (como dice el relator). Nada de qué preocuparse. Por la noche todo el equipo cenó en Milán. (No, no sé en dónde).
Pasamos a lo que todos estaban esperando. La COMIDA. Siempre hay tiempo para probar cosas y mi compromiso con este apartado del blog es absoluto. Pasticceria caffetteria Amore y Ottimo Gelateria. Ambos lugares en Corso Stati Uniti con Via San Secondo. Túrín of course. En el primero, buen café y la posibilidad de probar muchos sanduchitos y tapas (seguramente no es la palabra precisa en Italia, pero hagan de cuenta) y en el segundo (certificado con varios diplomas en la pared) un helado bárbaro. (Ver el video del día AQUÍ)
Probé pistacho y stracciatella. La vida va a estar dura en Kazán, llevo calorías de reserva.
Madrugué con la Selección. Hoy el entrenamiento fue a las 9:30 a.m. (Calma). Aunque parezca tarde, la logística para llegar a Milanello implica que sea necesario invertirle más de dos horas. Sigo trabajando en el horario de Colombia, entonces la práctica fue a las 2:30 a.m. Peeeero, hizo sol y el ambiente que se respira en el equipo es un buen antecedente a 12 días del debut frente a Japón. Hablamos con Mateus Uribe y Óscar Murillo. En general, hay madurez en cada una de sus respuestas. El plan Pékerman avanza sin contratiempos.
Regresé a la ciudad y por primera vez vi mi barrio de día. Hay muchos negocios. Restaurantes, mercados, una "fama de quesos" (quesería), pastelerías, panaderías y entre esos, un lugar muy bonito. La especialidad son los crepes, además tienen postres, frutas y venta de verduras. Es lindo solo verlo. También hay mucho comercio de-y-para la comunidad árabe. Peluquerías, un taller de relojes y hasta un estudio de tatuajes. Les dejo fotos. (Excusa para escribir poco porque el cerebro anda en low battery). Ver el VIDEO del día.
En la tarde hablé con Mauro Fabián Camoranesi. Gran tipo. Campeón del mundo. Vive en Turín, pero justo pude entrevistarlo de visita en Miami. (C'est la vie). AQUÍ pueden leer la entrevista. Para cerrar, una gran noticia. Esta noche llegó a Milán (directo desde Lausana) mi gran amiga Calú. Fuimos a Signorvino, una enoteca (algo parecido al paraíso), en la que además de comprar botellas de cualquier lugar de Italia hay servicio para comer y beber directamente ahí. Regesé a la casa a escribir y siendo las 4:34 a.m. muero lentamente. Peace.
Día de amistosos en el mundo, mientras la Selección sigue enfocada en el trabajo en Milanello. Empató Polonia, perdieron Senegal y Japón y mi presupuesto mundialista sufrió de nuevo la crueldad del taxi de 120€ (esta vez por mitad con Pilar Velásquez), pero de regreso hicimos travesía en tren para saldar culpas. Resumiendo. Hubo entrenamiento, charlamos José Izquierdo y Abel Aguilar, un hombre fundamental en el equipo. El liderazgo es un bien invaluable en el deporte y en la vida. (Lo discutimos si quieren).
Quiero hablarles sobre una de las actividades que siempre repetimos los periodistas durante un cubrimiento. Las zonas mixtas. Son el paraíso. Muchos periodistas, muchos micrófonos, muchas cámaras y poco espacio + (casi siempre) una condición climática extrema. Para la muestra, la foto del inicio. La contorsión del cuerpo indica que hay alguien pidiendo que por favor uno (se) baje la cabeza mientras pregunta. Glamour.
En este viaje he conocido poca gente (no sé muy bien por qué), sin embargo ayer (y se me olvidó contarlo) nos cruzamos con Mamadou, encargado de poner gasolina en una estación de servicio ubicada a 5 kms de Milanello. (Via del Lavoro, 26. Solbiate Arno). Un personaje pura sonrisa. Cuando identificó que éramos colombianos, se presentó como senegalés. Con emoción recordó nuestra rivalidad en el Mundial. No es la primera vez que lo hace. A Cristian Zapata ya le hizo charla futbolera cuando alguna vez pasó por combustible. Crack.
Cierroooo con una gran revelación. Tarde de aperitivo en Milán. Resulta que muchos bares de la ciudad ponen un buffet gratis para las personas que compren una bebida (coctel, cerveza o vino). Leyeron bien. Comida ilimitada a cambio de un drink. 8,50€ y listo. Probé que es real en el Bar Magenta (Via Giosuè Carducci, 13). Un local con más de 100 años de historia que sigue reuniendo a gente de todo tipo. Un día menos y más calorías. El próximo martes rumbo a Rusia.
Un golpe al corazón. La noticia llegó al medio día y aún no se sale de la cabeza. Frank Fabra intentó girar durante un ejercicio y su rodilla izquierda dijo no más. Ruptura de ligamento cruzado. Adiós definitivo a Rusia 2018. Además de lo que supone periodísticamente, no deja de ser una de esas situaciones que ponen a pensar sobre las cosas que nos corresponde vivir. ¿Cuánto puede doler? ¿Por qué a él? ¿Cómo entender lo que nos pasa?
Difícil. Del otro lado está Farid Díaz a quién la vida le da la oportunidad de volver a la Selección. Disputar un Mundial. Retomar un sueño que quedó en pausa el 28 de marzo de 2017, la última vez que salió a la cancha con la camiseta de la Selección. Fabra se ganó la titular y las condiciones de Johan Mojica son difícilmente discutibles. Vuelve Farid porque hay cosas que no podemos controlar. Porque el destino no se entrena.
El fútbol, la vida.
No puedo creer que mañana vaya a completar 15 días en Milán (¿Cómo pasa el tiempo? Soy una tía). Esta tarde llegó Farid Díaz a concentración y Frank Fabra dijo adiós a la Selección. El golpe fue duro, pero la ilusión y el objetivo en Rusia son aún mayores. Quedan pocas horas para cerrar este ciclo en una sede impresionante. Milanello es apenas un indicador de que el AC Milan merece volver a ser lo que era.
Hoy fue un día con varios momentos off-the-record, por eso antes de irme de Italia quise hacer una pausa (en las recomendaciones de comida) para dejarles una idea de a qué suena Italia. Diego Jaramillo (colombiano estudiando en Milán) y Martha Jackson-Eade (británica e italiana) me dieron una mano con este playlist. Anticipo que la sección de clásicos es tan empalagosa como una mezcla de chocolate con leche condensada. Romanticismo cinturón negro.
Lo que está de moda, by Diego Jaramillo
- Liberato - Je te voglio bene assaje
- Fabri Fibra - Stavo pensando a te
Hits de todos los tiempos, by Martha Jackson-Eade
Bella Ciao - Modena City Ramblers
Ricchi e Poveri - Sarà perché ti amo
Gigi d'Alessio - L'amour toujours
Lo stato sociale - Amore ai tempi dell'ikea
Lo stato sociale - Io, te e Carlo Marx
Fabrizio de André - Canzone dell'amore perduto
Clásicos italianos una vez más by Diego Jaramillo
- Franco Battiato-Centro di gravità permanente
- Lucio Battisti - Il mio canto libero
BONUS TRACK (Dedicada a Milán)
Jovanotti - La gente della notte
Es impresionante como en pocos días la rutina se vuelve sentimiento. Todo lo desconocido va siendo reemplazado por certezas y de a poco la vida fluye (o no), pero aprendemos a sobrevivir. Llegué a Milán hace 15 días en medio de la lluvia y me voy sintiendo que la primera parte de esta prueba fue superada (y hasta me animaré a dar recomendaciones para viajeros). Una ciudad más en la lista que la Selección me lleva a conocer. Un cubrimiento más para aprender de la vida y del fútbol. (Deep, again).
Comí muy bien (aguante la pizza, el risotto, los quesos y el vino), dormí poco y vi a una Selección madura, enfocada y trabajadora. Milanello está a 120€ en taxi (no lo supero), pero es un lugar diseñado para la preparación deportiva de élite. Vale la pena conocerlo. Hubo gran colegaje. Ya se los he dicho, el mundo es la gente. Estos días no habrían sido lo mismo sin Pilar, Juan Felipe, El Paisa, Sheyla, Álvaro, Jairito, Juan Pablo, Jhonsson, Daniel, David, Adrián, Mao, Teto, Brian…
Una vez más, el reloj se pone en cero. Este martes, un destino tan interesante como indescifrable. Salgo a las 2:10 p.m. a Moscú, pasaré la noche al lado del aeropuerto para el miércoles (fi-nal-men-te) llegar a Kazán. No le tengo mucha fe al hotel, peeero vamos todavía. El primer entrenamiento abierto de la Selección en su nueva sede será el jueves a las 10:00 a.m. en el estadio Sviyaga.
Reportaré novedades.
"Hay que saltar, hay que saltar. Nos vamos todos para el Mundial". La imagen del día. (Don) José siendo víctima del contagio... brincando con sus jugadores porque es un logro que vale la pena festejar siempre. Digan lo que digan. La Selección llegó esta noche a Kazán (10:48 p.m. tras un retraso por lluvia) y el Mundial es una realidad. Incluso para mí, tras estar retenida en inmigración poco más de una hora.
Todo estaba bajo control. Vuelo a tiempo, fila corta a la llegada. Ventanilla 8. El oficial me dice que no puedo seguir, que me siente. Le digo que no, si no me explica qué pasa. Resulta que en mi visa en lugar de F, dice M. Ok, entiendo. Me siento. A los 40 minutos llega un señor en uniforme con un papel en inglés, dice que acepto que mi visa cambie. Pasa otra media hora, me devuelven el pasaporte con una visa nueva y me dejan seguir.
Estoy en Moscú de paso. Un error de cálculo. Mañana vuelo a Kazán para seguir (siguiendo) a la Selección. Me pegué un viaje demente hasta la Plaza Roja porque nunca se sabe qué tantas (otras) oportunidades tendremos en la vida. Gente, hay mística en este equipo y un ambiente impresionante en el Mundial. Uruguayos, egipcios, argentinos y peruanos se hacen sentir. Escribo corto. Me golpea el sentimiento desde hace varios días. Pero vamos que vamos. Estamos todos en el Mundial. Ustedes conmigo.
¡Llegué a Kazán, tengo acreditación y hotel (que no es poco, en algún post-queja contaré la anécdota)! Una buena jornada que comenzó en el aeropuerto de Moscú-Vnúkovo con un gran descubrimiento. La cuestión es así. No soy capaz de probar (de ninguna manera) carnes, aves o pescados extraños en ningún lugar del mundo, pero todo lo que sea del grupo harinoso (panes, tortas, ponqués, galletas, arroces, pastas, postres...) son mi fuerte. Arriba las calorías.
Estaba esperando el vuelo y a lo lejos vi lo que parecía una arepa/pandebono acompañada de una crema blanca. Lo pedí con un tinto. Aunque el mesero nunca me entendió (muy poca gente habla inglés), mis investigaciones (quieta) me permitieron concluir que el producto se llama syrniki y lo mejor de la historia es que es muy rico. En efecto sabe (más o menos) a arepa, menos harinosa. Está hecha a base de queso quark. El “suero” se llama smétana y básicamente es una crema agria. HIT rotundo. Vamos Rusia.
Aunque no entré (porque estaba corriendo de un lado al otro), sí estuve a las afueras del Kazán Arena. Una belleza. Imponente… como el valor de las carreras de taxi que varían de manera aleatoria según el conductor. Siempre es mejor pedir Uber, pasa que a veces es muy complicado dar direcciones porque el alfabeto ruso supera cualquier intento de deducción o lógica. Veremos cuánto costará llegar al lugar de entrenamiento (estadio Sviyaga), ubicado básicamente lejos de todo.
La Selección entrenará a puertas abiertas este jueves. Hay ambiente de Mundial y decenas de colegas japoneses que también tienen como campamento base Kazán. Todos nos dan como favoritos del grupo. Respiro profundo. Como dijo Falcao, iremos partido a partido. Adioski.
Nos están mirando. Están en todas partes. Nunca sonríen. Si algo no falta en Rusia 2018 son detectores de metales, guardias, Policía y hasta Ejército. La entrada a cualquier lugar implica la conocida rutina de poner los bolsos y maletas en una banda, celulares y monedas fuera de los bolsillos, levantar los brazos y encender la pantalla del celular. Siempre. En centros comerciales, estadios, salas de prensa… (no hay fotos porque asusta que crean que es algo raro).
Esta tarde entré corriendo al hotel y un señor vestido de negro (con un walkie-talkie en la mano) no me quitó la mirada hasta que saqué la llave de la habitación y me senté en el restaurante. Paranoia recíproca. Llega un punto en el que uno duda si es que hizo algo mal. Y como siempre el exceso de seguridad implica una amenaza. Hay que decirlo, los eventos en las diferentes ciudades han tenido lugar sin inconveniente y tanto Moscú como Kazán dan la sensación de ser lugares tranquilos.
Este jueves conocimos el centro de concentración de la Selección. Es un lugar impresionante (y muy frío). El complejo está conformado por una serie de edificaciones lujosas, tipo cabañas (iba a poner chalets, pero dudé), al borde del lago/río Sviyaga y en medio de colinas que en invierno son pistas de ski. (¿Hablé del frío?). La Selección está muy cómoda y a un par de kilómetros tienen el campo de entrenamiento. Un tapete.
Hoy 250 personas asistieron al entrenamiento abierto de la Selección, la mayoría rusos. Estuvieron animados y se emocionaron durante el trabajo de fútbol. Entiendo que haya preocupación por James, quien no salió al campo hoy (tampoco Barrios) con el equipo. A falta de un parte médico oficial, hay especulaciones. Todo indica que solo es una fatiga en el gemelo izquierdo (cansancio en el músculo, eso). El 10 debería estar a disposición del cuerpo técnico antes del debut ante Japón en Saransk. Yo confío no solo en que se recupere, sino en el resto de jugadores. Creer siempre será necesario.
Una vez más lloré. Llegó ese momento en el que la vida parece un premio y estás en ese lugar en el que el mundo es la pelota. Francia x Australia en Kazán, con una deuda enorme por parte del equipo de Deschamps. Luego la alegría de poder entrevistar a Pogba en la zona mixta y el orgullo de que Pilar Velásquez hiciera lo mismo con el entrenador en la rueda de prensa. Ser periodista es lo que preguntas y lo que te cuentan los personajes. Griezmann también se detuvo, pero prefirió no hablar. De eso se trata.
Ayer no escribí en el blog por varias circunstancias, pero de la jornada quedó una charla muy interesante. Un encuentro con uno de esos personajes diferentes del fútbol. Esos que encarnan la devoción y la pasión por el oficio. Tan pronto me crucé con John Helm en un ascensor, me di cuenta de que tenía mucho por contar. (Leer la nota AQUÍ). Personajazo. Relató el gol de James en Maracaná, así como el Camerún x Colombia de Italia 90.
Hoy la Selección entrenó a puerta cerrada (por eso el “paseo” al Kazán Arena). Mañana volverá a abrir para la última atención a medios de comunicación antes del viaje a Saransk. Falta muuuy poco para ese debut que marcará mi (NUESTRO) futuro en la Copa Mundo. En Kazán ya he conocido muchos latinoamericanos que han venido a cumplir con esa premisa de que a uno lo único que le queda en la vida es el estudio. La luchan con el alma. Hay racismo y un sistema en el que el extranjero tiene pocas chances de ganar.
Eso también es el Mundial. Las historias de los que luchan lejos de sus casas, los relatos de los que sueñan y de los que le han ganado el pulso a la adversidad. De los que no desisten.