La mejor manera para ahuyentar una crisis deportiva es de la manera que lo hizo Las Palmas en la última jornada liguera ante el Numancia: con contundencia, solidez y solvencia para ganar y golear.
Recuerdo que Luis siempre decía que en la Liga vendemos humo hasta las últimas jornadas, que es cuando se decide todo. En términos generales se puede decir que tenía razón.
Cuanto más lejos está Benzema de la portería rival mejor le va a su equipo. Cristiano acude a su rescate. El posible descanso del portugués le forzará a brillar en el área.
Los jugadores de Las Palmas piden mano dentro del área de Iniesta, sí le da en el brazo, pero no es punible.
Para el Barça el empate es una derrota moral, un síntoma de desgobierno y por tanto, desde la perspectiva de su historia de este año, un fracaso técnico gravísimo.
El punto logrado por Las Palmas sabe a mucho, a muchísimo al ser ante uno de los mejores equipos del mundo. Nadie contaba con ello y por eso sabe a mucho más que a gloria