Vi el Madrid-Espanyol entre madridistas. Me senté junto a Paco Cosentino, industrial del mármol cuyo trabajo influye en la modernidad de las casas del mundo entero.
El fútbol español tiene por fin nuevo presidente, Luis Rubiales, nacido en Las Palmas, pero criado en Motril. Exfutbolista, alcanzó nombradía con ocasión de una crisis del Levante.
El objetivo culé de terminar LaLiga invicto, cosa que no había hecho nadie desde los lejanos años treinta, cuando sólo duraban 18 partidos, se ha esfumado.
Estos días tienen que ser buenos para estarlos viviendo en Sevilla. En realidad todos los días son buenos para vivir en Sevilla, pero estos más porque se avecina un ‘derbi’ con mucha miga.
Cogió Iniesta la Copa de manos del Rey, la levantó y todos nos preguntamos por qué se va. Está formidable.
El fútbol y el deporte en general bien querrían vivir al margen de las turbulencias políticas, pero en determinados momentos no es posible, y este en España es uno de ellos.
El Atlético respondió al 6-1 del Barça sobre el Girona con un 2-5 en Sevilla que significa que no piensa ceder. Una sensación de poderío tremenda.