

En el caso de ganar esta noche, el parón volverá a ser una fiesta para Mohamed. Se confirmará la recuperación de un enfermo que nunca estuvo grave.
El Celta nunca se rinde. Sacar la bandera blanca está prohibido. Le puede bastar con no perder esta noche. Únicamente el empate a cero le condena.
El once que presentará esta noche el Celta es una auténtica incógnita. Unzué nunca da pistas, ni a sus propios jugadores. Aspas será titular.
En los dos últimos años, el equipo vigués consolidó su papel de David, siempre venciendo a Goliat, para acabar cayendo en semifinales, a un paso de la final.
La temporada del Celta ya había finalizado antes de empezar el partido. Sin embargo, una vez más, volvió a dar la cara. Y según se iban acumulando...
Aunque cueste creerlo, el Celta no necesita tres millones de razones para partirse la cara aún sin jugarse nada. Le basta una; el honor.
Este Celta es un homenaje a la fe, a la lucha. Un equipo que convierte lo imposible en cotidiano. Han sido los primeros en hacer hincar la rodilla a Zidane en una eliminatoria.
Llegó a Vigo con mimbres de gran entrenador y sacó buena nota en su primer curso en el banquillo céltico, aunque dejó algunas lagunas.
Las dinámicas. Esa ley que domina el fútbol. El Valencia es un paciente deprimido en busca de una medicina milagrosa, el Celta es un niño feliz...