
Zidane cae en un error cuando en conferencia de Prensa justifica su empeño obsesivo con Benzema asegurando que “es el mejor” o que va a defenderle “hasta la muerte”.

Su suplencia, dolorosa para la grada del Madrid y reconfortante para la cintura de Busquets, fue otro ataque más de entrenador.

Zidane sigue con su encabezonamiento casi enfermizo con Benzema y la única respuesta que está recibiendo por parte de su protegido es un desastre tras otro.

El Barça dispone de Iniesta, que gobierna otra vez en el Bernabéu. Ese gobierno del capitán, cuando se produce, rompe a cualquiera. Y al Madrid lo rompió.

El Clásico siempre es un concierto distinto. Gran duelo: dos grandes porteros ante los mejores artilleros.

El Barcelona ha pasado de ser un equipo basado en la inspiración individual a ser un conjunto de autor en el que todo el mundo es importante


LA PIZARRA TÁCTICA
Zidane confunde al Madrid
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