Carvajal, de la vereda Cuerna Vaca a revelación en América
Otoniel Quintana, el legendario arquero y entrenador de las menores del América, fue quien iluminó el camino del joven mediocampista. Aquí la historia de vida del jugador que ilusiona a los americanos.
La ausencia de personería jurídica, que mantuvo durante varios años ‘Padilla Viva’, además de permitir estéril la fuga de varios jugadores en etapa formativa, en la actualidad, supone una amenaza, toda vez que “cuando empezaron a ver a Gustavo Carvajal en la Selección Colombia (Mundial Sub-17 India 2017) aparecieron varios dueños, hasta un equipo aficionado de Bogotá (Federico Valencia) falsificó la firma del papá del jugador y lo inscribió en un torneo de Liga. Ahora están reclamando derechos de formación, algo que es una grosería”, alertó Quintana.
La posibilidad negada, conllevó al tío del jugador (Efrén Carvajal) a requerir la ayuda de Otoniel Quintana, quien terminó iluminando el camino del mediocampista que debutó con América el pasado viernes frente a Santa Fe, con motivo del Torneo amistoso Fox Sports. Gustavo Carvajal (17 de junio de 2000) está a poco de pasar de ser una promesa a erigirse en realidad.
El conocimiento de Carvajal: “Gustavo es de una vereda cercana a Padilla (Cuerna Vaca), un tío de él (Efrén Carvajal) me pidió que le ayudara al muchacho, porque había ido a Bogotá engañado. Lo vi una vez en nuestra escuela y me convencí del potencial que tiene. Es un jugador muy práctico, técnico. Lo llevé al América, pero por su capacidad, creía que no necesitaba más, porque tiene mucha personalidad en el campo de juego, juega con la cabeza arriba, es un jugador diferente a los de la región. Hace el fútbol fácil, pierde muy poco la pelota y tiene visión para lanzar. Sabe jugar en corto y en largo. Le empecé a trabajar la pierna izquierda, y le conté la experiencia que tuve con Harold Lozano, quien un día me dijo, ‘profe coja a otro, no me agarre a mí de destrabe’. porque yo insistía en perfeccionarle la pierna zurda. Lozano siempre se acuerda de eso, y les dice a los muchachos que me escuchen”.