A la espera del Bayern, el Madrid soltó un partido un tanto desganado ante el Leganés, equipo que me gusta, por cierto
PorAlfredo Relaño
A 530 kilómetros de distancia, Leganés estalló en una epidemia de muñecas dislocadas. Tormenta de aplausos para un grupo de leyenda.
PorKiko Martín
Zidane sacó en Leganés la cara B, un equipo que recordaba al de Eibar, la segunda unidad, como se dice en baloncesto
PorAlfredo Relaño