Benzema y Bale en la segunda unidad

A la espera del Bayern, el Madrid soltó un partido un tanto desganado ante el Leganés, equipo que me gusta, por cierto. Mereció mejor resultado, porque llegó más que esa segunda unidad del Madrid que sacó ayer Zidane, y que de nuevo hay que decir que no es la del curso pasado. Le han faltado todo el curso Danilo, Pepe, James y Morata, y ahora también Lucas y Asensio, ascendidos a titulares a costa de la bbC. Les tocó jugar, por contra, a Benzema y Bale, que han sido degradados. Benzema se retiró antes del final, lo que hace pensar en que quizá juegue el martes, ya que no estará Isco, que volvió de Múnich con un hombro maltrecho.

Bale si jugó todo el partido, y con un interés desusado en el apoyo atrás. Hay en su actitud algo de repetidor arrepentido, que se pone las pilas cuando ya su generación se le ha escapado. He ahí un buen futbolista que vino cuando no hacía falta, rodeado de una exigencia extra por el precio fantasioso que Florentino pagó por él. Tremendo galope, muchos goles, pero dificultad para integrarse en el juego y hasta en el grupo. Todavía es un ‘guiri’ aislado que apenas habla español ni nada. Pero ayer marcó un gol y puso interés, más que algunos de los que tienen una carrera por delante. La forma en que la defensa facilitó el gol del Leganés fue infumable.

El partido lo ganó el Madrid porque atinó en dos jugadas que no fueron para tanto: un tiro de Benzema, cuyo rebote cazó Bale lindando el fuera de juego, y una falta sobre el área, que sacó Ceballos, rozó Bustinza despistando a Cuéllar y remachó Borja Mayoral en el segundo palo. El linier se hizo un lío, hizo vacilar a Iglesias e irritó sin motivo a los hombres del Lega, porque les dio pie a pensar en una injusticia que no había. Al Lega le falta un punto para la salvación matemática y cerca estuvo de conseguirlo en el Bernabéu, pero lo tiene hecho. Ha sido, desde que apareció en Primera, un equipo ejemplar. Ahora sólo falta saber si seguirá Garitano.