Médico del DIM: "Pereira infringió el protocolo"
El doctor Édgar Méndez dijo que el brote de COVID-19 en el Medellín fue controlado, pero las alarmas están encendidas por la ligereza del club matecaña.
"Yo no soy abogado y no tengo por qué hablar de si hicieron mal o bien. Simplemente hablo desde el punto de vista médico". Así inició el director del departamento médico de Independiente Medellín, Édgar Méndez, su declaración cuando se refirió a la situación presentada con el Deportivo Pereira, que los enfrentó el pasado martes con cinco jugadores contagiados de coronavirus.
"Dentro del protocolo se cometió una falla y no es lo ideal porque primero está la salud. Ponen en riesgo al jugador, a su entorno cercano y al adversario", expresó Méndez, a modo de resumen en conferencia de prensa virtual.
Pero antes de entregar esa conclusión, el galeno hizo una explicación detallada de los hechos y advirtió lo peligroso que pueden ser para los deportistas y los ciudadanos en general cometer ese tipo de errores que ponen en riesgo a tantas personas cuando el país atraviesa el tercer pico de la pandemia.
"El protocolo es muy claro en decir que previo a un partido oficial todas las personas que vayan a intervenir en el partido –los 50 inscritos ante Dimayor– deben tener una prueba PCR negativa no más allá de 11 días previo a ese partido. En el caso de Pereira se hizo la reclamación. Parece ser que, según lo que ellos nos dijeron en la respuesta que le dieron a nuestro presidente, esas pruebas se hicieron el 24 de marzo. Al 6 de abril, que fue el día del partido, van 14 días… y si contamos el día de la prueba, serían 15", enunció el médico.
Un riesgo muy elevado para los deportistas
Tras analizar esos delicados hechos, que desencadenaron que el DIM acudiera a la Comisión Disciplinaria y demandara el partido, en la opinión de Méndez: "El protocolo se infringió y se puso no solamente se puso en riesgo la salud de los mismos futbolistas".
En cuanto a lo deportivo, Méndez alertó sobre lo peligroso que fue para los jugadores del Pereira haber competido contagiados. "Una persona cuando tiene COVID-19 puede llegar a realizar una miocarditis, es decir, que el virus se vaya para el corazón y produzca una inflamación del miocardio. Eso es un riesgo muy grande. Por eso el paciente no puede hacer actividad física", explicó.
Dentro de esas implicaciones también subrayó la obligación de impedir que el coronavirus se siga propagando. "Otra cosa importante es que se debe evitar el brote. No solo es un riesgo para los jugadores, sino para las personas que están a su alrededor", comentó en ese sentido.
Y para cerrar ese tema, Méndez manifestó que el "menor riesgo" lo corrió el Medellín porque, desde la evidencia científica, "la posibilidad de contagio jugador con jugador no es tan alta, pero existe porque ellos participan del partido sin la protección del tapabocas".
No obstante, este impase con la institución matecaña tiene al staff médico en continuo monitoreo para atender cualquier señal de contagio que se pueda presentar tras ese encuentro en el Hernán Ramírez Villegas. "Es motivo de alerta este tema", sostuvo.
DIM controló su brote de COVID-19
Sin embargo, de cara al compromiso del sábado (3:30 p.m.) con Alianza Petrolera, por la penúltima fecha de la Liga I, el galeno confirmó que todas las pruebas que realizaron el 7 de abril "salieron negativas y hasta el momento ninguno tiene síntomas".
Esos resultados, además de permitirle al ya recuperado Bolillo Gómez contar con el grueso de su nómina, pues también se superó el virus Juan Guillermo Arboleda, le comprueban al médico que "después de 27 días de inicio, logramos controlar el brote".
Por ahora, continúan en asilamiento el volante Juan Pablo Gallego y el asistente técnico Oscar Pérez, que está en casa con oxígeno. En el caso del gerente deportivo, Juan Bernardo Valencia, su situación sigue siendo delicada y permanece hospitalizado.