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JUEGOS PANAMERICANOS

Jessica Caicedo: de pelear en la calle a medalla panamericana

Ganó el oro en los 69 kilogramos y ya quiere tener una medalla olímpica. Esta es la historia de una boxeadora que el deporte arrebató a una vida en la calle.

Jessica Caicedo, medallista de oro en boxeo de los Juegos Panamericanos Lima 2019.
Jessica CaicedoOficial COC

Cuando el juez levantó los brazos de Jessica Caicedo, vestida de rojo, ella solo pudo caer al piso bañada en emoción y orgullo. Después del abrazo con su contrincante, la dura estadounidense Naomi Graham, vino la descarga de llanto y felicidad con sus entrenadores. Había ganado la medalla de oro, el objetivo que se trazó desde el año pasado cuando ya había hecho historia para el boxeo colombiano. “Esa era la meta y el sueño, ser campeona panamericana”, dijo.

El año pasado se convirtió en la primera colombiana en tener una medalla en un mundial de boxeo. Fue segunda al perder el combate final ante la china Lina Wang en los 81 kilogramos. Ahora, sumó un triunfo más a su carrera. “En los Juegos pasados no obtuve nada y me sacrifiqué demasiado esta vez, entrené demasiado, bajé de peso. En fin, fueron muchas cosas para llegar hasta acá. Sé asimilar bien los golpes, porque esto es al tome y deme y al final fui la ganadora”, expresó.

Mi sueño siempre ha sido darle medallas a mi país. Lo logré con la medalla mundial, esa también fue mi motivación. No lo obtuve en 75 kg y trabajé duro para bajar de peso. Trasnoché, madrugué, tuve mucho tiempo lejos de mi familia que es lo que más cuesta. Todo lo que uno se propone lo puede cumplir”, añadió.

Su historia en el boxeo comienza en el colegio en donde “por peleona” la mandaron desahogar su ira practicando un deporte, ella escogió los guantes y el ring y allí pudo canalizar su temperamento, “desde que entré al boxeo todo cambió. Ya no peleo en la calle porque era algo malo, pero siempre peleaba con hombres, solo llegué a pelear con mujeres en la competencia. Pero mejoré la ira, ya no me gustan las peleas en la calle. El deporte lo cambió todo”, confesó.

Eso fue hace nueve años. Su disciplina hizo que los frutos llegaran y en el mundial demostró que podía lograr algo grande y va por eso, los Juegos Olímpicos, “quiero una medalla olímpica, voy por la de oro”.

Los triunfos del boxeo han hecho que el apoyo llegue con más visibilidad. Luego de su medalla en la India, en Indervalle le regalaron una casa que ya disfruta con su familia, “con nuestros triunfos más apoyo hay que tener. El boxeo es un deporte élite, antes siempre estábamos como por debajo, pero con los resultados vamos a tener más apoyo, más salidas, más fogueos”.

Precisamente, el próximo 20 de agosto todo el equipo saldrá a Japón para los entrenamientos que anteceden al mundial. “En septiembre los hombres se van al Mundial y nosotras nos quedamos en Japón y en octubre nosotras nos vamos al Mundial en Francia. Después de eso, seguimos la preparación en Bogotá porque entre enero y febrero hay clasificatorios para los Olímpicos así que todavía no vamos para la casa”, concluyó.