VAR, penales y un golpe al corazón
Un partido para aguantar, pelear y sufrir más que jugar. Un partido difícil ante un rival convencido y potenciado por un gran entrenador. Apenas habían pasado 15 minutos y Chile ya celebraba un gol de Aránguiz (tras un error de Davinson). La pelota al centro del campo y tras una eternidad (como es costumbre) el VAR le dio una vida extra a Colombia, que fue más purgatorio porque cuando la Selección no tiene la pelota se ve mal. Sufre. Colombia se va eliminada de Brasil 2019.
La Chile de Reinaldo ganó las bandas. Alexis y Beausejour enloquecieron a Medina y Tesillo no tuvo mejor suerte con Isla y Fuenzalida. La Selección dividía todas las pelotas que recuperaba y se veía partida en el retroceso. El segundo tiempo pareció ser un nuevo comienzo. Más intensidad, presión y tapones en los laterales, pero de a poco volvió a perder el balón y la precisión. El rival estuvo mejor posicionado y Ospina fue héroe cuando la inexperiencia de Mina y Davinson complicaron las cosas.
En el Arena Corinthians el VAR rescató a Colombia del abismo dos veces. Jugadas apegadas a la letra del reglamento. Eso que en el fútbol de antes era parte del juego. La Selección no levantó y hasta el último minuto se vio insegura. Los penales fueron premio e infierno. James, Cardona, Cuadrado y Mina marcaron... Tesillo erró el quinto. "Justicia no es una palabra que vaya de la mano con el fútbol", dijo Queiroz 24 horas antes del partido. En Sao Paulo no hubo milagro.
El fútbol -una vez más- demostró que todo cuesta. Será fundamental construir sobre lo aprendido... ¿por qué cuestan tanto los partidos decisivos? ¿Cómo se gestionará la frustración? Hay un equipo con presente, futuro y un entrenador de experiencia. Ganar o aprender. Sentenció el técnico portugués antes de la Copa. Llegó la hora de que las caídas impulsen. Se vienen las Eliminatorias y una Copa en casa.