"Stefan utilizó el bullying de un país entero para superarse"
Liliana Ortiz, esposa del lateral de la Selección, contó como ha sido la carrera del jugador en medio los memes y las burlas en Colombia.
En las Eliminatorias a Brasil 2014, Stefan Medina recibió la confianza de José Pékerman y fue convocado a la Selección. En ese momento estaba iniciando su carrera pero ya era un hombre importante en Atlético Nacional. Sin embargo, su debut con Colombia no fue el mejor y la inexperiencia le costó algunos errores que lo condenaron para siempre en las redes sociales.
Después de algo más de cinco años, con mucha más madures y una gran cantidad de títulos en México, el lateral de 27 años es titular en el equipo de Carlos Queiroz y en la Copa América 2019 ha sido un elemento clave. Su esposa, Liliana Ortiz, contó en entrevista con El Espectador los detalles de todo ese sufrimiento interno de Medina al rededor de las burlas y como logró darle un giro a esa situación para cambiar el concepto que tenía el país sobre él.
Las burlas y los memes: "De ser amado en Nacional pasó a ser la burla de un país entero en un suspiro. No entendíamos nada, porque era muy injusto. Le echaron la culpa a un pelado que acababa de debutar cuando había 11 jugadores en la cancha. Yo veía los memes, me llegaban otros; que el tronco de un árbol; Frodo, del Señor de los Anillos, era impactante. A la familia le dio muy duro, lloraron, porque Stefan es un gran ser humano y no se lo merecía".
En México es respetado: "Pasó de ser la burla del país a ser alguien muy respetado en Monterrey. Siempre lo han visto con mucha admiración. Cuando nos fuimos, nos olvidamos de Colombia y de la selección. La prensa y las redes le han dado muy duro a mi esposo, le han hecho bullying y tirado a matar por mucho tiempo. Por eso no somos muy afines a los medios de comunicación. Si hablan bien o mal, no le prestamos atención".
Una nueva oportunidad en la Selección: "En México lo ha ganado todo y está tranquilo. A mí, como esposa, no me angustiaba que no lo llamaran; al contrario, era un alivio. Y cuando lo convocan pasa por mi cabeza el “ay, otra vez las críticas”. Pero siempre me he quedado callada. Cuando entró en la lista a última hora para la Copa yo le pregunté: “¿No quieres decir que no?”. Él me dijo: “Es mi deber, aparte este cuerpo técnico ni me conoce. ¡Tengo que ir!”. No sé qué ha pensado internamente, es reservado, nunca me lo ha dicho. Siempre ha primado más su responsabilidad con el país".