Después de más de seis años tras la Selección, les cuento lo que hay de este lado de la historia. Lo que vive una periodista que va por el mundo tras el equipo de Queiroz.
Hace un año decidí iniciar con este espacio. Es el diario de una periodista que suma kilómetros de experiencia al lado de la Selección Colombia. Acompañé el proceso de José Pékerman desde el Mundial de Brasil hasta el último partido en Moscú. Nombraron a Reyes. Paré. Cuatro partidos a la distancia. Con Carlos Queiroz a la cabeza, acá voy de nuevo. Mi primera vez en Asia.
Siguiendo al equipo de José conocí lugares como Buenos Aires, La Paz, San Juan, Manaos, Fortaleza, Río de Janeiro, Quito, Santiago, Viña del Mar y Temuco en Sudamérica; así como Los Ángeles, Chicago, Nueva York, Houston, Miami o Phoenix en Estados Unidos. Después pasé por Murcia, Getafe y Madrid, París, Londres, Milán, Kazán, Sarmara, Saransk…
Día duro. De esos que nos recuerdan que nuestros planes no garantizan nada. Que otro más poderoso decide. Primero un gran susto con David Ospina quien, tras un golpe en la cabeza, se desplomó en el campo mientras el Napoli jugaba contra el Udinese. Un momento de esos que pone las prioridades en orden y lo único que pedimos es que no sea nada grave. Salud. Nada más.
Ya en la noche, llegó la confirmación de River Plate. Quintero sufrió rotura de ligamentos en la rodilla izquierda en el partido ante Independiente. Necesitará varios meses de recuperación. Adiós a la Copa América en su mejor momento. Dura baja cuando apenas comenzaba la era de Queiroz. Solo queda trabajar.
Mi viaje será largo. Bogotá-Frankfurt-Tokio. Llegaré más o menos el próximo año. Eso sí... la alegría intacta y los papeles listos. Pasaporte, visa (¡gratis!... solo hay que ir a la embajada con los documentos y esperar máximo 10 días hábiles) y reservas. Serán 11 horas a FRA + 11 a HND (Aeropuerto Internacional de Haneda). Buscaré la manera de conectarme durante los vuelos.
Ficha del viaje
LH543 | 17MAR 21:05 | BOG - FRA
LH716 | 18MAR 17:55 | FRA - HND
11:53 p.m. del 19 de marzo. Les escribo desde el futuro (chiste malo, pero obligado) en modo zombie. Salí hace dos días de Bogotá y creo que con suerte sumo 5 horas de sueño (en avión que no es lo mismo). Peeero, no vine a quejarme…Hoy (ayer¿?) fue un muy buen día. Vuelos a tiempo, por fin Yokohama, lanzamiento de la camiseta de la Selección, primer entrenamiento de Queiroz y sigo viva. ¡Ehhhh!
Resultó que venía en el mismo avión de Frankfurt con Jeison Murillo, Gustavo Cuéllar e Iván Arboleda. Me los encontré en inmigración (ojo a la foto casual de Jeison) y believe or not había hinchas japoneses esperando al central del BARÇA (para ver el video clic aquí). Ellos se fueron en el carro de la FCF. Yo ahí. Me perdonarán, pero eso de salir en tren del aeropuerto no es fácil ni rápido, entonces como tenía afán para llegar al evento de Adidas agarré taxi. :)
Calma todos con la conversión de divisas. Aterricé en Haneda, mucho más cerca a Yokohama que Narita. El señor Kawahara (ver foto) “me dio descuento”, así que pagué 6520 yenes (58 dolaritos del alma). Se maneja por la derecha y el taxi en lugar de forros tenía como carpetas de croché. Eso sí, muy amable. No le entendí el 95% de lo que me dijo, pero me dejó ir en la silla del copiloto para ver la ciudad.
Según mis observaciones (en dos viajes en taxi). Los alrededores son pura industria, pero tiene varias zonas muy modernas con centros comerciales enormes y linda vista al mar. Mr. Kawahara me recomendó ir al barrio chino (sí, no es error) y a ver el cherry blossom (florecimiento de los cerezos) en el parque Kamonyama, así que queda anotado en la lista. Hoy sonrío porque sobreviví y todo salió bien… incluso la camiseta de Colombia mejora cuando la tienen puesta James y Falcao.
El cortocircuito a esta hora está serio. Un abrazo a los que acompañan.
Jornada de reportería al 100%. La vida real del periodista… poquito poquito glamour, mucha espera, bastante frío. En la mañana, llegaron a Yokohama Chará, Villa y Montero (los que faltaban) y en la tarde, la Selección entrenó por segunda vez en el estadio Nippatsu Mitsuzawa. Entraré en el cliché (siempre justo) de hablar de la organización (entre otros valores) de los japoneses.
Todo estaba perfectamente calculado y preparado en el estadio, así como en cada aspecto de la sociedad. El cumplimiento de las reglas garantiza calidad de vida, evita accidentes y así lo entienden. Nadie intenta sacar ventaja. La gente conduce a la velocidad permitida, la necesaria. Los pasos peatonales son sagrados… no se avanza un milímetro hasta que la persona no solo pasa, sino que ya está lo suficientemente lejos del andén.
Tanto respeto parece excesivo y muchas medidas sobreactuadas. Queda claro por qué ellos son lo que son y nosotros… bueehhh dejemos así. Son 126 millones de habitantes con una economía poderosa, pero la gente en las calles es sonrisa pura, cortesía y respeto. Tienen la capacidad de soportarnos sin dejar de ser amables. (Okey, ya me calmo).
***
Hablando de reporteros… hoy Wilmar Barrios me dio una mano. Terminó su entrevista en la zona mixta: Me vio un poco (solo un poco) llevada con el micrófono en la mano izquierda y el celular en la derecha haciendo video. Pausa. Voy a contarlo estilo película. Yo ya no sentía los brazos cuando vi que una mano pasó por encima de mi cabeza y agarró el celular. Reconocí la sudadera de la Sele y pensé que era Juan Raúl Mejía, el jefe de prensa… ¡Pero no! Era Wilmar que grabó la última respuesta de Duván. Gran cameraman. (Para ver lo que pasó clic aquí).
El profe Pedro Sarmiento (entrenador y comentarista) decidió regresar caminando desde el entrenamiento. Le dije sí al reto de acompañarlo. 1:01:20 marcó el cronómetro… les dejo algunas fotos del recorrido. Arigato :)
Esta es una conversación de la vida real. -Nissan stadium, please. - ¿Nissan stadium?. – Yes, Nissan stadium. - ¿Nissan stadium? – Yes, please. Nissan stadium… así dos minutos. Cuando mi amigo de la foto vio que me iba a bajar del taxi porque nada de lo que dijera lo hacía arrancar llamó a uno de los empleados del hotel, le habló en japonés. El muchacho me dijo: -¿Nissan stadium? Nissan stadium, respondí. –Nissan stadium, repitió. El conductor asintió y por fin arrancó. Un gran personaje… me explicó cosas durante todo el recorrido (que por supuesto, no entendí).
La razón por la que iba al Nissan Stadium (o estadio internacional de Yokohama) es porque allí fue la última práctica de la Selección (reconocimiento de campo, que llaman) y Carlos Queiroz habló con los medios. El portugués declara bien, tiene toda la experiencia. Reconoce el legado de Pékerman y la imposibilidad de hacer cambios radicales con tres sesiones de entrenamiento. "Estamos afinando la orquesta", dijo. (Amo las conferencias de prensa, en serio).
Uno de los puntos más llamativos (porque para mí habla de la personalidad del entrenador) es que cerró su intervención pidiendo a la comunidad internacional ayuda para Mozambique. Respect. El país africano sufre una terrible crisis humanitaria tras el paso de un ciclón que ha dejado más de 200.000 víctimas a causa de las inundaciones. El mundo necesita gente comprometida, que dimensione el poder de su voz.
Hoy no tengo muchas más aventuras qué contar (día nerd), quedan apenas unas horas para el partido… veremos que me depara el último día en Japón.
¡Feliz 2025! Casi que no vuelvo por acá. Resumen rápido (por si usted, señor(a) lectora(a) andaba más perdido(a) que yo): le ganamos a Japón en un partido en el que Queiroz priorizó el orden (y eso no se ve tan lindo), me congelé en el estadio de Yokohama, pero sobreviví para alistar maleta y volar a Corea. Y aquí estoy sana y salva.
Aterricé al tiempo y en el mismo aeropuerto que la Selección. Gimpo se llama. Segunda coincidencia aeronáutica(¿?) después de mi encuentro con Murillo & cía en Haneda. (Si quieren ver lo famoso que es James clic aquí). Hace un frío sensacional (-3 a la madrugada), tanto que el cuerpo técnico decidió cancelar el entrenamiento en campo y trabajar en el gimnasio de la concentración. Están alojados en el MVL Hotel, en 고양시청 (Goyang) una ciudad aledaña a Seúl.
Con pesar informo que no pude hacer mi sección preferida ‘charlas con taxistas’ porque el señor que me llevó del aeropuerto al hotel no me quiso decir ni el nombre. Cara triste mientras escribo. Los carros acá son mucho más nuevos (todos) y el conductor va en la izquierda (no como en Japón, Reino Unido y otros 54 países del mundo). Me agrandé con los datos. Y ni les hablo de las autopistas y el metro (como en Bogotá… ¡momento!).
Hoy vamos a tener zona mixta con jugadores (como el día que Barrios me ayudó). Mientras me alistaba hice investigación televisiva(¿?) de Corea. Varios canales de noticias, un reality, una novela, un programa de recetas de cocina, tres canales de deportes (béisbol, billar y volleyball… en serio) y tarán tarán… Indiana Jones y el templo de la perdición subtitulado. Lucas y Spielberg cracks mundiales como James.
Me voy corriendo… 작별 인사 (lo saqué de Google, no respondo). Adiós.
No me juzguen, peeero me parece que Seúl mata Tokio. Lo sé, suena muy ignorante/apresurado/no tiene ni idea del mundo, sin embargo, me he sentido más a gusto (gran argumento) acá. Incluso ya hice UN amigo señor-taxista que me entendió muy poco, pero sonrió y eso es la maravilla (ver foto). Entre los datos que puedo agregar (nada de fondo) es que la infraestructura vial es impresionante y todos los carros son nuevos. Mátenme.
El frío casi acaba conmigo los dos primeros días. Uno de los cuales, me animé a acompañar a mis colegas Daniel Angulo y Julián Capera (que no se pudo comer el almuercito porque estaba muy picante… casi todo lo es) a grabar una notas sobre la ciudad. Seúl tiene mucho turismo, sobre todo de otros lugares de Asia, y la magia de juntar tradición y modernidad (fea palabra, pero no encontré otra). Bien podría ser Nueva York (menos caótico) con palacios (ver foto en Gyeongbokgung), vestidos tradicionales…
Uno de los lugares más impactantes que visitamos fue el Memorial de la Guerra de Corea. Como en Moscú (me agrando, pero lo vi) los espacios de las plazas y edificaciones son enormes. En ese lugar (que también es museo, pero no entré) se honra la historia militar de ese país, pero fue fundado para prevenir la guerra a partir de las lecciones que les dejo la propia y por la esperanza de una reunificación pacífica de las dos Coreas.
If you want peace, remember war. Si quieres paz, recuerda la guerra. Dice en una placa, en el centro de la plaza de banderas en la que rinden homenaje a los militares caídos en combate y a los países que enviaron apoyo. Entre ellos Colombia, con un batallón de infantería de 5100 hombres, de los cuales 213 murieron y 448 resultaron heridos. No comentaré nada más. Los que quieran sacar sus propias conclusiones, adelante. Remember war.
Hoy juega Colombia y ya casi vuelvo a casa… Vamos que vamos.