Buitrago: "En Santa Fe, nos frustramos con Gregorio Pérez"

Su posición: “Como volante creativo he desarrollado mi máximo nivel; también lo pudo hacer por fuera, como media punta y como 9. Vengo a competir por la posición con dos jugadores con demasiado talento, como Lizarazo y Yesus Cabrera. Infortunadamente, no han brillado en el equipo. Vengo a aportar lo mío. Ojalá pueda tener continuidad”. 

Su última experiencia en las canchas: “En Ecuador tuve una lesión que me alejó de las canchas durante cerca de un mes y medio, luego, fue difícil retomar ese nivel, porque llegó otro jugador en esa posición y lo hizo bien, entonces, el ‘profe’ mantuvo siempre una base. Por ello, decidí dar un paso al costado, para buscar otras oportunidades y poder tener continuidad. Sin embargo, jugué algunos minutos hace 15 días (un mes), en la Liga de Ecuador”. 

Su llegada al América: “Tuve otras posibilidades. Estaba muy cercano lo del Medellín, y lo del América fue algo rápido, que decidí tomar, sin pensarlo porque es un club grande y significa un reto bonito. Estoy contento por esta oportunidad y Dios quiera la sepa aprovechar”. 

Su aporte: “Soy un jugador que se asocia bien, con pase gol, buena media distancia. No he tenido la oportunidad de ver mucho los partidos del América, sin embargo, vengo a aportar. Infortunadamente, llegué sin técnico, pero también podemos decir que empezamos de cero. El que llegue, podrá evaluar a cada uno de los que estamos acá. El talento lo tengo, necesito sumar minutos, para lograr confianza y desarrollar lo mejor de mi fútbol”.

Su mejor momento: “En varios equipos he tenido momentos buenos, pero en Cortuluá, mantuve mayor continuidad, gracias a la confianza del ‘profe’ Jaime De La Pava. Con Miguel Borja, demostramos, que soy más asistidor que definidor. Aprendí mucho de Máyer Candelo, de su ubicación y su manera de pensar el fútbol. Fue un líder positivo. Obviamente, cuando estoy en el área, pienso en el gol. Se debe tomar la mejor decisión”. 

Su deuda con Santa Fe: “Con el profesor Gustavo Costa tuve mayor posibilidad de competir, pese a que se hacía un trabajo bastante defensivo, a la espera de la llegada de los rivales. Y después, con la llegada de Gregorio Pérez, me costó retomar la confianza, no encontré el nivel y no pude competir mucho. Quedé en deuda con Santa Fe, porque soñaba con triunfar allá”. 

El concepto de Gregorio Pérez: “Su mayor virtud e insistencia en el trabajo, era en la parte defensiva, y le gustaba más la velocidad que la creación, entonces, no tuve esa continuidad que quería, Con Ómar Pérez decíamos que era lindo estar juntos en la cancha, tener el balón y divertirnos un poco. Nos frustrábamos, porque teníamos compañeros con buen pie, como el mismo Pérez, Kevin Salazar, John Pajoy, pero la idea no era esa. Siempre veíamos al Santa Fe defendiendo y contraatacando, y no era lo ideal para un equipo grande. Sin embargo, tenemos que ir aprendiendo que no siempre el juego es con la pelota, también se debe correr y meter”.