Los pecados del América que lo condenaron ante Def. y Justicia
América se despidió de la Sudamericana con goleada en contra y reproches de su hinchada. El afán por volver al triunfo, las dudas en defensa y la falta de jerarquía le costaron al equipo del 'Polilla'.
América de Cali cayó goleado 0-3 ante Defensa y Justicia en el Pascual Guerrero y se despidió de la Copa Sudamericana en la primera fase, a pesar de llegar al partido de vuelta con ventaja en la serie por el triunfo 0-1 en Argentina.
El equipo vallecaucano volvía a un torneo internacional después de nueve años, en esa ocasión en la Copa Libertadores, y tras un superar una etapa difícil en la Segunda División del fútbol colombiano. Regresaba una noche de Copa al Pascual, con la ilusión de avanzar a la siguiente fase, sobre todo por el valioso resultado obtenido en condición de visitante, y con ver una mejoría desde lo futbolístico, pues América no venía jugando en el inicio de la campaña, más allá del buen desempeño en la pretemporada que culminó con el título del Torneo Fox Sports.
Ninguna de estas premisas se cumplió. Los 'escarlatas' fueron superados en el terreno de juego por un aguerrido y disciplinado Defensa y Justicia. Se vio a un América bajo de ánimo, con dificultades para sobreponerse a los goles en contra y falto de jerarquía, algo importante para afrontar este tipo de torneos. Estos fueron los pecados del equipo rojo que terminaron con su prematura eliminación del certamen continental:
Sin un volante para tener el balón
Tras las dos derrotas consecutivas ante Atlético Nacional (2-0) y Millonarios (3-1) por Liga Águila y con las críticas por la deuda pendiente de América en la era 'Polilla' Da Silva ante los equipos grandes del fútbol colombiano, existía la necesidad de volver al triunfo, algo que pudo haber influido en la confección del once inicial.
El técnico uruguayo optó por poner como titulares a Kevin Ramírez, Cristian Dájome y Félix Micolta como acompañantes en ataque para Cristian Martínez Borja, jugadores rápidos y explosivos que suelen tirarse por los costados para sacar provecho de su velocidad, pero no había un volante que le diera pausa al juego y posesión de pelota al América, teniendo disponibles a hombres de estas características como Darío Bottinelli y Carlos Lizarazo, con el fin de jugar con la necesidad del rival y que aumentara su desesperación con el paso de los minutos.
Un goleador por fuera
Carmelo Valencia llegó este año al América procedente de Equidad luego de terminar como uno de los goleadores de la Liga Águila II-2017 con 11 tantos junto a Ayron del Valle (Millonarios), Dayro Moreno (Nacional) y Yimmi Chará (Junior).
El delantero hacía parte de la lista inicial de 20 convocados para este juego de vuelta ante Defensa y Justicia, pero quedó afuera, incluso del banco de suplentes, junto al volante Gustavo Carvajal. En las últimas tres derrotas, América ha creado opciones de gol, pero solo ha marcado uno y le ha faltado efectividad de cara al arco contrario, por lo que Carmelo era un alternativa en ese aspecto.
Blanco y Rivas, superados en el mediocampo
La presión del equipo argentino en campo contrario durante los primeros minutos del partido dio sus frutos, pues América no logró salir con comodidad, no encontró sociedades en la mitad de la cancha, debía apelar al pelotazo y se vio a la primera línea de volantes con problemas en la entrega de la pelota.
Con la serie igualada, Defensa y Justicia retrasó un poco sus líneas, sin esconderse, y Elkin Blanco y Avimiled Rivas pudieron manejar el balón más cómodos, pero el problema pasó a ser que no encontraron líneas de pase para conectarse con los volantes ofensivos y atacantes, debido al correcto posicionamiento y cobertura de los espacios por parte de los rivales.
Dudas en defensa
Varias desconcentraciones tuvo la primera línea del América, entre ellas en el segundo gol de Defensa y Justicia. Si bien Blanco perdió el duelo en la mitad de la cancha con Miranda, el local quedó muy jugado atrás y en inferioridad numérica (tres que defendían contra cinco que atacaban), por lo que decidieron aguantar. Ninguno salió a incomodar el remate del '10' y cuando decidieron hacerlo, fueron Herner y Zapata al tiempo, pero ya era tarde.
El gol que sentenció la serie fue un error compartido entre Angulo y Bejarano. El lateral le ganó la posición al rival en su intento por eludirlo y protegió la pelota para que saliera el portero y la tomara, pero aparecieron las dudas, Angulo no rechazo y llegó Elizari primero que ambos para que Fernández definiera con el arco vacío.
Jerarquía
América no manejó la pelota, se le dificultó superar la mitad del campo con balón dominado y en apenas 14 minutos ya le habían igualado la serie con un golazo de Márquez de tiro libre, lo que trasladó la ansiedad y el nerviosismo al equipo local, que no tuvo la tranquilidad ni la jerarquía para, en primera instancia, defender la ventaja con la que llegó a la vuelta, y luego sobreponerse a la adversidad y acertar en momentos determinantes del partido.
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