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Jaime de La Pava

"Los colombianos tenemos más talento que los alemanes"

El entrenador, aspira a llegar a la Selección Sub-20 de Colombia. “Siento que es el paso que puedo dar ya”, dijo a AS Colombia.

ColombiaActualizado a
Jaime de La Pava
Nelson RiosColprensa

Ligera mutación la que experimentó Jaime De La Pava… de la labor formativa, persuasiva y progresiva, a la inquietante presión de liderar al connotado América. Apenas tenía 30 años. Su camino se iluminó con sus primeros pasos en el balompié profesional. Fecundo inicio, celebró tres títulos de Liga y uno de Merconorte con los ‘escarlatas’. Hoy, con 50 años de edad, sostiene que está en la plenitud de su madurez, deseoso de iniciar una etapa que proyectó desde los años anteriores. 

“Me motiva muchísimo la posibilidad de llegar a la Selección Colombia Sub-20. Es el paso que siento que puedo dar ya. Antes de llegar al Cortuluá, estuve muy cerca de dirigir la Selección Sub-20 de Bolivia. No se dio porque en su momento, no nombraron al profesor Soria en el primer equipo. Y en el Cortuluá, le dije a ‘Nacho’ Martán (presidente del equipo) que luego de esa etapa, me quería ir a una Selección, mayor o Sub-20. Es un objetivo personal y profesional. A mí no me han hablado de la Federación, pero mucha gente del fútbol me dice que estoy ahí, porque ven en nuestro recorrido en el fútbol, una opción importante”, expresó al entrenador barranquillero, quien el pasado 14 de abril, celebró sus 50 años de vida. 

50 años de una dilatada carrera, con altibajos, pero continua; con logros desde su apertura, cuando se reabrieron las puertas de las divisiones menores del Deportivo Cali: llegó en 1988 como pasante de la Escuela Nacional del Deporte y dirigió desde las ‘gorriones’, hasta las Reservas. Además, orientó el camino de varios jugadores que arribaron a la categoría profesional, como Máyer Candelo, Alex Viveros, Álvaro Domínguez, Andrés Mosquera, Víctor Bonilla. “Lo del Cali no es el fruto del azar, son 30 años continuos de proceso. En ese entonces, había mucha resistencia en algunos socios e hinchas hacia las divisiones menores”, recuerda De La Pava. 

Y una semana después de que se desvinculó de los ‘azucareros’ -trabajó durante 6 años- se unió a la Escuela Carlos Sarmiento Lora. Logró con la categoría Juvenil, el campeonato nacional de la Primera C; lustre que le permitió llegar al América, donde repitió la gesta en la Primera C y luego adquirió renombre en la categoría profesional. 

De La Pava, además, fue asistente técnico de Francisco Maturana en la Selección Colombia (2003), junto a Pedro Sarmiento; y titular con de la Selección Sub-23. También, mantenía como enlace en la Sub-17 y Sub-20, que dirigían Eduardo Lara y Reinaldo Rueda, respectivamente. “Fue un orgullo grande, me ayudó a formarme como entrenador”.

Con el Deportivo Cali, logró la Copa Colombia en el 2010, y en el 2015, retornó al Cortuluá a la primera categoría, en la liguilla que tuvo sede en Bogotá. Siente que está en la plenitud de su madurez. “Nosotros tomamos decisiones cada segundo, e implican una gran responsabilidad. Un entrenador de fútbol, a los 60 años, ya no comete los errores que cometía a los 40. Está el ejemplo de ‘Maestro’ Tabárez, quien tiene un problema físico, sin embargo, su capacidad mental no la tiene disminuida (…) Dicen que el profesor Francisco Maturana no dirige hace años, pero ha estado en la Comisión Técnica de la Fifa. Si alguien está actualizado, es Francisco Maturana. No se necesita estar en una cancha todos los días. Yo, hace un mes, terminé con Cortuluá, pero leo todo el día, analizo los partidos de fútbol… entre más años uno pase en esta profesión, tomará decisiones más acertadas, ya no caes en el mismo error dos veces”, sostiene. 

Todo en su carrera ha sido muy vertiginoso… “Uno siempre sueña y me ilusionaba con llegar, aunque se aceleró el proceso, sin embargo, estaba preparado. Soy un convencido de que todos los días hay que aprender”. 

¿Las claves del éxito con América? “Había un grupo joven, con una madurez importante. América traía un legado ganador. Yo tenía la confianza en lo que podía aportar. Lo otro importante, fue que estuve rodeado de gente muy valiosa en el cuerpo técnico, como Diego Barragán, los médicos, Héctor Fabio Cruz, Niño, Osorio; Otoniel Quintana, quien ha sido uno de mis padres en el fútbol. Además, los dirigentes entendieron que la autoridad máxima era el entrenador. Y luego, se vendieron muchos jugadores y América tuvo un respiro económico. Logramos el tricampeonato y la Copa Merconorte. Y en lo personal, fue mi trampolín. Ya cumplo 20 años en este baile del fútbol profesional”. 

La persuasión… “Jairo Castillo siempre fue un chico diferente, en todos los sentidos… en lo futbolístico era un fuera de serie, pero también en la forma de pensar frente a la vida. Yo he hablado con jugadores que me dicen que les gusta salir y tomar trago. Allí uno debe entrar a definir, cómo cuándo y dónde lo pueden hacer. A Jairo siempre le gustó salir, pero me preocupaba que en los entrenamientos diera lo máximo, además, en los partidos, marcaba uno o dos goles. Yo le manifestaba que el fútbol era una carrera muy corta y que le iban a llegar muchas cosas grandes, infortunadamente, él tuvo un accidente y malogró la posibilidad de ir a Europa. Nosotros tenemos un trabajo integral de formación permanente”. 

¿Genera más tensión, dirigir en la profesional o en las menores? “El fútbol profesional, lógico. La diferencia la marca lo económico. En Europa, los entrenadores de las divisiones menores, son muy bien remunerados; por eso aquí, los entrenadores buscan llegar al primer equipo. En el Cali está Carlos Arango, que es uno de los mejores de Colombia”. 

¿Cómo hacer para tomar las mejores decisiones en la escogencia de jugadores, en un proceso de selecciones nacionales? “Hoy hay una gran proliferación de escuelas y clubes de fútbol; el jugador del barrio ya lo ven para ir al exterior, porque hay empresarios. Eso cambia el panorama y ha generado que ese universo se amplíe. Antes, bastaba con seleccionar algunas escuelas, pero ahora, las escuelas se han organizado y están viendo el fútbol como una unidad de negocio. Entonces, la selección de los jugadores, podría ser más sencilla ahora, sin embargo, hay que moverse más. Si averiguamos, en diferentes partes del mundo, debe haber muchos jugadores de Colombia que tienen 20 años y que no conocemos, como pasó con Carlos Sánchez”. 

En selecciones, ¿Colombia está lejos de acercarse a Alemania? “La sociedad alemana nos lleva 500 años, pero no me cabe la menor dudad de que tenemos más talento que los alemanes. El tema de nosotros es de mirar a mediano y largo plazo. Los alemanes hacen todo pensando a largo plazo, mientras que los latinos somos inmediatistas. Si no cambiamos esa mentalidad, no va a cambiar el fútbol. Si aquí uno pierde tres partidos, ya lo empiezan a mirar feo. No me cabe duda, nosotros tenemos mejor talento humano para el fútbol; pero no por casualidad, ellos tienen la mejor tecnología en vehículos y el liderazgo en medicina natural".