Las cinco claves de Millonarios para eliminar al Deportivo Cali

1. El que no conoce su historia...

Lo primero que debe hacer Millonarios para clasificar a la final es no volver a cometer los errores del peor partido en la 'era Lunari'. El 1 de marzo se fue goleado 5-1 de Palmaseca, en un juego que desnudó por completo las fallas defensivas del equipo. Conocidas las virtudes ofensivas del rival, el planteamiento no fue el acertado. Ese día jugaron tres centrales (Román, Cadavid y Henríquez) y solo dos volantes de marca. Se lesionó Henríquez e ingresó Luis Mosquera para cambiar el módulo a cuatro en el fondo, pero jamás se corrigió la ausencia de filtro (solo marcaban Vargas y Silva) y los atacantes verdiblancos jugaron a placer. Conclusión: en la charla técnica es obligatorio proyectar la película de terror de aquella tarde.

2. La necesidad es del rival

El árbitro hace sonar su silbato y desde el minuto uno Millonarios está en la final. Ganó el partido de ida 3-2 y el 0-0 (o un empate por cualquier marcador) lo lleva a la última instancia del campeonato. El tiempo y el desespero serán los peores enemigos del Deportivo Cali, que necesita marcar un gol rápido para igualar la serie y dos para ponerse arriba. El equipo no puede salir a atacar desaforadamente, pero tampoco colgarse de los palos y atravesar el bus en el arco de Delgado. El planteamiento y la estrategia deben tener como principales aliados la inteligencia, la concentración y la sensatez. Hay que atacar con sapiencia, manejar la pelota con autoridad y defenderse con categoría.    

3. La mitad de la cancha  

El partido en Palmaseca se gana o se pierde en el medio campo. Si hubo algo en lo que falló Millonarios en la ida, fue en que jamás pudo sacarle provecho al hombre de más en la mitad. En El Campín la transición de ambos equipos de defensa a ataque fue rápida, pero en Palmaseca al Azul no le conviene llevar el partido a ese ida y vuelta. Sería un suicidio. Debe hacer todo lo contrario: adueñarse de la pelota y de la zona medular. La posesión es fundamental y para ello lo ideal sería poblar la mitad de la cancha con hombres que combinen marca, equilibrio y dinámica. Sería ideal que el tres de marca (Silva-Vargas-Robayo) estuviera acompañado por dos jugadores talentosos, 'tiempistas' y manejadores de pelota como Insúa y Reina (recordar que Lunari no pone a Insúa y a Máyer juntos) o en su defecto Insúa con Maxi Núñez. Arriba solo Uribe. Jugar con cinco volantes no es defenderse.                         

4. Presión  

Pelotazos. Balones a la espalda de los zagueros. Pases filtrados entre la primera línea de volantes y la defensa. Miguel Murillo y Hárold Preciado recibiendo el balón de espaldas, volteándose y lanzando el balón. En eso falló defensivamente Millonarios en la ida. Le dio mucho espacio y tiempo de maniobra a los habilidosos y potentes delanteros 'azucareros'. Así nació el tanto del empate: pase filtrado de Andrés Pérez a Murillo, quien ganó en velocidad y definió entrando al área. Eso no le puede pasar a Millos si quiere mantener la diferencia en Palmaseca y clasificar a la final. En el partido de este domingo es cuando más presión al rival y a la pelota debe existir y cuando más compactas deben estar las líneas. Equipo breve y corto. Ahí está la clave táctica y estratégica del juego.                 

5. Efectividad   

En esta clase de instancias y partidos es cuando se conocen los jugadores de categoría y los equipos de jerarquía. Eso se mide, por ejemplo, en las opciones creadas y los goles marcados. Como se dice popularmente, "la que tenga, hay que meterla". Si se habla de un planteamiento inteligente en defensa y el medio campo, va a ser fundamental aprovechar de la mejor manera cada ataque que se genere. Ahí por ejemplo desempeñará un papel fundamental el argentino Maxi Núñez, que en la ida se convirtió en el dolor de cabeza de lateral izquierdo caleño Frank Fabra. En el tridente Insúa-Núñez-Uribe está la fórmula del gol. Y marcar un gol en Palmaseca es estar un escalón más cerca de la final.