Cumpleaños Nacional
Félix de Bedout y Atlético Nacional, un amor a primera vista
Raúl Navarro, su primer ídolo; César Cueto, la razón de su pasión; James Rodríguez, un viejo deseo, y la Libertadores, el mejor regalo de cumpleaños. Entrevista exclusiva con uno de los hinchas más fieles y reconocidos del Verde de Antioquia.
Lo de Félix de Bedout con Nacional fue amor a primera vista. Un día su tío lo llevó al estadio y le presentó a un equipo de rayas verdes y blancas.
Un arquero argentino fue el ídolo de infancia, pero un poeta peruano lo enamoró con su zurda mágica.
Su relación con el club ha tenido varios matices. Desde el sueño de ser arquero, pasando por la época de barrista en oriental y la faceta de periodista en el camerino, hasta llegar al hincha analítico del presente que sigue al equipo por televisión pero sin perder la devoción.
El reconocido comunicador antioqueño se unió a la celebración del cumpleaños número 68 del Verde y desde Estados Unidos dialogó con AS Colombia de su historia con aquel viejo amor que conoció una tarde de domingo en el Atanasio.
¿Hincha de Nacional desde cuándo?
“Desde que mi tío (Juan Guillermo Molina) me llevó al estadio en la época de ‘La Chancha’ Fernández (1970-1973). Ahí empecé a seguirlo y comenzó la pasión por el equipo”.
¿Y el Independiente Medellín nunca le coqueteó?
“La verdad, no. Por fortuna mi tío era hincha de Nacional, así que desde el comienzo eso quedó claro. Además, en esa época Nacional solamente tenía una estrella y Medellín ya tenía dos. Yo no soy de esos hinchas de moda de ahora que se suben a la ola del éxito”.
¿A qué tribuna iba?
“Empecé en lateral, que era por donde salía el equipo. Después pasé a oriental porque me volví hincha de barra”.
¿De qué barra?
“Estuve en dos. Una que armamos en el colegio, en el Jorge Robledo, que se llamaba los Paisas Verdes. Y otra que fundó mi tío que se llama Aquel 54. Nosotros fuimos los primeros que llevamos serpentina de papel al estadio. Nosotros fuimos los pioneros de esa moda de lanzar rollitos de calculadora a la cancha”.
¿Cuál fue su primer ídolo?
“Raúl Navarro”.
¿Por qué él?
“Porque yo quería ser arquero de Nacional. Ese fue mi sueño de infancia y por eso mi primer ídolo era él”.
¿Cuál era su principal virtud?
“Raúl Navarro tenía una capacidad extraordinaria, casi que suicida, de salir a los pies de los jugadores”.
¿Y el mejor jugador que vio?
“Uno que me enamoro más del fútbol: César Cueto. Ir a verlo jugar era un lujo y una fantasía. Lo que hacía Cueto era extraordinario”.
¿Qué otros recuerda?
“El Palomo Usuriaga, El Tino Asprilla, René Higuita y todos los que hicieron parte de esa generación brillante. Recuerdo también los de un Nacional que me gustó mucho y no fue campeón: el del Maño Ruiz (1986)”.
¿El momento más feliz?
“La Copa Libertadores que ganamos en Bogotá en 1989. Yo ya era periodista y pude entrar al camerino a tocarla. Fue algo increíble”.
¿Cuál fue el último partido que vio de Nacional en Medellín?
“No me acuerdo. Fue hace un buen rato. Hace mucho no veo un partido de Nacional en el Atanasio”.
¿Y el que más recuerda?
“Me acuerdo de uno que fue doloroso: la final de Libertadores que perdimos contra Gremio en 1995. Por fortuna antes había estado en la semifinal cuando Higuita le hizo el gol de tiro libre a River”.
¿En dónde comenzó su faceta como periodista deportivo?
“En Radio Super con el grupo ‘Mario Deportes’ de Mario Duque. Él fue la primera persona que me abrió un micrófono. Yo comencé haciendo entrevistas en el camerino visitante del Atanasio Girardot”.
¿Una final de Libertadores sería un buen motivo para volver al Atanasio?
“Sin duda. Además porque, siguiendo la sana costumbre, mis hijos son hinchas de Nacional. Si el equipo llega a la final, ahí estaré con ellos en el Atanasio”.
¿Qué opina de Juan Carlos Osorio?
“A mí me gusta su trabajo. Me parece que es un técnico serio, trabajador y disciplinado. Obviamente que el equipo ha tenido baches. Lo de la Sudamericana el año pasado fue duro, pero también es cierto que le sacan muchos jugadores y siempre tiene que volver a acomodar el equipo”.
¿Algo para criticarle?
“Pues por momentos su libretica y sus papelitos me enloquecen un poco. Hay veces que el equipo no me gusta y me saca la piedra. Pero así somos los hinchas: cuando ganamos somos la maravilla y cuando perdemos somos un desastre. Hincha que no exagere en la victoria y en la derrota, no es hincha”.
¿Entonces lo respalda ‘a muerte’?
“Es un estudioso del fútbol y está respaldado por los resultados. Yo lo respeto mucho porque el trabajo y los títulos lo avalan”.
¿A qué jugador le pondría la verde?
“Me hubiese gustado mucho que el camino de James hubiera arrancado en Nacional. Eso me hubiese encantado”.
¿Qué le regalaría de cumpleaños al club?
“Yo creo que la segunda Libertadores le caería muy bien”.
“MILLONARIOS ES EL RIVAL A VENCER”
Este domingo Millonarios y Nacional se enfrentan en El Campín, por la fecha 18 de la Liga Águila, y Félix también se refirió a los duelos entre azules y verdes.
“Recuerdo muchísimos: sufriéndolos y gozándolos. Sufriendo, por ejemplo, con aquel en el que 'La Gambeta Estrada' marca ese famoso gol después de llevarse el balón con la cabeza. Ese partido, con semejante golazo, fue terrible”.
¿Y gozándolos?
“Muchos partidos históricos, como las eliminaciones en Copa Libertadores. Millonarios siempre fue el rival a vencer. Siempre ha sido un referente muy grande en el fútbol colombiano”.
¿Es el gran clásico del fútbol colombiano?
“Uno como hincha lo vive así, aunque es complicado decir que es “el gran clásico”. Para mí sí lo es porque yo soy hincha de Nacional. Pero no estoy seguro de que eso mismo piensen los hinchas de Santa Fe, Junior o Cali”.
¿Para un hincha de Nacional paisa, como usted, es más importante ganarle a Medellín o a Millonarios?
“Lo que pasa es que eso cambió. Antes, para nosotros, el gran clásico era Nacional-Medellín. Ese era el que uno vivía con más intensidad. Después, con el tiempo, se transformaron en clásico los partidos Nacional-Millonarios y Nacional-América. Son grandes duelos del fútbol colombiano y no hay duda de que son especiales para uno”.