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Cumpleaños Nacional

Cueto: “El Nacional de los 80s cambió el fútbol colombiano”

En 1979 llegó a Nacional un peruano elegante y talentoso: César Cueto. 'El Poeta de la Zurda' hizo historia en el verde y recordó en AS Colombia sus mejores momentos en Medellín.

BogotáActualizado a
De pie, de izquierda a derecha: Lorenzo Carrabs, Luis Fernando López,  Hernán Darío Herrera, Héctor Dragonetti, César Cueto, Guillermo La Rosa. Agachados en el mismo orden: Carlos Maya, Víctor Luna, Norberto Peluffo, Eduardo Vilarete y Pedro Sarmiento.
Archivo

“Si uno compara un poema con lo que César era capaz de construir con esa zurda no es ir muy lejos”, dice Víctor Luna.

“Yo he visto jugadores grandes en mi vida, los he enfrentado, y Cueto es de esos. De la talla de Maradona, Francescoli y Zico. Uno le tiraba una piedra y ese man le devolvía una flor. Un fuera de serie”, recuerda Pedro Sarmiento.

Para los dos exjugadores de Atlético Nacional, el apodo ‘El Poeta de la Zurda’ explica lo que César Cueto hacía con su pierna izquierda. Era magia. Lírica. Poesía.

Jugó los mundiales de Argentina 1978 y España 1982. Hizo parte de la época dorada del fútbol peruano junto a Teófilo Cubillas, Hugo Sotil y Guillermo La Rosa, entre otros. Fue convocado a la Copa América de 1975, en la que Perú levantó el título, pero sufrió una lesión que lo sacó del torneo en los primeros juegos.

A pesar de que tanto Luna como Sarmiento dicen que el apodo no es lejano al talento del peruano, Cueto dice, entre risas, que ese no es un sobrenombre de su total agrado:

“Ese apodo no me gusta mucho. Creo que exageran, pero me da mucha felicidad que me recuerden con tanto cariño en Colombia”, dice.

¿Y quién le puso ese apodo?

Fue “El Veco” (Emilio Lafferranderie, comentarista uruguayo”) hace ya mucho tiempo. De ahí salió ese apelativo. Bueno, y creo que llevan las cosas al extremo”, dice, y la risa no se detiene.

A sus 62 años de edad, pasa, como él lo dice, el 99.9% de su tiempo vinculado a la iglesia católica. “Estoy con un grupo catequista en el norte del país. Estoy haciendo un proceso para ser misionero. Cuando paso por Lima siempre estoy pendiente de Alianza Lima como consejero de las divisiones inferiores”.

El peruano llegó a Nacional en 1979 y en cuatro años conquistó un título (1981) y al hincha verdiblanco. Aunque también jugó para el América, Pereira y Cúcuta Deportivo, el cariño y la nostalgia es de los hinchas del verde de Antioquia. Cueto solo tiene buenos recuerdos de su paso por Medellín:

“Fue lo máximo para mí llegar a una ciudad como Medellín y a un equipo como Nacional. La ciudad, la gente, todo. Además, a eso toca sumarle que me junté con unos jugadores de primer nivel con los que compartí en el equipo”.

Cueto comienza a dar una lista de jugadores. Los dice casi de memoria. Tiene el recuerdo intacto de esos cuatro años en los que hizo historia en Colombia vistiendo la camiseta de Nacional:

“Lorenzo Carrabs, Víctor Luna, Fabio Calle, Francisco Maturana, Luis Fernando López, Humberto Sierra, Pedro Sarmiento, Norberto Peluffo, Sergio “Bocha” Santín, Guillermo la Rosa, Eduardo Vilarete, Hernán Darío Herrera”.

Y agrega: “Si me quedo nombrándolos a todos no acabo nunca. En verdad jugué con muchos futbolistas de primer nivel”.

Atlético Nacional y Zubeldía

Para César Cueto, fue un honor participar en una época que marcó el fútbol colombiano de la mano de Osvaldo Juan Zubeldía: “Mis mejores recuerdos son con Atlético Nacional. Poder haber estado al lado de tantos jugadores de primer nivel, en un equipo poderoso y dirigido por Zubeldía. Fue increíble”.

¿Qué le dio Zubeldía al fútbol colombiano?

“Es uno de los entrenadores más inteligentes que conocí. Sabía llevar muy bien a cada jugador. Era muy exigente en la parte física, pero también te exigía técnica. En la cancha era severo, pero fuera de ella, en los entrenamientos, se le veía que trabajaba con cariño. Pero además de eso, creo que lo más importante fue que Zubeldía le hizo entender al jugador que el fútbol también es un trabajo como cualquier otro y hay que asumirlo con profesionalismo”.

Y eso se lo transmitió a los jugadores...

"Claro. De esos jugadores de Nacional, muchos después se volvieron entrenadores y eso gracias a las enseñanzas de Zubeldía. Sarmiento, Maturana, Suárez y Peluffo siguieron sus enseñanzas como directores técnicos”.

¿Qué tenía ese Nacional que no tenían los otros equipos?

"Nosotros en Nacional jugábamos siempre al ataque, de local o de visitante. En Colombia, en esa época, se jugaba un fútbol muy físico. Cuando se iba a jugaba fuera de casa, los equipos casi siempre se resguardaban, pero en Nacional cambiamos eso. El Nacional de los años ochenta cambió el fútbol colombiano por eso, porque salíamos siempre al ataque, no importaba dónde jugáramos. Por eso y por lo que dejó Zubeldía al interior del grupo”.

El título de 1981

Nacional consiguió su cuarta estrella en 1981. Cueto recuerda ese equipo:

“Teníamos jugadores muy ofensivos y con buen pie: Guillermo la Rosa y Vilarete jugaban arriba. En la mitad, Hernán Darío Herrera, Pedro Sarmiento, Norberto Peluffo y yo. Teníamos equipo para jugar siempre al ataque. Una época hermosa. Atrás estaban Luis Fernando López, Carlos Maya, Víctor Luna y en el arco Lorenzo Carrabs. Un equipazo”.

¿Qué era lo mejor de esos jugadores?

“Peluffo tenía mucha movilidad para ir y volver. Vilarete era una cosa impresionante con la pelota al piso y también por arriba. Cabeceando era implacable. Guillermo, un gran delantero que conocía muy bien por la Selección de Perú. Un goleador. Sarmiento era un batallador en la mitad de la cancha. Un jugador incansable”, explica.

Pedro Sarmiento recuerda que él tenía la responsabilidad de marcar en un equipo que siempre jugaba de manera ofensiva: “En esa época se marcaba hombre a hombre. Yo tenía que marcar al ‘10’, al ‘6’ y al ‘8’, porque La Rosa, Vilarete, Peluffo y ‘Cucharita’ (el apodo de Cueto al interior del equipo) no marcaban. Cuando se atacaba, ellos tenían la responsabilidad, pero cuando tocaba recuperar me tocaba a mí solo (risas). Pero era un complemento perfecto y ese sacrificio lo hacía feliz”.

En el cuadrangular final, Nacional superó a Tolima, América y Junior. En la última fecha, Nacional venció 1-0 al América. En el primer tiro de esquina del partido, cobrado por César Cueto, Pedro Juan Ibargüen anotó de cabeza el único gol del partido.

César, si tuviera que elegir un jugador de todos los que nombró, ¿cuál sería?

“Todos fueron muy importantes para mí y para el equipo. Si tengo que nombrar a alguien es a Hernán Darío Herrera. Y con letras mayúsculas. Era el bastión del equipo. El jugador desequilibrante. Simplemente espectacular, con una calidad que asombraba a cualquiera. La gente que lo pudo ver tuvo la fortuna de disfrutar con ese fútbol exquisito que mostraba”.

¿Un gol que recuerde con Nacional?

"Disfruté goles, pero me gustaba más dar asistencias. Pero siempre en Colombia me hablan acerca del gol de tiro libre que le marqué al Cali. Estaba tapando Pedro Antonio Zape y con ese gol ganamos como visitantes 0-1. La verdad es el que tengo presente, alguna de esas chispitas que uno dejó”.

Finalmente, César Cueto le deja un mensaje a la hinchada de Atlético Nacional: “Siempre los tendré en mi corazón y los recordaré con mucho cariño. Ojalá sigan alentando como lo hicieron cuando estuve ahí, porque eso también hace grande al equipo”. El ‘Poeta de la Zurda’, el regalo  de cumpleaños de AS Colombia para Atlético Nacional.