Malas noticias para quienes se jubilen en Colombia: el puesto que ocupa el país en el ranking internacional de pensiones

Hasta mayo de 2025, el Sistema General de Pensiones contaba con más de 2.1 millones de pensionados, una cifra importante por la cantidad de personas que ya salieron del sistema laboral y que, además, puso la expectativa para este año de un incremento del 1.2 % en la población de jubilados en el país.

Sin embargo, Colombia no sale bien parada en los rankings internacionales sobre jubilación. El país fue calificado entre los peores del mundo para retirarse, lo que genera preocupación para millones de trabajadores que esperan una pensión digna en el futuro.

Según el Índice Global de Jubilación (Global Retirement Index 2024), elaborado por Natixis Investment Managers, Colombia ocupa el puesto 43 entre 44 países evaluados, superando únicamente a Brasil. El estudio analiza factores como ingresos en la vejez, calidad de vida, salud y bienestar material, y el país obtuvo sus peores resultados precisamente en este último componente.

Un sistema en crisis estructural

De acuerdo con el informe, el desempeño colombiano fue especialmente bajo en bienestar material, donde apenas alcanzó el 11 % del puntaje posible. Esto significa que, aunque muchos ciudadanos logren pensionarse, el monto recibido no alcanza para cubrir adecuadamente sus necesidades básicas ni garantizar una vejez tranquila.

Otros estudios respaldan este diagnóstico. En el Índice Global de Pensiones 2024, elaborado por Mercer y el CFA Institute, Colombia obtuvo 63 puntos sobre 100, un puntaje moderado que lo ubica en una posición media dentro del listado. Si bien este informe es menos severo, coincide en que el sistema necesita transformaciones profundas en sostenibilidad, cobertura y equidad.

El sistema pensional colombiano, vigente desde 1993, se basa en dos regímenes: el público de Colpensiones (Régimen de Prima Media) y el privado de las AFP (Régimen de Ahorro Individual).

Sin embargo, menos de la mitad de la población ocupada cotiza, es decir exactamente el 43 %, lo que limita drásticamente el acceso a una pensión. La alta informalidad laboral también impide que millones de trabajadores cumplan con las semanas necesarias para jubilarse.

A esta situación se suma el tope máximo de pensión, fijado en 25 salarios mínimos, que restringe los beneficios incluso para quienes cotizan durante décadas. En 2024, esa cifra equivale a unos 32,5 millones de pesos mensuales, un valor alcanzable solo para una pequeña minoría.

La reforma pensional y los nuevos retos

El Gobierno aprobó una reforma pensional que aún no está en vigor y que depende de la Corte Constitucional para que comience su efecto. Entre sus cambios más importantes está la creación de las Administradoras del Componente Complementario de Ahorro Individual (ACCAI), que gestionarán los aportes de quienes ganen más de 2,3 salarios mínimos.

Aunque la reforma busca un sistema más equitativo y sostenible, los expertos advierten que los ajustes podrían ser insuficientes si no se enfrenta la informalidad laboral y la mejora en la cobertura. “El reto no es solo financiero, sino de inclusión”, explicó recientemente la economista Olga Lucía Ramírez en entrevista con Portafolio.

En comparación, países como Dinamarca, Países Bajos e Islandia encabezan el ranking global por ofrecer pensiones adecuadas, sostenibles y transparentes. Su éxito radica en una alta participación laboral formal, contribuciones obligatorias y una sólida gobernanza institucional.

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