El Metropolitano: historia del aliado de la Selección Colombia
El estadio Metropolitano festeja 30 años. Colombia clasificó ahí a cuatro Mundiales por lo que se ganó el derecho a ser la casa de la Selección. Esta es su historia.
Tardó casi 20 años en pasar de los planos a los cimientos, en levantarse, en terminarse y en inaugurarse. Cuando se hizo estadio, el 11 de mayo de 1986, el Metropolitano trajo Mundiales debajo del brazo. Es ahí donde la Selección Colombia consiguió las últimas cuatro clasificaciones, tres consecutivas, a las Copas del Mundo de Italia 1990, EE.UU. 1994, Francia 1998 y Brasil 2014.
Los inicios
El estadio Romelio Martínez se quedó chico ante el crecimiento de la ciudad y del Junior. El periodista Andrés Salcedo le explica a AS Colombia que el escenario es una reliquia de una ciudad que ya no existe, de la Barranquilla de los años cuarenta y cincuenta.
“El moderno escenario es no sólo catalogado como el mejor y más moderno de Colombia, sino de Latinoamérica”, recuerda la crónica de la Revista Semana publicada en esa época.
Orgullo de Barranquilla
Uno de los tantos himnos de la capital del Atlántico recoge el sentimiento de sus habitantes por el estadio. El hit carnavalero “Baila en la Calle” de Cuco Valoy lo incluye como uno de las insignias en sus estrofas junto con La 72, el Hotel el Prado y la caseta La Saporrita.
La casa de la selección
Desde 1989 el Metro recibió a la Selección Colombia para jugar las eliminatorias. Fue testigo de grandes generaciones de jugadores como Arnoldo Iguarán, René Higuita, Carlos Valderrama, Freddy Rincón, Faustino Asprilla, Iván René Valenciano, Juan Pablo Ángel, Falcao García, James Rodríguez, Farid Mondragón, entre otros.
Todos coinciden en que el ambiente de Barranquilla es especial. La alegría está en el aire, la festividad del barranquillero arrebatao, el apoyo en las tribunas.
“Por ser una ciudad de inmigrantes, conforma una sociedad en la que predomina el acto de arropar al que llega y en este caso es la Selección, como un invitado de la ciudad. Hay que apoyarlo a muerte y eso es lo que hace la gente de Barranquilla con la Selección. El barranquillero es un andaluz del Caribe y tiene esa alegría tan propia de la gente caribeña que es natural”, agrega Salcedo.
El calor también es un aliado. Jugar a las tres de la tarde resulta difícil para los rivales, como lo confirma el ex defensor de la Selección, Wilson Pérez. “El que llega aquí se ahoga, esto es candela y si tenemos esa ventaja debemos aprovecharla”.
Fiesta tricolor
El compromiso de la ciudad con el equipo nacional se palpa en cada esquina. Se activa el modo tricolor en su máxima expresión.
“Cada vez que hay fútbol, especialmente cuando juega la selección se siente en toda la ciudad. Ahorita que estoy de visita por Chile, no he sentido un ambiente así. En Barranquilla dos semanas antes hay banderas, camisetas, etc. Y la Alcaldía decreta tarde cívica para que la gente pueda ir. Toda la ciudad se involucra”, dice Varela.
Por su parte, narrador Edgar Perea considera que “el barranquillero y el costeño se han caracterizado por ser alegre y extrovertida que le gusta mostrar su alegría en todo lo que le llama la atención. El fútbol es una pasión en Barranquilla, el barranquillero vive el fútbol y lo siente en el alma. Serán esas cualidades las que serán transmitidas a los jugadores de la Selección”.
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Bonus track
De las siete estrellas que tiene el equipo rojiblanco, ha ganado dos en su estadio: 1993 y 2010.
En 1992, el Metropolitano fue sede de los juegos nacionales; en 2001 de la inauguración de la Copa América; en 2006 albergó a la Selección Colombia en los juegos Centroamericanos y del Caribe, y en 2011 recibió el primer partido de la Copa Mundial Sub-20 de la FIFA.