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Nairo y la fuerza del escarabajo

Hay algo que se destaca en Nairo Quintana y que lo hace un mejor ciclista. No son sus piernas, ni su talento, tampoco su cabeza o su disciplina. Que los tiene. Lo del ciclista del Arkéa Samsic es más bien algo de adentro. Nairo es corazón. La fuerza interior que no permite que el cuerpo se rinda y que no deja que el peso que se carga sea un impedimento para seguir. Como los escarabajos.

Nairo salió del Movistar en el 2019 luego de ocho años de triunfos y derrotas. Su destino fue el equipo francés. Procontinental, con algo de historial desde que se llamaba Fortuneo, pero sin muchas expectativas para el colombiano y su carrera deportiva. De entrada no iba a las grandes si no era invitado y se iba a perder muchas carreras del World Tour.

Pero el mismo Nairo cambió el panorama. Es cierto que fueron dos años difíciles. Especialmente el 2021 cuando fue atropellado por un carro en un entrenamiento en Boyacá y fue operado de las rodillas. Ese año de transición sirvió también para que el colombiano asumiera las riendas de su equipo y junto a Emmanuel Hubert, el director deportivo y el técnico Yvon Ledanois, planearan el 2022.

Así fue. Con la participación activa de Nairo, el equipo comenzó trabajos de pretemporada muy temprano. Si hay algo que se puede equiparar al corazón de Nairo es su amor por el trabajo. Conoció a sus compañeros y de inmediato se formó una familia. A pesar de las dificultades, el Arkéa ganó con Nairo dos de las competencias que corrió en el final del invierno y entrada de la primavera. Alpes Marítimos y Provence.

Él mismo diseñó el equipo que lo acompaña en el Tour con Warren Barguil, Hugo Hofstetter, Maxim Bouet, Amaury Capiot, Matis Louvel, Lukasz Owsian y Swift Connor. Un equipo conformado no solo para tener compañía en la montaña sino en el plano, en las etapas de remates cortos, en las de vientos, en las piedras.

Nadie pensaba que un ciclista de 56 kilos y 1.70 iba a ir tan bien en el pavé”. Es cierto, muy pocos creían en que Nairo podía volver a ser el mismo de antes. Lo importante es que él sí lo creyó. Creyó también que podía ser mejor y que ninguno de los terrenos iban a ser esquivos a sus características.

Hoy en día es quinto en la clasificación general del Tour de Francia a solo 15 segundos del podio. En un Tour en el que están Tadej Pogacar, Primoz Roglic, Adam Yates y Geraint Thomas. A los 32 años, su corazón no le permite pasar un día sin luchar, sin darlo todo. No sabemos cómo terminará, pero sí estamos seguros de que intentará ir mejor.

Y es que el gen del escarabajo no se pierde. Se transforma y evoluciona. Nairo es la muestra de esto.