Zidane ya no es un debutante en una situación de emergencia. Los títulos le han ayudado a profundizar en las posibilidades inmensas de la plantilla.
El pasado viernes, Zinedine Zidane dijo tanto en español como en francés que su intención y su deseo era quedarse en el Madrid la temporada que viene.
Una de las más viejas y manidas frases del fútbol es que quien perdona lo paga. Tuvimos una gran muestra de ello en el Sevilla-Barça, en el que el líder estuvo a punto de perder el invicto.
El primer partido tras ganar el Mundial de Sudáfrica lo jugamos en Buenos Aires
El Virus FIFA es un escaparate para redimir malas conciencias y para ratificar jerarquías. En el primer caso se encuentra Bale y en el segundo, Cristiano.
El plan está claro y es buscarle sustitutos a los jóvenes con mucha más experiencia. Y eso obliga a acudir al mercado con la chequera generosa: Lewandowski, Salah...
Asensio y Bale se jugarán un puesto en esta decisiva recta final de temporada. Con el 1-4-4-2 el equipo está más equilibrado.
LA PIZARRA TÁCTICA
Un Madrid de contradicciones
Zidane explicó ayer varias cosas, entre ellas el hecho de que hubiera preferido que le tocase otro club en este cruce. “Por varias razones”, llegó a señalar incluso.
La información de Manu Sainz según la cuál el PSG sólo vendería a Neymar por 400 millones no asustó a Zidane. Ayer fue preguntado por ello en la conferencia de prensa prepartido ante el Eibar.
Zidane celebró la clasificación en el vestuario del Parque de los Príncipes como si hubiera ganado un título. Uno de los abrazos más intenso y sentido fue el que le dio a Lucas Vázquez.
Zasca de los que aparecen de la nada y sorprenden porque el que lo realiza nunca lo había hecho. Zasca que sienta cátedra y deja grogui a los (y a las) que lo reciben en plena cara.
Eligió en París los méritos por encima de otros aspectos. El Madrid se mueve por la Copa de Europa como si fuera su jardín.
Gran partido del Madrid en París, resuelto con una victoria justa, que pudo ser más amplia