BARCELONA - REAL MADRID
Muchos lectores de cierta edad recordarán al inspector Gadget, nombre que traducido al español sería más bien el "inspector Chisme".
Mantener al técnico del Real Madrid en su puesto no debería ser ni noticia porque es un sencillo acto de sentido común.
Karim Benzema y Diego Costa llevan tiempo sin lograr un gol en Liga. Si alguno no consigue marcar esta noche se irá con un suspenso a la cama.
Sea cual sea el resultado del partido, cualquier conclusión sobre el míster será precipitada. Y por consiguiente poco o nada útil.
Saúl se ha convertido en la peor pesadilla para el Madrid. Anoche con Manu Carreño en El Larguero demostró que lleva los colores rojiblancos en su corazón.
Griezmann y Ramos llevan un tiempo mandandose mensajes pero mañana deben dejarse de gaitas y hablar en el campo. Se tienen ganas (sanas y deportivas).
Si algo se puede comparar fielmente fue la mano de los dos entrenadores, Setién y Machín, saliendo ganador y por mucho el cántabro sobre el soriano.
La imagen de Sergio Ramos con la camiseta de Iniesta dedicada redime el lado malo del Clásico, que se resume en unas actitudes violentas y en la polémica arbitral.
Fue un Clásico bronco que se cerró con un broche de oro que le hubiera provocado urticaria a Mourinho: el posado de Ramos con la camiseta de Iniesta.
Bale está cumpliendo con la obligación de ponérselo difícil al técnico cada vez que juega. Si alguien pensaba que el galés se iba a dejar ir, no es el caso.
Llegará el verano y se volverá a hablar de un fichaje estelar para la portería del Madrid, pero Zizou y el vestuario blanco lo tienen muy claro: Keylor.
El Atleti se presenta en el Bernabéu con cuatro puntos más que el Madrid. Mantener la segunda plaza es el objetivo de Simeone.
Ganó 2-0 al Sporting y tiene muy cerca el pase a la semifinal de la Europa League. Gran ambiente en el Wanda con el portugués de invitado especial.