A menudo se oye mal pronunciado el nombre de la ciudad estadounidense donde se pretende jugar el Girona-Barça.
Decimos ‘hispanoguineano’ o ‘hispanovenezolana’, siempre con el hispano por delante y nunca por detrás.
En este caso un mismo verbo sirve para reflejar dos acciones muy distintas. Se puede botar una falta y también un barco.
Unas zonas de España tienden al “laísmo” pero otras lo rechazan. Estos usos “incorrectos” no se deben censurar si se dan en el lenguaje coloquial o familiar.
Los periodistas y la gente dudan si decir que Kiev es la capital “ucrania” o “ucraniana”. La forma más antigua es “ucranio”, y aparece por vez primera en un diccionario de 1855.
Al decir “Final a Cuatro” se incurre en una contradicción en los términos. Esa expresión sería correcta si jugaran cuatro equipos con dos canastas.
El nombre de la ciudad en alemán es München, que se pronuncia “Munjien”. La opción que usan casi todos los periodistas españoles no corresponde a ningún idioma.
La historia de la palabra pasa por un artículo de Ángel Cappa y las críticas de Clemente. En español no debería escribirse este vocablo con la letra ‘k’.