Razones que llevaron a Juan David Pérez a renunciar a Nacional
El dirigente entregó detalles de la situación financiera del club, su gestión y la frustración que le causó no ganar la estrella 17.
Su conferencia de prensa virtual la inició aclarando que no se trataba de una rendición de cuentas. Fue para Juan David Pérez un ejercicio en el que repasó los tres años que duró su ciclo en Atlético Nacional. Además de desvelar los motivos que lo llevaron a renunciar a la presidencia, profundizó en los aciertos, las dificultades y los fallos que lo privaron del éxito deportivo."Duele salir de Nacional. Es un momento triste porque estar acá es un privilegio", expresó el directivo.
En un diálogo que duró más de una hora, el antioqueño contó que esa determinación oficializada el martes en la noche no la tomó de forma apresurada. "La decisión que había tomado el 31 de diciembre, la oficialicé a mi jefe el 8 de enero y la materializamos en los últimos días para empezar a mira la fecha de un posible retiro y definir lo antes posible a mi sucesor", detalló.
Ya la institución reveló que su vínculo finalizará oficialmente el 30 de abril, día en el que pretenden presentar un informe de cierre. Por ahora, se ocupó de aclarar que su salida no se debe a diferencias con la Organización Ardila Lülle (OAL).
"Por frustración no salgo, por sentimientos ante el no logro deportivo no salgo (…) de pronto un poco de cansancio. Fue una decisión de vida y buscaremos dónde podemos ser útiles ahora", soltó Pérez, y agregó: "La vida es de momentos y teníamos unos retos. Hay que saber tomar las decisiones cuando los momentos se dan".
También aseguró que la representante Carolina Ardila no influyó en su renuncia: "No, es una decisión personal, de buscar nuevos retos". Y luego recordó que "este es un equipo que pertenece a una organización empresarial y en las estructuras empresariales-familiares hay diferentes roles que se ejecutan por cada uno de los miembros. Por mi parte, total respeto por la familia".
Por otro lado, el presidente reconoció que en el pasado contempló su salida, pero se mantuvo en la institución por la meta de consolidar "el plan de recuperación económica y llegar al punto de equilibrio", que debía cumplirse en 2020 pero la pandemia interfirió.
Frente a ese tema aseveró que "la ausencia de público representa entre cinco y siete millones de dólares por año de déficit", para luego asegurar que pese a ello "el equipo está encaminado hacia la recuperación económica".
Un camino turbulento y con sueños pendientes
En ese recorrido que hizo, Pérez contó que a su llegada al cargo en febrero de 2018 se percató del "duro proceso administrativo" que se avecinaba por el ambicioso y muy costoso proyecto que había empezado anteriormente con Jorge Almirón.
"En 2019, después de múltiples acciones, logramos que los ingresos pasaron de 58.000 a 94.000 millones de pesos, que representa un incremento del 62,5%. Se empezó a consolidar una estrategia de recuperación financiera", reveló el directivo.
Entre sus apreciaciones en cuanto a lo deportivo concluyó que "no logré estar cerca de ese éxito deportivo", pero valoró algunas conquistas.
"Está el título de la Copa Colombia, que nunca lo olvidaré y lo disfruté como un niño. La Liga nos fue esquiva y las cosas no se dieron. No se escatimó en cuerpos técnicos, llegaron entrenadores con historia y de renombre. Tratamos de construir proyectos coherentes con refuerzos y jugadores de la cantera", manifestó frente al tema.
En esa misma línea, el aún presidente confesó que le quedó pendiente adelantar en Nacional "un modelo de intervención mucho más profundo del tema formativo y obviamente el título, el sueño de la 17".
Sobre su sucesor, simplemente manifestó que "ojalá la organización tome una muy buena decisión y llegue un crack a ponerse la 10. No es fácil liderar este barco". Y le recomendó a la institución crear también la figura de gerente general, para alivianar la carga del presidente.
Otras reflexiones que dejó, a modo de cierre, fueron para la estructura del FPC al indicar que el modelo de gobernanza de la Dimayor "hay que cambiarlo" y opinó que el fútbol colombiano requiere "meter el freno de emergencia y repensarse estratégicamente", con aspectos como la profesionalización del arbitraje.