Las claves del triunfo de Millonarios ante Santa Fe
El juego colectivo, los centrales, el desequilibrio de Zapata y la conexión entre Duque y Pereira fueron los factores de la victoria del equipo de Gamero.
Millonarios venció a Independiente Santa Fe en el primer clásico bogotano del año. El equipo de Alberto Gamero mostró varias cosas positivas ante el de Harold Rivera y además, ya está clasificado a la final del Torneo ESPN que se jugará el próximo domingo en Bogota. Su rival se conocerá después del clásico entre América y Deportivo Cali.
El equipo azul fue efectivo, tuvo asociación y algunas individualidades que lo llevaron al triunfo ante su rival de patio. Gamero comienza a encontrar variantes para desequilibrar y, lo más importante, su equipo es efectivo en el arco contrario luego de crear las opciones de gol.
El juego colectivo
Millonarios fue un equipo ordenado, solidario y colectivo. La asociación de jugadores en el terreno de juego llevó a que se terminara con la victoria. En el primer gol, Mackalister Silva, Ayron del Valle y Hansel Zapata crearon una buena jugada para que este último venciera a Leandro Castellanos. Silva fue uno de los mejores del terreno de juego, por él pasaron todas las jugadas de ataque y tuvo la claridad para hacer que el equipo jugara bien en todas sus líneas. Aunque desperdició varias oportunidades de marcar, el equipo de Gamero comienza a tener una idea colectiva que será muy importante en el año.
Los defensores centrales
Como en el juego ante América, Luciano Ospina y Juan Pablo Vargas ofrecieron seguridad y tranquilidad al arco de Wuilker Faríñez. La zaga fue oportuna en los cierres, anticipaciones, control de pelota cuando llegaba el peligro y despeje de área. Así mismo, Gamero encontró por el sector izquierdo de la defensa con Perlaza, desequilibrio y ataque. Fue el lado que más puso en problemas a Santa Fe.
La conexión entre Duque y Pereira
Los volantes de primera línea John Duque y Carlos Pereira también fueron garantía para Gamero. Tenían claras sus funciones en defensa y ataque. Cuando alguno de ellos tenía la oportunidad de contribuir en labores ofensivas, el otro ofrecía el cubrimiento necesario de la zona y cuando el rival tenía el balón, se juntaban para recuperar el balón.
El desequilibrio de Zapata
El delantero ha mostrado movilidad, apertura de espacios y gol en los primeros partidos del año. Además de mostrar virtudes a nivel individual, también se asocia con el mediocampo y sus compañeros de ataque para crear opciones.