Guimaräes impuso su idea y alcanzó la estrella 14
El DT brasileño llegó de forma sorpresiva a la dirección técnica del América y pese a no conocer el fútbol colombiano, logró que sus dirigidos interpretaran su idea.
Precedido por sus presencias en las Copas del Mundo de Japón y Corea del Sur (2002) y Alemania (2006), dirigiendo a la Selección de Costa Rica, arribó Alexandre Borges Guimaräes (7 de noviembre de 1959) a la dirección técnica del América. en su palmarés como DT, también registraba, tres títulos en la Liga ‘Tica’ (dos con Saprisa y uno con Belén), además de la Copa de Clubes Campeones del Golfo, con Al Wasl F.C. de los Emiratos Árabes. Su última experiencia antes de arribar al conjunto vallecaucano fue con Munbai City de la India.
La mayor aceptación para llegar al comando técnico del América la tenía el exfutbolista argentino de los ‘escarlatas’ Alfredo Berti, quien desistió de la posibilidad, por lo cual, los dirigentes de los ‘rojos’ se apuraron a contratar a Guimaräes, quien debutó el pasado 14 de julio con un triunfo 2-1 sobre Alianza Petrolera, en el Pascual Guerrero.
Resistido desde el comienzo tras expresar un funcionamiento basado en la consistencia defensiva para luego llegar con sorpresa al área rival, Guimaráes desoyó las críticas y siempre insistió que lo importante era que los jugadores creyeran e interpretaran su idea de juego. Por ello, aunque generaban poco riesgo ofensivo, aprendieron a saber ganar por diferencias mínimas y se hicieron fuertes cuando sincronizaron los movimientos en la primera línea del mediocampo.
Guimaräes, afectado por las bajas por lesiones, debió improvisar por momentos a Daniel Quiñones como marcador de punta por izquierda, otras veces posicionó a Juan Pablo Zuluaga como mediocampista de ida y vuelta; supo sortear las inoportunas declaraciones de Neto Volpi, quien desestimó la preparación del entrenador de arqueros Diego Gómez; sufrió en los partidos en los que estuvo ausente Luis Paz, no obstante, se aferró a su ordenamiento de juego: 4-3-2-1 o 4-1-4-1 y en varios partidos, encontró los goles y los triunfos antes que la poesía para conseguirlos.
Sabe controlar las emociones de sus dirigidos y es práctico en la búsqueda de los objetivos. Guimaräes se colgó por momentos del desequilibrio ofensivo de Duván Vergara, quien supo combinar en su ataque por izquierda con Edwin Velasco, cuando el lateral reemplazó a Héctor Quiñones -abandonó el campeonato tras una severa lesión-. Con una escasa nómina, terminó confiándole a Matías Pisano el otro lugar en la zona creativa. Desde la primera línea del mediocampo, le benefició la calidad técnica de Rafael Carrascal, para lograr profundidad, además de los desdobles y la pegada de Carlos Sierra.
En apenas cinco meses en el fútbol colombiano, Guimaräes, sin afanes de protagonismo mediático, revalidó que en el fútbol actual, la practicidad es un fiable camino para lograr los objetivos. El brasileño se inscribió en la historia como el quinto entrenador en lograr un título de Liga con el América y el primer extranjero en alcanzarlo. Consiguió la estrella 14, luego de Gabriel Ochoa Uribe, Francisco Maturana, Luis Augusto García, Jaime de La Pava y Diego Edison Umaña.