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ARGENTINA

Guillermo Celis, entre lesiones y la motivación de su hija

El volante colombiano ha tenido unos difíciles años después de su salida de Junior. Hace una semana sufrió una rotura de ligamento cruzado anterior.

Argentina
Guillermo Celis, volante colombiano
@guillermocm8Twitter

Guillermo Celis se define como "un jugador intenso y técnicamente bien dotado". Y agrega que es "fuerte en los duelos". Aunque se refiere a sus cualidades futbolísticas, esto último aplica no solamente dentro de las canchas, sino en otros planos de su vida, en los que ha tenido que sortear toda clase de pruebas.

Después de una serie de lesiones durante su paso por Portugal y una situación familiar con la salud de su hija Dulce, el volante sincelejano decidió empezar un nuevo capítulo en Argentina, reinventarse y ponerse a punto para lo que venía. Sin embargo, la vida le volvió a hacer una zancadilla justo cuando estaba empezando a sumar minutos en Colón, a recibir la confianza del entrenador Pablo Lavallén, y en el mejor momento deportivo del equipo.

El domingo pasado sufrió la rotura del ligamento cruzado anterior y rotura incompleta del ligamento lateral interno en la pierna izquierda. Una dura lesión que lo alejará del campo de juego al menos por seis meses.

Y una vez más se empezó a levantar inmediatamente. Al siguiente día, con el diagnóstico confirmado, inició la etapa de recuperación que, además de la cirugía y las terapias, involucra un fuerte trabajo mental para el proceso de rehabilitación que le espera.

¿Cómo han sido estos meses en Argentina?

"Ahora contento por el momento que está pasando el club, es un momento histórico para todos y estoy feliz por estar acá, por pertenecer a este grupo, por cómo se han dado las cosas porque al principio fue difícil, costó mucho, no se dieron los resultados. De dos meses para acá las cosas han cambiado y estamos felices todos y disfrutando este momento".

¿Cómo fue cuando se fue Julio Comesaña, el DT que lo trajo?

"Fue duro, no te lo voy a negar, porque él llegó acá con expectativas muy altas, así como llegamos nosotros. Él fue el que dio el ok para que nosotros llegáramos acá. Julio se fue muy rápido y nosotros en un momento pensamos “¿y ahora qué? Quedamos aquí a la deriva, no sabemos qué va a pasar”. En un momento se habló de la salida nuestra del equipo porque nos trajo un entrenador y ahora venía otro. Ha sido un proceso difícil, con el nuevo entrenador (Pablo Lavallén) ha sido irse ganando la confianza de él de a poco, gracias a Dios es una buena persona y eso ha facilitado las cosas. Nos hemos ido ganando el respeto y darnos a conocer. Es normal, él no nos conocía, no nos trajo y es entendible eso. El nivel de Wilson, del equipo, los resultados, las veces que me ha tocado jugar con él las cosas han salido bien, yo creo que eso ha ayudado mucho y estamos en un buen momento todos".

¿Qué le dejó el paso por Portugal?

"Eso fue un sueño cumplido, algo maravilloso. Estoy eternamente agradecido. Primero, el club que me llevó, que fue Benfica y luego Vitoria, que fue el club en el que futbolísticamente despegué, cumplí mi sueño en Europa, estuve casi 50 partidos en ese club y fue algo maravilloso, me trataron muy bien desde que llegué, me hicieron sentir importante, fui capitán del equipo en algunos partidos, lo disfruté mucho mientras estuve. Lastimosamente me tocó poner las cosas en una balanza, tomar una decisión familiar, pensar más en mi familia por una cuestión de mi hija. No fue una decisión fácil porque yo estaba en todos los aspectos cómodo en el club, ya llevaba 2 años y medio de estar ahí, donde la gente me quería y me respetaba. Fue muy difícil salir de esa zona de confort porque estaba contento en el club, cuando me lesioné estuvieron ahí, me apoyaron, me recuperaron muy bien".

¿Por qué decidió venir a Colón?

"Tomé la decisión de venir a Colón, primeramente por mi familia y no me arrepiento, creo que ha valido la pena. Hoy puedo ver un cambio enorme en mi hija, un avance muy grande y eso ha sido lo más importante, poder recuperar y ver ese avance que ha tenido mi niña en este país. Estoy muy agradecido con el club porque ellos estaban al tanto de la situación y quisieron contar conmigo".

Muchas lesiones en Portugal

"La familia es fundamental, yo soy una persona muy familiar. Eso genera en mi mente mucha estabilidad. Yo de pronto en el último tiempo, cuando estaba en Portugal, que me lesioné y me pasaron tantas cosas, tuve 4 lesiones seguidas, primero el menisco, después me tuvieron que operar de urgencias de apendicitis, después me rompí un tobillo, luego me rompí el otro tobillo… fueron cosas que nunca me habían pasado en mi carrera, pero que pasan por la mente porque yo no estaba bien en ese momento, estaba sufriendo por ver la situación que tenía mi hija".

¿Puede contarnos la situación de su hija Dulce?

"Cuando nosotros llegamos a Portugal, ella tenía un año y medio, y a los dos meses de estar en Lisboa, la niña me deja de hablar por completo, deja de comer, de socializar con nosotros sus padres, con todo el mundo y pasa a vivir como en un mundo diferente. Nosotros no sabíamos qué pasaba, yo tenía 22 años y mi esposa también, éramos unos niños, salimos a buscar ayuda y nadie nos decía nada, nos decían que era todo normal por el cambio que había tenido, por dejar su país, pero nosotros sabíamos que algo estaba pasando. Después, cuando llegamos a Guimaraes, nos empezaron a ayudar, ahí comenzamos a visitar neurólogos, le hicieron estudios y todos decían lo mismo, que era normal".

"Cuando fuimos de vacaciones a Colombia, a la niña le diagnosticaron un autismo severo y eso fue un antes y un después en nuestras vidas, nos cambió totalmente también en la manera de pensar y de ver las cosas. Comencé a alimentarme del progreso que yo pudiera ver en mi hija. Cuando te dicen “no sabemos si tu hija va a volver a hablar, no sabemos si va a volver a tener esa relación amena contigo, a repetir lo que tú le decías”... Yo llevaba más de un año sin que mi hija me pudiera dar un beso, yo le pedía un beso y ella ni siquiera me miraba y eso a mí me mató emocionalmente. Yo no estaba bien y lastimosamente me empezó a pasar todo esto (las lesiones) y son temas que el club no tiene la culpa, pero el Vitoria Guimaraes me apoyó muchísimo y me dio la oportunidad de estar acá porque el club no ganó nada por eso, me dejó salir prácticamente gratis para que yo pudiera venir a Colón por el tema de mi niña y no me arrepiento de la decisión que tomé".

¿Cómo ha sido el proceso en Argentina?

"Fue duro y tengo que seguir trabajando porque tengo que solventar todas las cosas, yo estoy muy joven. Fue duro al principio, pero estamos viviendo una etapa muy linda ahora, puedo ver el progreso en mi hija, puedo ver que ella otra vez se acerca a mí, otra vez tomó ese cariño, sabe nuevamente que soy su papá, ya puede mirarme a los ojos nuevamente y eso ha sido maravilloso y le agradezco a Dios por ponerme una hija de esas, por darme esta oportunidad, porque me cambió la vida y me ayudó a ver las cosas totalmente diferentes y es un lindo momento en todos los aspectos".

Les modificó toda la rutina la situación de su hija

"Nos cambió la vida, nosotros ahora, antes de hacer cualquier cosa primero pensamos si le conviene a ella. Ella es el amor de la vida de nosotros. Tenemos otro niño también, pero creo que ella nos cambió la vida y ahora tenemos que hacer planes para ver qué le conviene a ella. Incluso en las vacaciones de junio no fuimos a Colombia, decidimos quedarnos en Argentina para no cambiarle la rutina, que no tuviera que viajar otra vez. Decidimos pasar todo este año de largo para que ella pudiera estar centrada. Ha valido la pena, está tranquila y eso es lo más lindo. Por los hijos uno hace cualquier cosa".

A mitad de año se habló de un posible regreso a Junior ¿Estuvo en consideración eso?

"Sí, fue verdad. Cada seis meses sale en todos lados que voy a regresar, pero en realidad la única vez que ha habido un acercamiento serio con propuesta fue en este mercado que pasó, pero los clubes no se pudieron poner de acuerdo. Yo pertenezco a Vitoria Guimaraes y a Benfica, está dividido 50 y 50, pero Vitoria es quien tiene el poder en estos momentos. No se pudieron poner de acuerdo y por eso no se dieron las cosas, Dios lo quiso así. Sí hubo un acercamiento formal de ellos (Junior). Estoy tranquilo, me quedé acá, estoy entrenando bien, preparándome bien, luchando, disfrutando este momento histórico para este club como lo están haciendo todos mis compañeros y le agradezco a Dios por tenerme en esta posición porque es un club que nunca ha ganado un título".