Freddy Rincón: "Lo importante fue que nunca perdí el hambre”
El AT de Jorge Luis Pinto, habló con AS sobre sus charlas a los futbolistas de Millonarios. Y retrocedió hasta sus épocas como jugador.
![Freddy Rincón se ilusiona con ser el mejor entrenador de Colombia.](https://img.asmedia.epimg.net/resizer/v2/5IN4YQDOVVLXPBRZAB2I6VVLUY.jpg?auth=11e2fa5db00d622520a336b3c877f553be3885f9827ee38b8b673bbc971a2ab7&width=360&height=203&smart=true)
Dejó los juegos en la arena, el sonido del mar, el sol que muchas veces amenaza con lastimar la piel; a sus cercanos y hermanos esperanzados y a su madre, Rufina Valencia, con incredulidad. Al frente estaba la capital, su prueba de vida.
“Mi mamá no quería que yo me fuera para Bogotá, a ella no le gustaba el fútbol, porque en ese entonces se decía que era un deporte para vagos. Ella quería que yo continuara estudiando, luego de terminar el bachillerato.
Sin embargo, les pedí que me dieran la oportunidad durante un año, para comprobar si el fútbol era mi mundo, y se quedaron esperando. Si no hubiera sido futbolista, me hubiera gustado estudiar ingeniería química”, comentó ‘el Coloso del Pacífico’ en charla con AS Colombia.
Se acercaba a sus 20 años de vida cuando Jorge Luis Pinto le orientó su proyecto de vida, luego de hacerlo debutar con Santa Fe y de “quitarle la pereza”, como lo reconocieron ambos. Luego, Rincón se convirtió en el jugador que mejor asimiló los conceptos del DT santandereano.
“La situación económica no me permitió llevar una chaqueta que me protegiera del frío. Recuerdo que mi mamá me consiguió un saco y no llevé mucha cosa en la maleta. Sin embargo, sabía que no podía desaprovechar la oportunidad, porque necesitaba mejorar la situación económica de mi familia y hacerle la casa a mi mamá. Como hijo menor de siete hermanos, quería aportarles y gracias a Dios lo conseguí”.
Luego de más de 30 años, Pinto y Rincón se volvieron a juntar, ahora como compañeros de trabajo, como guías de un Millonarios que avanza en el liderato de la Liga. El bonaverense, con tres Copa Mundo como futbolista y tras un amplio vuelo internacional, inició su etapa como entrenador en Brasil y ejerció como asistente técnico de Vanderlei Luxemburgo en Atlético Mineiro. Por eso, el DT de los ‘albiazules’ le insiste en que les hable constantemente a los jugadores.
La interacción con los jugadores de Millonarios: “Les cuento anécdotas y les dejo las cosas claras. Al jugador hay que hablarle con claridad, porque ellos saben cuándo uno les está hablando con la verdad. Hay que mirarlos a los ojos, porque el fútbol ya no es como antes. A nosotros antes nos engañaban; había muchos técnicos que metían mentiras, pero también me crucé con unos que te decían las verdades en la cara.Yo creía mucho en ellos porque quería crecer. Ahora, quiero ser un gran técnico, no uno más. Para eso me estoy preparando. Tengo que aprovechar esta oportunidad para crecer más”.
El fútbol actual, movido por lo económico: “Con los jugadores tenemos un respeto mutuo y lo importante es transmitirles conocimientos de toda la experiencia que tengo. Por fortuna para nosotros, existieron los tiempos en los que todo era más difícil. Eso nos hizo más personas, nos maduró y nos enseñó a darle más valor a las cosas que uno consiguió con sacrificio”.
Pinto le dio la oportunidad que le habían negado en el fútbol colombiano: “Ya había sido asistente y técnico en Brasil, pero aquí no se había presentado la oportunidad tal vez porque soy muy directo y a la gente aquí como que no le gusta eso”.
Su lugar como asistente técnico: “No podemos olvidar que fuimos jugadores de fútbol, sin pensar que uno es igual al futbolista. Añoro lo que viví y voy más adelante de lo que va a pasar. Lo importante fue que nunca perdí el hambre, hasta el último día que jugué, corrí igual que los pelados. Siempre me sentí orgulloso de lo que hacía”.