Jhonny Ramírez: "Me habían retirado del fútbol"
El mediocampista antioqueño, tras más de un año inactivo, ingresó a la universidad. Hoy, estudia y juega con Cortuluá. El miércoles celebró un ‘hat trick’ en la apertura del Cuadrangular.
Cuando se silenciaron los altavoces de los estadios, se apagaron los reflectores y todos se marcharon; afloraron los mejores recuerdos… el debut con Envigado, los títulos con Chicó y Millonarios, el paso al Junior. También surgió la melancolía, las noches en vela, la incertidumbre de quien siente que jugó su último partido. El pasado miércoles en el Doce de Octubre, Jhonny Ramírez (23 de mayo de 1983), volvió a sentir la vibra de los hinchas, el grito del gol que sale del alma, el orgullo del padre convertido en héroe; volvió a vivir lo que algún día vio terminado.
Jhonny Albeiro Ramírez Lozano, mutó del protagonismo que le concedió su condición futbolística, además de un litigio entre Boyacá Chicó y Millonarios, por los términos de un contrato, a la lucha con más dolores que frutos en el Junior de Barranquilla. “Me tocó sufrir mucho. Siempre luché por ser titular. Competía con Celis, Cuéllar y Narváez, todos de la región. Como ‘el Zurdo’ López no me pidió, se me hizo muy difícil jugar. Luego llegó Comesaña, quien ha sido el técnico más difícil que tuve en mi carrera, no es leal con el jugador. Después, Alexis García, y por último Gamero, con quien estuve cuatro años en Chicó, sin embargo, no hizo fuerza para que yo me quedara”.
“Fui a pedir la oportunidad a Envigado y me dijeron que no, porque la prioridad eran los jóvenes; traté de hablar en Medellín; en Rionegro, Fernando Salazar (mandamás) me dijo que como no había querido ir cuando él me quiso, ya no había oportunidad. También toqué las puertas en Leones. Hubo una posibilidad chiquita de ir a Millonarios, pero realmente, no había nada. Lastimosamente, el fútbol lo olvida a uno, la prensa, los directivos… En el fútbol, uno vive en una burbuja, donde todo lo tiene y cree que nunca se va a acabar, hasta que llegan los momentos difíciles y se pasa a no ganar nada. Es un impacto muy fuerte. Me habían retirado del fútbol”.
En Cortuluá, Ramírez se reencontró con Mayer Candelo, con quien celebró la estrella 14 con Millonarios. Iniciando el presente año, Candelo, Gerardo Bedoya y Alexander Viveros, mediaron para que el mediocampista antioqueño, se convirtiera en jugador del conjunto del Corazón del Valle. “Es un club muy organizado. Estoy feliz. Puede ser que aquí, Mayer y yo, empecemos a dar nuestros primeros pinitos como entrenadores, luego de ayudar para que el equipo regrese a la A. Él (Mayer) ya terminó sus estudios en ATFA y a mí me falta un mes”, planea Ramírez. Mientras tanto, comparte la felicidad de su hijo, quien a través de la televisión, vio a su padre celebrar tres goles en el primer partido del Cuadrangular A del Torneo del Ascenso. “Al día siguiente, los compañeros y los profesores lo felicitaron, y está esperando el balón del ‘hat trick’”, cerró el jugador de Cortuluá.