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IVÁN ARBOLEDA

Cuando Pékerman me escribió creí que era un número 'trucho'

Iván Arboleda relató los detalles de su convocatoria a la Selección, analizó su presente en Banfield y habló sobre el futuro. Entrevista mano a mano con AS.

Buenos Aires
Iván Arboleda habla de su anécdota con José Pékerman en su primer llamado a Selección
Colprensa

La ilusión de Iván Mauricio Arboleda era debutar en el Deportivo Pasto, pero la vida lo llevó a jugar su primer partido como profesional en el fútbol argentino frente a uno de los grandes del continente en un escenario mítico. “El sueño del pibe”, dicen en el país gaucho. En Colombia se supo de él por su convocatoria a la Selección de Mayores entre los 35 preseleccionados al Mundial y ahora apunta más alto.

“La Araña de Tumaco”, como le gusta que lo llamen, compartió una charla exclusiva con AS Colombia en la que habló de sus inicios, su experiencia en el fútbol argentino, su reciente paso por el seleccionado nacional y sus expectativas a futuro.

¿Cómo se da su llegada a Argentina?

"Fue algo muy complicado por el paso por el Deportivo Pasto. Todos sabemos que fue de donde salí, yo siempre soy muy agradecido con ese club. Los egos los dejo aparte, todo lo que pasó ya quedó en el pasado. Hoy doy gracias a Dios de poder estar acá en Banfield".

¿Cómo fue debutar frente a River en el Monumental?

"Fue una locura. Tengo que ser sincero, mi sueño era debutar en el Deportivo Pasto, no pudo ser así. Yo pensaba “debutar en mi departamento sería lindo, que mi familia venga a verme jugar”. Acá, encontrarme con un excelente equipo como River y en una cancha que tiene tanta historia en el fútbol de Sudamérica me dio mucha ansiedad. Es algo que no puedo explicar, pero fue muy hermoso. Yo ya venía trabajando con el equipo profesional un año esperando mi oportunidad y el profesor Vivas me la da contra River ¡qué partidito! (…) Habrán ido unos 20 mil espectadores o más. Cuando salí a hacer la entrada en calor, sentía un vacío en el estómago, no quería ni tomar agua. Después de que pasó el tiempo, me fui soltando y lo pude hacer de mejor manera".

¿Qué le ha dejado trabajar con Julio Falcioni?

"Siempre he dicho que para mí es un honor y un privilegio estar al lado de él. Yo no tuve la dicha de verlo jugar, pero pongo videos y uno se da cuenta de que fue un gato, como le decían en Colombia. Tengo tíos y primos hinchas del América de esa época y dicen que fue lo mejor que tuvo el equipo. Ganar cinco títulos y pelear tres finales de Libertadores no es nada fácil. Hoy al tenerlo como técnico siempre trato de aprovecharlo al máximo, de aprender al lado de él, eso me va a quedar de enseñanza. Trato de exprimir todo lo que él sabe para tenerlo en mi presente".

¿Al compartir posición, le ha puntualizado algo en particular?

"Julio es un técnico muy abierto que trata de enseñarte cosas que él ya vivió. Para mí eso es muy importante, así como para Facu Cambeses y Altamirano (los otros dos porteros de Banfield). Tenemos también a César Velásquez, el entrenador de arqueros, que fue jugador del Junior. Es muy lindo tener a esas dos personas al lado nuestro que nos llevan día a día con enseñanzas y su vivir del fútbol".

¿Quién es su referente?

"Nelson Dida, el brasileño. Desde que empecé a ser arquero empecé a ver videos, a verlo atajar en el Milan. Hoy en día salgo de un partido y voy en el micro viendo videos de él, siempre lo veo y espero algún día conocerlo. Cuando jugó Santa Fe con Gremio en el Campín fuimos a ver el partido con la Selección Sub 17. Lo veía atajando ahí y me moría de la dicha de verlo, de querer ir a saludarlo. Lastimosamente la seguridad no me dejó bajar. Hoy me acuerdo y me da tristeza no haberlo podido abrazar o tener una foto con él".

¿Cómo es Banfield como club? ¿Qué diferencias tiene con respecto a un club colombiano?

"Primero que todo, acá en Argentina se ve mucho la pensión, que está adentro del club. En Colombia es una casa hogar, que es una casa en el centro de la ciudad. Acá vivís alejado de todo. Eso hace que te aferres más a lo que querés. Acá los chicos tienen que estudiar también. Yo llegué a la pensión de Banfield en el 2014, me encontré con una pensión muy linda, compañeros que nunca pensé conocer. Cuando tuve la oportunidad de venir acá, lo pensé mucho. Hablé con mi representante, me nombró equipos como Vélez, Lanús, River, y Banfield por último. Yo no sabía mucho de Banfield, pero preguntando me dijeron que acá jugó James Rodríguez y la rompió y dije: “si él vino acá, por qué yo no”. Así me convencí de venir, fue por él y empezó mi historia acá. Me encontré con muy buena gente, los chicos, los trabajadores, los dirigentes, fue muy lindo".

Hoy en día se cuestiona al fútbol argentino. ¿Qué le destaca usted como Liga?

"Creo que son rumores, para uno que lo vive acá en el día a día, es una liga hermosa que es muy vista a nivel mundial. Acá hay equipos como Boca, River, que están siempre a la vista de todo el mundo. Banfield ha tenido jugadores como James, (Rodrigo) Palacio, que han salido de acá. Por ahí no está catalogado como equipo grande, pero para nosotros como jugadores es muy importante. La liga argentina es muy competitiva a nivel de Sudamérica y a nivel mundial.

Ahora hubo un amistoso de Boca con Barcelona. Si no fuera competitiva, no hubieran invitado a Boca. También acá en Argentina los chicos desde los 12 años ya están en el club. Tienen muchas categorías, escalones que hay en el proceso. En Colombia lastimosamente no lo hay, en Pasto solamente teníamos categoría Sub-17 y Sub-20. Están las escuelas, pero hay que tener más categorías para darle más opciones a los chicos. Hay muchos que no pueden llegar porque no hay ese proceso con las categorías".

¿Qué es lo más importante que aprendió en Argentina?

"Primero, creo que gané confianza, me voy ganando día a día el respeto de mis compañeros. Aprendí a ser persona. Al no estar en mi país, aprendí a darle mucha importancia a todo lo que tengo hoy en día. Aprendí a compartir, a convivir en grupo, acá en Argentina se ve mucho el compañerismo en la pensión y uno se contagia de eso. Hoy soy una persona diferente. Acá hay mucha responsabilidad que desde muy chico hay que aprender a afrontarla".

¿Cómo fue el llamado a la Selección?

"Yo tuve una lesión cuando recién arrancaba la liga, estuve 3 meses fuera de las canchas. Julio me dice “vas a atajar vos”, y me pasa eso. Fue algo muy triste, porque en ese torneo jugué tres partidos apenas. Quería jugar como sea. Jugué la Copa Argentina, así fracturado y empeoró todo. Después llegaron las vacaciones, me fui a la casa aburrido, le decía a mi mamá y a mi abuelita que no quería volver. Mi abuelita me dice “¿estás loco? Una caída no quiere decir que has perdido todo. Vos tenés que ir a Argentina. Acá no te quiero más en el pueblo hay mucha violencia”, y me echó, pero para bien. Volví el 4 de enero. En la pretemporada hablé con el entrenador de arqueros y le dije que quería estar en la Selección y me dijo que hay que trabajar para estar ahí.

En la última fecha venía viajando y escuchaba rumores y no creía. Cuando llego acá al club, escucho por los canales que Arboleda era la novedad en la lista Yo decía que era mentira, con los arqueros que hay en Colombia, David González, Rufay Zapata, Castellanos… era una locura estar en la lista. No creía nada. Almorcé y me senté, y veo un mensaje en el WhatsApp del profe Pékerman. No tenía foto de perfil ni nada, pensé que era un número “trucho”. Me dijo si me podía llamar. Cuando escuché la voz, dije “¡sí es el profe!”. Me puse nervioso, yo solo le decía “sí señor” a todo. Me dijo que estaba en la lista por lo que hacía en Argentina, que me venían siguiendo, que tengo muy buen futuro.

Cuando llego a Cali, me encuentro con todas las cámaras de todos los medios. Yo no creía nada de lo que estaba viviendo en ese momento. En mi casa mi familia estaba contenta. Fui conocido de un momento a otro. Cuando me encuentro en el aeropuerto a David Ospina, Quintero y Fabra, pensé “¡es verdad!”. Ahí empecé a vivir seriamente las cosas. Cuando me dieron la ropa de la Selección fue algo muy hermoso".

¿Qué le dejó el tiempo que estuvo con Pékerman?

"Tuve la curiosidad de preguntarle a las personas que lo conocen, como el profe Julio (Falcioni) cómo era él, me dijeron que es muy buena persona, muy abierto. Tuve la oportunidad de conocerlo, es una gran persona y le agradezco la oportunidad de haber sido parte de la Selección. Me hablaba muy bien, me daba muy buenos consejos, me dijo que era muy chico, que me había visto muy bien en Argentina, que era bienvenido y que cualquier duda que tuviera le podía hablar a él o a su cuerpo técnico que están disponibles a la hora que lo precisara. Me daba mucha pena hablarle al profe. Una vez me animé y le pregunté qué era lo que le gustaba más de los arqueros. Se rió y me dijo “primero que todo, que sean personas. Ya lo otro lo tenés, que es atajar bien”. Me quedo con eso hasta ahora, esa es mi motivación cada vez que estoy bajoneado".

¿A cuál de los arqueros del Mundial le daría el Guante de Oro?

"¡Obviamente al nuestro! No hay duda. Ospina tuvo muy buenas intervenciones cuando fue exigido, respondió muy bien. Fue muy lindo ver a los compañeros. Me hubiera gustado estar, pero fue motivante. Espero algún día volver a estar".

¿Lo ilusiona la fecha FIFA que se viene?

"Humildemente, yo creo que haciendo las cosas bien, todo puede llegar. No sé si el profe siga, él ya me conoce. Si estoy, lo voy a aprovechar. Estar en la Selección no es para todo el mundo, es para privilegiados. Uno desde niño sueña con defender la camiseta de su país. Espero algún día poderla defender, pero esto es paso a paso, primero debo hacer las cosas bien acá en Banfield e ir quemando etapas, y si me toca estar ahora en los amistosos y me toca jugar, lo voy a aprovechar al máximo, de la mejor manera porque siempre quiero que mi país esté arriba, en lo más alto, donde se merece estar".

¿Cómo analiza el presente de los arqueros colombianos?

"Arqueros hay, lo que no hay es confianza. Yo llegué a Argentina y tuve la confianza. Y también el tema de la experiencia. Uno puede tener 20 años y si uno está jugando, gana la experiencia, no viendo. Quien decide es el cuerpo técnico, pero la confianza es fundamental. En Colombia hay buenos arqueros, pero cómo se sabe que lo son si no juegan. Geovanni Banguera tuvo la confianza y la continuidad y demostró estar a la altura del Huila y de la liga colombiana. Chunga siempre ha tenido buenas intervenciones con el Junior. También está Álvaro Montero, que lo conocí acá en San Lorenzo. Hay que tener la confianza y esperar que tengamos la suerte de que nos vaya bien. Hay que confiar en los arqueros colombianos. Acá en Argentina hay más arqueros argentinos que de otras partes, lo mismo tiene que ser en Colombia. Ese es el mensaje, apostarle".

¿Cree que el mercado se está reivindicando con los arqueros?

"Eso siempre tuvo que ser así. Obviamente el 9 tiene cinco opciones, erra tres y hace dos goles y es la figura. Uno como arquero puede ser figura los 90 minutos, tiene una mala jugada, es gol y pasa a ser villano. Ahora veo pases como Courtois que pasó del Chelsea al Real Madrid, y el del Atlético de Bilbao que pasó al Chelsea (Kepa Arriabalaga) en 80 millones de euros, es algo motivante para uno como arquero porque quiere decir que está siendo más valorado. Eso tiene importancia no solo para mí sino para todos los arqueros. Antes los europeos más caros valían 5 millones de dólares. El fútbol nos sorprende cada día más, porque antes en el mercado solamente se hablaba de los delanteros que valían 80, 90 millones, y hoy en día un arquero valió 80. Estamos más valorados".

¿Algo de Colombia que no le puede faltar en Argentina?

"La buena sazón no puede faltar nunca. Mis manos son de chef. También la buena energía y la sal: salsa choke, salsa romántica, la alegría. A Dátolo de vez en cuando lo pongo a bailar, pero le falta".