Leyenda del Inter elogia a Cambiasso y cree en Mancini
Considerado como uno de los jugadores más importantes de la historia del fútbol de Italia, Sandro Mazzola habló sobre la crisis de la Nazionale y recordó con respeto a Iván Ramiro Córdoba.
Una leyenda con todas las letras. Sandro Mazzola lleva en la sangre la clase con la que nacen los futbolistas diferentes y una historia construida con su entrega al fútbol. Hijo de Valentino Mazzola, capitán del gran Torino que dominó el fútbol hasta que el accidente aéreo de Superga puso fin a su vida en 1949, construyó su carrera como uno de los grandes íconos del calcio en el Inter de Milán y en la Selección de Italia. Rápido, de zancada larga y potencia en el remate fue un arma clave de contraataque en la era del catenaccio.
Mazzola tiene 75 años y recibe a Diario AS en el balcón de su apartamento ubicado en Vedano al Lambro (Monza). Además de haber levantado dos Copas de Europa, dos Intercontinentales, una Eurocopa y haber conseguido cuatro ligas italianas como delantero y referente, después de su retiro dedicó parte de su vida a buscar talentos para el Nerazzurri.Hoy recuerda con claridad como hace más de 30 años atrás fichó a Karl-Heinz Rummenigge y temporadas más tarde le dio la bienvenida a Ronaldo. Como subcampeón del Mundo en 1970, sabe bien lo que significa que Italia esté fuera de Rusia 2018.
¿En qué cambió el fútbol italiano de antes al de ahora?
"Cambió cómo se entrenan los jóvenes. Los jóvenes tienen muchas cosas ahora. Cuando yo era joven, solo estaba el fútbol. Cuando no se podía ver fútbol cogíamos hojas de periódico y las convertíamos en una pelota. Para nosotros era lo máximo. Íbamos a ver los jugadores al estadio, pero no teníamos dinero para entrar, entonces engañábamos a los guardias para entrar a ver los partidos".
¿Afecta el nivel del fútbol italiano que fichen tantos extranjeros en la Serie A?
"Es un problema para los italianos, pero los italianos tienen que tener hambre de fútbol. Creo que pocos jóvenes de hoy la tienen y ver a estos puede ser un impulso para que quieran hacer lo mismo, de otra manera no le va a ir bien en el fútbol a Italia".
¿Qué significa ponerse la camiseta de la Nazionalle?
"Las primeras veces tiemblan las piernas. Tomas la camiseta y quieres sentirla. Es una cosa fantástica, no te parece verdad. Mi primer partido fue contra Brasil. ¡Mama mía! No dormí la noche antes del partido. Entramos a la cancha y mientras llegaba el árbitro yo miraba a Pelé. Mis compañeros me dijeron ‘nosotros vinimos a jugar, no a mirarlo a él’, pero ese Brasil era una cosa fantástica".
¿Mancini puede devolverle el espíritu a la Selección de Italia?
"Creo que sí. Me gusta mucho el trabajo de Mancini. Me gustaba como jugador. Cuando yo era el capo del Inter intenté buscarlo para traerlo, pero no lo logré. Él me recordaba cómo jugaba yo… cuando partía con el balón al pie y driblaba uno o dos. Me gusta mucho porque me parece que les da confianza a los jugadores. Los hace jugar, no les impone el problema de la camiseta. Eso es fundamental".
Usted fue dirigido por Helenio Herrera, ¿qué necesita un entrenador para marcar una época?
"El entrenador no solo debe ser un entrenador en la cancha, también lo debe ser fuera de ella. Helenio decía siempre “antes de hacerte jugar con los pies, yo te hago jugar con la cabeza. Debes pensar antes qué vas a hacer después, si no lo hacen los otros”. Una lección de vida increíble".
De los técnicos de la actualidad, ¿le gusta Guardiola?
"Me gusta muchísimo. También lo conocí cuando jugaba. Me gusta porque se mete en la cabeza de los jugadores y les hace hacer lo que él piensa que es justo para ellos".
Usted se dedicó mucho tiempo a buscar jugadores para Inter. En su lista están Rummenigge y Ronaldo entre muchos otros, ¿qué hace a un jugador diferente?
"Ser diferente en la cancha es una cosa. Afuera no debe pensar que es el mejor del mundo, debe pensar que cada partido es un examen que le hacen todos. Debe trabajar la cabeza antes de los partidos, así se forma un gran jugador".
Le pregunto por dos jugadores que usted conoce bien, Esteban Cambiasso e Iván Ramiro Córdoba
"Cambiasso antes que nada es un gran trabajador, quiere lo que hace e intenta transmitirlo a los jugadores. Eso es muy importante. Si todos piensan como piensa el entrenador harán grandes partidos y él es el hombre que puede lograr eso.
Córdoba es un fenómeno. Me acuerdo la primera vez que lo vi jugar, pregunté “¿este es defensor? Pero si lo hace todo”. Tiene personalidad, fuerza. Un jugador fantástico, me gustó de inmediato".
La pregunta que no falta en estos días, ¿cuáles son sus favoritos en el Mundial de Rusia?
"Es difícil dar favoritos. En Sudamérica hay dos o tres equipos fuertes y después, de aquí, me gusta Inglaterra porque no juega como jugaba cuando yo era joven, ahora juega como juegan los latinos. Tienen fuerza y técnica".