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AMÉRICA DE CALI

Arango y cómo Umaña controló crisis en América y fue campeón

Paulo Arango vivió el claro y oscuro con el equipo vallecaucano. Celebró el último título y padeció el descenso. En 2008, como en la actualidad, los jugadores tenían diferencias con el dueño del club.

Arango y cómo Umaña controló crisis en América y fue campeón
AS Colombia

Eufórica la popular, repetía su veneración hacia el equipo de “Umaña y Escobar”. América avanzaba de defensa al ataque con la agilidad de una ardilla. Golpeaban y replegaban. Convirtieron las victorias en rutina. Avanzaron a dos finales en el mismo año. En la primera, siendo amplios favoritos, perdieron por penaltis frente al Chicó. Y en el Finalización, vencieron al Independiente Medellín e iluminaron la decimotercera estrella. Memorable. Más celebrado que angustioso ascenso.

El equipo que se mostraba esplendoroso en las diferentes canchas de Colombia, se sentía lastimado, mal tratado por parte del entonces mandamás del equipo, Juan Miguel Rodríguez. Sin la opulencia que se vive en la actualidad entre los jugadores del América, los de aquella época, superaron las condiciones adversas. Paulo César Arango, una de las figuras del recordado equipo, recordó aquellos momentos, en los que el entonces entrenador, Diego Edison Umaña, arriesgó su permanencia en la dirección técnica, con justificadas desavenencias.

Las adversidades económicas: “Hubo muchos momentos difíciles. Después de ser campeones (Finalización de 2008), permanecimos seis meses sin que nos pagaran; nos mantenían con engaños. Muchas veces, nos resistíamos a concentrarnos previo a los partidos y en una oportunidad, habíamos decidido no ir a jugar a Brasil contra Sao Pablo (Copa Libertadores de 2009), por la falta de salarios. Sin embargo, siempre, terminábamos viajando, concentrándonos y jugando los partidos”.

¿Nunca se le ‘pararon’ al dueño del equipo? “El ‘profe’ Umaña trataba de mantenernos alejados de la parte administrativa, él nos decía que lo dejáramos pelear a él solo con el dueño del equipo (Juan Miguel Rodríguez), que lo peor que le podía pasar era que lo echaran. Umaña siempre procuró que la cabeza de nosotros estuviera concentrada en el fútbol. Recuerdo una vez que no dejó entrar al camerino al dueño del equipo, le cerró la puerta. Todo lo hacía por los jugadores. El ‘profe’ estaba muy molesto, pero cuando nos vio jugar, se tranquilizó, porque nosotros en la cancha lo dábamos todo por él”.

El manejo de grupo de Umaña: “El ‘profe’ procuraba mantener controlados los egos de los jugadores, que nadie se creyera más que el otro; que todos lucháramos por un mismo objetivo. Siempre nos decía que cada jugador tenía que pensar en la familia del otro, que tenía que llevarle de comer a esa familia. Entonces, cada uno buscaba dar lo mejor”.

¿Al ‘Polilla’ le faltó lo que le sobró a Umaña? “No lo sé. Son otros tiempos. No tuve la posibilidad de conocer el manejo de grupo del ‘Polilla’, y el comportamiento con la parte directiva”.

El momento actual del América: “Me gustaría meterme a jugar, porque soy hincha. A cualquier jugador le duele perder, pero falta que alguien se enoje, que putee. Parece que a los jugadores les diera miedo alertar al otro. Algunas veces he visto que lo ha hecho Iván Vélez, Elkin Blanco o Avimiled Rivas. Sin embargo, en un equipo donde un jugador es titular en un partido y luego lo sientan durante tres juegos, no va a mejorar nunca”.

El turno para Jersson González: “Es un gran amigo, gran compañero. Sabe que lo quiero mucho. Estuve entrenando con él en las inferiores del América. Él sabe lo que tiene y para dónde va. Aprendió muchas cosas de Umaña”.

Su actualidad: “Me entreno. Hago pretemporadas con jugadores jóvenes. Tengo la ilusión de volver a jugar. Hubo una oportunidad muy cercana con Orsomarso, pero no se concretó”.

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