K. Ramírez, refuerzo diferente del América: "Doy espectáculo"
El uruguayo dejó una grata impresión en su debut con América ante Millonarios. Criado por sus abuelos, admirador de Cristiano Ronaldo; solo conoció al ‘Polilla’ tras su llegada al rojo.
Es un resorte; se zafa fácilmente de la marca; apoya en defensa, encara y frente a Millonarios, solo lo detuvieron con faltas, todas cerca del área adversaria. Kevin Federick Ramírez Dutra (Rivera, Uruguay, 1 de abril de 1994), recibió una lluvia de elogios el pasado viernes en El Campín, tras la victoria del América 0-1 contra los ‘Embajadores’. Ramírez, fue el jugador más valioso del partido.
Es la primera vez que sale de su país a laborar, y al parecer, no necesitará espera para su adaptación ni para demostrar su técnica individual. El DT del América, Jorge Da Silva, manifestó que a Ramírez aún le falta para lograr su mejor forma deportiva. ‘Polilla’ lo refirió para sumarlo al América. Lo curioso es que el extremo zurdo reconoció a AS que, “a ‘Polilla’ me tocó conocerlo acá en el América. Es la primera vez que comparto con él, antes, me tocó enfrentarlo nada más”.
Su origen: “Nací en Rivera y toda mi vida viví con mis abuelos. Somos una familia muy humilde, luchadora, trabajadora, y siempre me apoyaron en todo. Mi papá sé quién es, pero no conviví con él, y mi madre, siempre lucho por nosotros, trabajó duro por darnos lo mejor, a mí y a mis cuatro hermanos. Le agradezco a ellos, porque siempre me están transmitiendo energía positiva. Mi mamá vivía cerca, pero no convivía con nosotros; y vivir con los abuelos es lo mejor, te llevan el café a la cama, no tenés que hacer nada (risas)”.
Su inicio en el fútbol: “Arranqué a los 6 años a jugar campeonatos de barrio en Rivera, con mi abuelo que falleció hace cerca de 16 años, y luego mi abuelo adoptivo, me continuó apoyando. Llegaba de la escuela y lo primero que hacía era salir a la calle a jugar al fútbol”.
El esfuerzo para llegar y mantenerse: “Me tocó irme solo a Montevideo y allí pasé momentos complicados, que los superé gracias a Dios y al apoyo de mi familia. Tenía 18 años. Llegué a las inferiores de Montevideo Wanderers a la casita de ellos, y desde allí arrancó la lucha para llegar a donde estoy”.
Los tatuajes: “Tengo el nombre de mi hijo, de mi mamá, tengo un león, una corona. Me identifico con el león, por lo guerrero, por la presencia que impone”.
Su mejor posicionamiento en el campo: “Soy zurdo y me gusta jugar con el perfil cambiado, porque me queda para meterme para adentro y pegarle al arco. Admiro a Cristiano Ronaldo. Y en Uruguay, mi mayor referente fue Sergio ‘el Chapita’ Blanco, con quien compartí en Wanderers y lo miraba mucho cuando me tocó jugar de 9”.
Tiene talla internacional: “Capaz que lo dicen por la velocidad, por el uno contra uno, que es fundamental. A veces doy espectáculo, el tema es que cuando uno va sobrado en el marcado y comienza a tirar caños, el rival se va a enojar”.
Gratitud hacia su compatriota: “Le agradezco al ‘Polilla’ por haberme traído, ahora me queda retribuirle en la cancha la confianza que él ha depositado en mí. Vengo a trabajar y a aportar. Este es un fútbol muy competitivo. Va a ser muy linda la experiencia. A ‘Polilla’ me tocó conocerlo acá en el América. Es la primera vez que comparto con él, antes, me tocó enfrentarlo nada más”.