Aquel 27 de julio: Quedan la copa, tres ídolos y una canción
Poco subsiste del Nacional campeón de la Libertadores, que perdió a su presidente Juan Carlos de la Cuesta y al cuerpo técnico más ganador. Nostalgia y algo de incertidumbre acompañan tras un año de la gloria.
Ese Nacional, que cabalgó la fase de grupos, se reinventó sin un 9, catapultó a Marlos Moreno, graduó de ídolo a Armani, rescató un estilo de juego y dio el salto de calidad con los goles de Miguel Borja, ha sufrido múltiples transformaciones tras doce meses de la hazaña.Un ciclo que parecía interminable, de repente se vio interrumpido por la salida de piezas que difícilmente podrán ser reemplazadas, de un dirigente y un cuerpo técnico exitosos.
Así, uno a uno se fue marchando días después de consumar el sueño. De esa nómina que afrontó la copa solo quedan tres ídolos: Franco Armani, Alexis Henríquez, Macnelly Torres. Ellos llenan de luz el camino actual. También permanecen en la nómina Daniel Bocanegra y Diego Arias, a quien en ese torneo debió vivir bajo la sombra de la intocable dupla Mejía-Pérez.
Con él se marchó exfutbolista Gastón Pezzuti, uno de los asesores del club que trabajó fuerte en la logística que desplegó el club para su viaje a Japón para el Mundial de Clubes. De esa salida poco o nada se habló.El argentino simplemente se apartó, y colabora junto a De la Cuesta en el proyecto Once Caldas que abandera Maturana.
A partir de ahí empezó una etapa difícil. De incertidumbre. No hubo nombres rimbombantes como refuerzos. La historia del nuevo cuerpo técnico empezó con la impopular decisión de la institución de no contar con Elkin Blanco, figura en el título 16 de Liga. Con él salieron más de 15 jugadores en un proceso de reestructuración. Además está la novela protagonizada por Mateus Uribe y Andrés Ibargüen, que aún no finaliza.