Neymar vale mucho más
Los parones por selecciones, como los veranos sin citas internacionales, son duros. Para los directores deportivos, que ya perfilan sus futuros equipos, y para la prensa, que debe seguir ofreciendo el contenido veraz, numeroso y entretenido de siempre a sus lectores. Habrá algún pesimista que crea que entre lo que realmente hay y lo que luego se cuenta existe un mundo de diferencia. Pero no crean ni, por favor, infravaloren a los medios. Conozco directores deportivos con una lista de prioridades en su maleta que en su envés acumulan hasta cuatro alternativas más por puesto. Por si la cuantía, la competencia o los fax frenan sus deseados fichajes. Así, veo de lo más normal que los nombres de posibles traspasos lluevan en los diarios. El río suena. La habilidad del lector radica en distinguir el grano de la paja. Un ejemplo: hoy Tuttosport ha desvelado el supuesto acuerdo entre Abramovich y el Barça por Neymar, tasado en 180 millones de euros. Y yo, en este mundo materialista, veo posible todo. Menos el precio.
Quien haya visto el último mes de Neymar en el Barça o su última exhibición con Brasil estará de enhorabuena. Disfrutamos del futuro propietario del Balón de Oro cuando Messi y Cristiano cedan el testigo. Viendo el desprecio a Xavi e Iniesta, por ejemplo, no albergo esperanzas para que genios como Modric le hagan sombra sin marcar goles. Bale y Griezmann, por potencial y números, son los únicos que pueden discutirle una dictadura. En el Barça, el liderazgo de Neymar en el campo ya se ha consolidado. Y Messi está teniendo mucha culpa del traspaso de poderes.
Neymar, Griezmann y Cristiano
Rendido a la evidencia, va dando poco a poco un paso atrás en el dibujo para asistirle e incluso dejarle lanzar faltas y penaltis. Y, ante tanto descaro, ha olvidado el ego (si es que un día lo tuvo) para dejarse llevar por esta ola que dejará títulos en la orilla. Ahí radica la diferencia que permitirá a Neymar reinar por encima de sus competidores y valer oro. Griezmann dependerá demasiado de los complicados títulos colectivos. Y a Cristiano no le veo echándose a un lado para aceptar que el tiempo pasa factura y que el futuro del Madrid está en los pies de Bale.
