Melancólico
Así me pareció el juego de la Selección Sub 20 frente a Venezuela.
Empatamos, gracias a una equivocación del discreto juez uruguayo, que también nos expulsó injustamente a Cuesta. Unas por otras. Pero en el campo mismo de fútbol, lo mejor es dar una calificación de resultadista a “Piscis” Restrepo. Resultadista porque puede perder o ganar, sin ofrecer su grupo fútbol asociado y claro. Y eso que esta vez, por raticos se notaron intenciones de jugar de manera asociada en el medio campo, aunque sin derivar en juego profundo o preocupante para el arquero venezolano.
Restrepo es el responsable de la elección de los jugadores. No pudo hasta hoy, "despertar" a Ramírez, quien entra es a pelear con rivales, a conversar con el árbitro y por supuesto, cansa tanto y se desgasta en eso, que es candidato permanente a la tarjeta amarilla. Julián Quiñones ni siendo inicialista o ingresando para el tramo definitivo del partido, justifica su convocatoria. Gómez, el centrodelantero tampoco ofrece recursos para superar una defensa rival.
Por eso el grupo termina pasándose la pelota entre Ever Valencia, Atuesta, Arroyo, Díaz, Chaverra, Rojano, pero todos ellos sin profundizar juego ni llegando a zonas de remate seguro. Menos mal el ingreso de Hernández, autor del gol de empate, ofreció más alegría por la derecha, puso velocidad e inquietó a los de Dudamel, quienes con un hombre más en el campo, resolvieron quedarse en el medio con muchos volantes, confiando en asegurar el empate.
Conseguir delanteros con gol y que funcionen es tarea ardua y difícil para cualquiera. Ya sin embargo es hora, de dar oportunidad a otros buscando un argumento más sólido. Porque los rivales que vienen, ofrecerán con seguridad más fútbol colectivo y agresivo, hablando ofensivamente. Después de tantos días de estar juntos, creo que los jugadores deben hacer un esfuerzo para mejorar en juego colectivo.
Si encasillamos a esta Selección como resultadista, que busquen un juego práctico, de pelotazo, con intención de explotar la velocidad y si es el caso a empujones llegar al gol. Es una forma de perdonar la escasa cuota de fútbol bien jugado y aceptar que hubo equivocaciones en la convocatoria.
No podemos, por lo visto hasta ahora, un juego fluido, claro, ordenado de este Grupo. Porque seguiremos aferrados a eso de entretenerse con la pelota, sin arriesgar arriba ni ensayar en media distancia. Los pocos tiros libres que tuvieron, ocurrieron a mucha distancia del portero venezolano. Ellos, por su lado con Soteldo, marcaron un golazo de tiro libre y casi cierran el camino hacia el futuro inmediato. Menos mal Hernández no preguntó si fue penalty o no...Lo cobró bien para seguir, no digo soñando, sino esperando un tizonazo de parte del “Piscis”.
Empate melancólico, nada mas.