Caracol Radio
NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Plebiscito

El boxeo peleó con la guerra y ahora da golpes de paz

En el siglo XX Colombia vivió la guerra en todas sus esferas. El boxeo logró acomodarse a la situación y conseguir triunfos a puro corazón.

Actualizado a
Antonio Cervantes Reyes "Kid Pambelé" (San Basilio de Palenque, Bolívar, 23 de diciembre de 1945) exboxeador y entrenador de boxeo colombiano quien fue dos veces campeón mundial del peso welter junior.
Archivo ColprensaArchivo

Sin duda, uno de los deportes que acercó la gloria a Colombia fue el boxeoEn la década del 70 se dio a conocer el mítico Antonio Cervantes ‘Pambelé’, destacado boxeador con un puño fuerte y una izquierda excepcional. Abrió el telón. El 28 de octubre de 1972 se convirtió en el primer campeón mundial de Colombia. El primer gran triunfo para Colombia en su historia deportiva. Una hazaña que merece ser revivida en la memoria una y otra vez.

MIentras Pambelé levantaba los brazos, Colombia luchaba sus propios combates. Misael Pastrana, el presidente de la época, encaraba el narcotráfico, la propuesta de guerra de la guerrilla en los campos y pueblos y los retos polítcos ante un moribundo Frente Nacional.

Dos años antes del triunfo de Pambelé, el 19 de abril de 1970, se fundó el grupo guerrillero M-19, un nuevo actor del conflicto. Lo hecho por Antonio Cervantes fue épico, marcó un camino positivo pese a que en esas épocas las personas discutían de guerra.

A esa década del 70, vital para la guerra en Colombia, se sumaron los triunfos olímpicos de Alfonso Pérez y Clemente Rojas en Múnich 72, donde ambos lograron medalla de bronce.

Luego vino Rodrigo 'Rocky' Valdez, quien el 25 de mayo de 1974 se coronó campeón mundial de peso mediano. El 17 de enero de ese año, se llevó a cabo el robo de la espada de Bolívar por parte del M-19, lo que simbolizó el comienzo de la lucha por parte de esta guerrilla.

Un deporte considerado violento se convirtió en una gesta positiva y de alegría en un país que empezaba a sentir el horror de la guerra. Los puños servían de instrumento para rebelarse al destino de un pueblo que por muchos años sufriría la violencia.

Década del 80

La década de los 80 llegó con nuevos triunfos y más retos. El 9 de agosto de 1985, Miguel ‘Happy’ Lora se coronó campeón mundial de peso gallo, su victoria se dio en una época en la que los enfrentamientos entre M-19 y el EPL cobraban vidas. Un año aterrador por lo que siginificó la toma del Palacio de Justicia, el asesinato del juez que llevaba la investigación de la muerte de Rodrigo Lara Bonilla y la tragedia de Armero.

En 1987 Fidel Bassa ganó el título peso mosca en el mes de febrero. El 17 de diciembre de ese año fue asesinado Guillermo Cano, el 13 de enero resultó herido en atentado el embajador de Colombia en Hungría, Enrique Parejo; y el 4 de febrero fue extraditado Carlos Lehder, cabecilla del Cartel de Medellín.

Pero el más sangriento fue 1988, año en el que Jorge Eliécer Julio logró el bronce en los Juegos Olímpicos de Seúl. El mismo en el que al menos 300 subversivos de FARC atacaron el pueblo de Saiza, en Córdoba. Después de 12 horas de combate, se reportaron 51 muertos.

El boxeo dio golpes de orgullo en medio de la guerraHoy ese panorama es distinto. El 2016 ha sido histórico por lo que acontece en el deporte colombiano, por las medallas de Yuberjen e Ingrit en Río 2016, y porque se está a punto de acabar una guerra de más de 50 años con las FARC.

El periodista Estewil Quesada, especialista en boxeo, analizó lo que representaron los púgiles colombianos que triunfaron en tiempos de guerra:

Pambelé: “Fue pionero y se convirtió en ídolo nacional que respondió con buenos resultados, en cada actuación se confirmaba que como él nadie ha existido en Colombia. Los colombianos se sentían orgullosos por Pambelé, la moda era él y se hablaba en todo lado de él”.

Happy Lora: “Gana su título en Miami, en un centro de distribución de la droga que salía por La Guajira, en la época Happy reinaba como campeón del peso gallo. Se convierte en el cuarto colombiano en ganar un campeonato mundial en plena violencia. Gana el Happy con contundencia y eso coincide en tiempo que los colombianos habitaban con la guerra. Fue un triunfo que hizo sonreír al país en el año de la toma del Palacio de Justicia y lo de Armero”.

Jorge Julio: "Ese sí fue en el pleno apogeo del narcotráfico y de la violencia armada que botó mucha sangre, y gana la medalla de bronce en Seúl con una magnífica pelea que realmente logró impresionar a los amantes de este deporte en el mundo. Esto ayudó a arreglar las heridas y ayuda a salir adelante en momentos de crisis".

Río 2016: “Las medallas en boxeo con Yuberjen e Ingrit entran en un momento en que el país quiere reconciliarse con las FARC, es una voz de aliento en momentos que el deporte da sus mejores triunfos con mucha alegría en medio de este proceso donde se busca la paz y el fin del conflicto armado. Cayó como como anillo al dedo cuando Colombia quiere reconciliación".