Los 5 aspectos que le restaron poder al Nacional de Rueda
AS Colombia analiza algunas de las razones por las que el equipo verde parece haber perdido su toque y no gana con la misma facilidad en las dos competencias que disputa.
No hay alarmas encendidas y mucho menos drama. Atlético Nacional está a pocas horas de chocar contra Huracán en el partido de ida de los octavos de final de la Copa Libertadores, tras convertirse en el mejor equipo de la fase de grupos, y es segundo en la Liga I-2016 con 29 puntos.
Sin embargo, ese elenco que se colgó el rótulo del 'más veces campeón' y que hoy es el gran favorito en la Copa no viene mostrando fútbol bonito y fluido, ya no gana con la misma contundencia que antes y ha dejado dudas en sus últimas presentaciones.
Empezó con su resbalón con Millonarios, pero se repuso después con sendas goleadas sobre Bucaramanga (7-0) y Fortaleza (4-1). Tras esos abrumadores resultados, Nacional no se ha mostrado tan sólido e incluso ha recibido varios goles.
Un 3-3 con Atlético Junior sacudió, después vino el sufrido 0-1 con Sporting Cristal en Lima y un pulso reñidísimo con Envigado que pudo sellar con un triunfo 3-2 con remontada. Y en sus últimas presentaciones, que incluyen la ausencia de gol, igualó 0-0 con Huracán y cayó 2-0 con Cortuluá.
En AS Colombia analizamos los que pueden ser los cinco aspectos que le han restado poder al Nacional de Rueda:
1. Descifraron su juego: "Lo que hicimos como sorpresa ya no es sorpresa", lo dijo Rueda tras igualar sin goles contra Huracán para ilustrar que la estrategia que lo convirtió en el equipo sensación se volvió predecible y los rivales le tomaron la medida. A Nacional le llegó el momento de mostrar que tiene variantes, que su fútbol no pasa solo por Sebastián Pérez, que el contragolpe no es la única fórmula y que sus extremos pueden volver a aparecer con sorpresa. Es el momento de reinventarse.
2. Jugadores irregulares: Hay jugadores talentosos que han perdido protagonismo en el esquema de Rueda y otros a los que les está costando hilar dos o tres juegos buenos. Uno de ellos es Macnelly Torres, que da destellos de calidad en algunos partidos y en otros pasa inadvertido. Lo mismo sucede con Andrés Ibargüen, que pasó de marcar una tripleta en la Liga y de ser figura a hacer un juego discreto frente a Sporting Cristal. En otro escalón está Marlos Moreno, ese juvenil que descrestó con su arranque en la Copa y que se fue diluyendo tras su paso por la Selección Colombia y en medio de tanta exposición mediática, presión por volver a marcar y las ofertas.
3. Nacional depende de Sebastián: El equipo se resiente cuando no está en la cancha o cuando el rival lo desconecta. El propio técnico Eduardo Domínguez tiene claro el peso del volante en el equipo. "Pérez es el que maneja todo el mediocampo", dijo el DT Huracán, que tiene muy claro que si lo anula neutraliza gran parte del juego del su próximo rival. El rol protagónico del paisa llegó a tal punto que él marca el estilo del equipo e influye directamente en el nivel del juego. El propio Rueda ha reconocido que para evitar esa dependencia busca variantes y ha venido trabajando en esa posición de "conector" a Alejandro Guerra, Sherman Cárdenas y Bryan Rovira. Por ahora, el 24 se ve irremplazable y sigue siendo el mejor jugador de Nacional.
4. Henríquez, más que un defensa: La ausencia de Henríquez, que por una tendinitis de rodilla no juega desde el 31 de marzo, la ha sentido el grupo, pues estaba en un gran nivel y es el guía dentro del campo. Su liderazgo es incuestionable. Ningún jugador, por experimentado y talentoso que sea, mueve al equipo como lo hace el samario. Y no solo se trata de ese inicio y salida de juego que tanto le elogió Osorio. Es que desde su zona gesta opciones de gol, ajusta a su antojo a Nacional, mantiene controlado al árbitro y le hace sentir a los rivales sus 1,92 metros de estatura. El equipo lo necesita en las fases decisivas.
5. Hay titulares y suplentes: No es lo mismo Franco Armani que Cristian Bonilla, Farid Díaz que Daniel Londoño y Sebastián Pérez que Bryan Rovira. En Nacional sí hay titulares y suplentes. Y lo peor es que la diferencia se amplió, pues en algunos casos la ausencia de minutos los tiene con bajo nivel, como es el caso de Diego Peralta y Francisco Nájera, entre otros. Quedó claro en la caída 2-0 con Cortuluá que hay jugadores que están un escalón más arriba. Atrás quedaron esos partidos en los que no se sentía la rotación, como sucedió en Manizales cuando con una nómina mixta los verdolagas golearon 3-0 a Once Caldas.