DT de América: "Entre más insulten, menos ganaremos"
El DT del América, aseguró que tiene el respaldo de los dirigentes y que confía “ciegamente” en su equipo, al igual que los jugadores confían en él.
Y durante el partido frente al modesto Bogotá, América estuvo pálido, descoordinado; despreocupado en la contención y sin una pócima de ideas con el balón; cayeron 1-0 y el resultado pudo ser mayor.
Allí en el estadio de Techo, con unas tribunas ataviadas de rojo que alentaban a un equipo vestido de negro, quedó el inconsistente invicto del América –llevaban dos victorias y tres empates-. La caída frente al local, exasperó a los simpatizantes del América, que la emprendieron contra el entrenador Alberto Suárez, quien se encontraba en un palco de la tribuna de preferencia, tras haber sido expulsado en la fecha anterior.
La caída, revivió la cólera de los aficionados de un América que juega su quinto año en el Torneo del Ascenso y que cuenta con una aparente muy buena nómina, pese a la ausencia de imponencia durante los partidos. Previo al choque contra Bogotá, correspondiente a la séptima fecha del Torneo Águila, el director técnico de los rojos, dialogó con AS.com.
“Pero quién crea la impaciencia… es quien no hace el análisis profundamente. Aquí nadie ha dicho que Camilo Ayala estuvo dos meses por fuera, al igual que ‘el Tecla’ Farías y Féiver Mercado; Ayron del Valle estuvo casi tres meses por fuera, Juan Camilo Angulo estuvo 15 días por fuera, al igual que Carlos Ramírez. Hemos tenido un infortunio muy grande con las lesiones. Luego de recuperados físicamente, hay que recuperar el fútbol en ellos, que no se limita a tirarle una pelota a un jugador, se trata de volver a llegar al momento en el que el jugador terminó, y eso implica muchas cosas de orden sicológico, físico, estratégico y técnico, más en un equipo que se volvió a construir. Pero los que lo entienden, por alguna razón no hacen el análisis profundo”.
¿Y usted cómo asume el momento?
“Estamos tranquilos, sabemos dónde vamos a llegar y por qué camino vamos. Hay una gran disposición de los muchachos; todos quieren jugar, aquí no hay problemas de nada. Utilizamos un método participativo, donde todos tienen la posibilidad de hablar y expresar sus inquietudes. Esa es mi forma de trabajar y no la voy a cambiar, por más que griten tres y los otros 5.000 se peguen a gritar tonterías, porque la gente cree que insultando va a hacer ganar al América, entre más insulten menos ganará el equipo, porque les van a meter más angustia a los jugadores y les van a restar libertad. Ojalá fueran a Europa para que vean que nunca insultan a los jugadores, lo más grave es sacar un pañuelo blanco”.
“Si alguien trabaja en América por la gente soy yo; quiero que la gente salga feliz del estadio. La gente va al estadio porque la boleta está en un buen precio y por la ilusión, pero si la gente no tiene paciencia, va a ser muy complicado”.
Los grandes equipos siempre superan la propuesta del rival, ¿aquí hay desobediencia táctica?
“América no es desobediente tácticamente, América está hecho de hombres que se equivocan, que pueden actuar bien un día y otro no. El fútbol es un estado emocional y en ese estado, toman decisiones erradas. Si se bloquea el Real Madrid, por qué no se puede bloquear el América”.
¿Lo inquieta que se diga que los dirigentes están pensando en un cambio en el cuerpo técnico?
“Eso es mentira; los dirigentes me dijeron que tengo el total apoyo de ellos. Ellos ven el trabajo constante nuestro y son participes de la construcción del equipo cada vez que se va a jugar, vienen y ven cómo se entrena para que las tareas se desarrollen durante los partidos. Pero también saben que dentro de la cancha hay seres humanos que se pueden equivocar. El 90 por ciento de los goles que nos han hecho han sido por errores individuales”.
¿A qué se refiere cuando dice que los directivos son participes del equipo que va a jugar?
“Siempre hablo con ellos, les digo cómo voy a jugar, cómo juega el rival. Ellos antes de que el partido empiece, ya saben los roles y tareas que se van a cumplir”.
¿Confía en su nómina?
“Confío ciegamente, en los jóvenes y en los más maduros”.
¿Y siente que ellos confían en usted?
“Sí, porque lo hemos hablado, porque hay un buen ambiente, porque se molestan cuando no juegan y es normal. Aquí hay una excelente convivencia, aquí se vive en armonía”.