Pegar y pegar

Cuando los jugadores deciden demostrar virilidad, gestos de bravucones, se olvidan del fútbol. El primer tiempo del empate sin goles entre el Cali y Boca Juniors, fue decepcionante, triste, porque se supone que los jugadores saben jugar. Decidieron irse por la vía del golpe y en eso el paraguayo Godoy, debutante, calentó el ambiente de entrada y encontró eco en el resto de jugadores. Salió lesionado Lodeiro por una entrada fuerte y el pobre árbitro en un momento no supo qué hacer.

El asunto fue tan claro que el malicioso “Pecoso” Castro, excluyó a Godoy pues era lógico esperar la tarjeta roja. Los de Boca no se quedaron atrás y Tévez en un momento "sacudió" a un rival y Lozano pegó y después se tranquilizó.

Volvimos a un época donde los jugadores y comentaristas decíamos: "antes de los 10 primeros minutos no echan a nadie " y ahí se daba licencia para "ablandar" contrarios.

Si en el pasado el Cali -Boca de los días de Bilardo y Lorenzo, es ingratamente recordado, este no se queda atrás. Pegar y pegar fue el pensamiento primario de quienes olvidaron jugar.

Preciado tuvo un remate en la base del poste. Santos Borré dos opciones claras al final y Tévez y Chávez por Boca también estuvieron cerca. Fueron acciones aisladas y eso que Boca en el último cuarto de hora, mostró destellos de juego asociado. Sambueza y por raticos Roa, intentaron hacer jugar al equipo. Pero todo estaba tapado por la mala intención y la falta aleve.

Qué pesar por la cantidad de público que quiso ver un partido intenso, con entrega y no pudo ocultar la decepción por la cantidad de "guapos" que decidieron pelear antes que jugar. Pelear y pegar.

El juez pitó el final cuando se vio una mano para pena máxima a favor de Boca y solucionó el asunto explicando al capitán visitante “Cata” Díaz que ya había pitado final. Total el 0-0 no fue premio sino castigo. Para los ojos y un mensaje de cómo no se debe jugar.