Chile vs. Colombia: ¿Pékerman volverá al doble 5 en Santiago?
¿El 12 de noviembre en Santiago, Pékerman tomará medidas para corregir los problemas de marca en el medio campo o le seguirá apostando a su nuevo módulo?
En los 13 partidos que Pékerman dirigió en la Eliminatoria pasada, Colombia recibió 9 goles, 6 de ellos en las últimas tres fechas (2 de Uruguay, 3 Chile y 1 de Paraguay).
Eso quiere decir en los 10 partidos anteriores su defensa solamente le marcaron tres anotaciones (1 de Ecuador, 1 de Chile y 1 de Venezuela).
A eso hay que sumarle que la Selección terminó con la valla invicta en 7 encuentros (Perú en Lima y Barranquilla, Uruguay, Paraguay, Bolivia, Argentina y Ecuador).
Conclusión: el operativo defensivo fue un éxito.
En dos semanas hay que visitar el Nacional de Santiago y las alarmas, que quedaron encendidas desde el 13 de octubre, vuelven a activarse ante una de las tantas preocupaciones que quedaron luego de la derrota en el Centenario: el equilibrio en el medio.
"Pensamos en cómo someter a Colombia, cómo hundirlo en su campo, no salir más de su campo", anunció Jorge Sampaoli en entrevista con DirecTV Sports.
Chile, actual campeón de la Copa América, arrancó el camino a Rusia con dos triunfos. Le ganó 2-0 a Brasil en casa y venció 3-4 a Perú en Lima. Marcó seis goles. Hoy por hoy, es el mejor equipo de la región.
¿TODO TIEMPO PASADO FUE MEJOR?
En la primera etapa de Pékerman con Colombia, el doble cinco (dos volantes de marca) le dio resultado. Primero fue Edwin Valencia-Abel Aguilar y después Carlos Sánchez-Aguilar.
A partir de esa figura construyó una estructura defensiva que le dio seguridad y marca. En la Eliminatoria Colombia fue el equipo que menos recibió (13) y en el Mundial solamente le marcaron 4 anotaciones.
El primer gran reto de 'Pékerman, parte II', fue la Copa América, a la que no asistió Abel Aguilar por una lesión de tobillo.
Ahí comenzaron los problemas para el entrenador argentino, no solo por la pérdida de uno de los generales de cinco soles, sino porque nunca pudo tapar el hueco que dejó el hombre del Toulouse.
En Chile jugaron Carlos Sánchez y Edwin Valencia, pero Valencia se lesionó los ligamentos contra Brasil y tocó modificar todo el libreto.
UN ANTES Y UN DESPUÉS
El punto de quiebre de esta historia tiene como escenario el estadio Sausalito de Viña del Mar. El 26 de junio contra Argentina, en el partido de cuartos de Chile 2015, Pékerman solamente jugó con un volante neto de marca (Alexander Mejía). Fue la primera vez que lo hizo.
El agravante de eso es que prefirió poblar la mitad de la cancha con volantes ofensivos (Cuadrado, Ibarbo y James), dejando en el banco a jugadores que le podían haber dado una mano en la labor defensiva, como Pedro Franco.
Ese día Argentina arrolló a Colombia y no ganó en los 90 minutos por las atajadas de David Ospina. El experimento empezaba a fracasar.
Llegó el amistoso del 8 de septiembre contra Perú en Estados Unidos y Pékerman ensayó nuevamente el módulo para seguir llenándose de motivos.
Aquella noche en Nueva Jersey, Sánchez jugó como 'volante tapón', a su derecha apareció el debutante Gustavo Cuéllar -de floja actuación- y en la izquierda se desenvolvió Macnelly para dejar a James por delante en un 1-2-1-2 que luego se transformaba en un 4-3-3.
En el segundo tiempo ingresó Edwin Cardona y ahí quedó ratificada la intención del técnico de pedirle funciones tácticas y defensivas a los volantes de avanzada. El jugador del Monterrey entró como mediocampista por izquierda y el sistema, de mitad de cancha hacia adelante, alternó entre el 3-3 y el 3-1-2.
"Son variantes posibles. A la característica del sistema, hay que agregarle el momento del futbolista. Es un esquema (el 4-3-3) que funcionó bien, me gustó. El sistema lo definiremos cuando veamos cómo llegan los muchachos a la próxima convocatoria", manifestó Pékerman en la rueda de prensa.
EL ROMBO DE LA DISCORDIA
Se abrió el telón de la Eliminatoria y las sospechas se confirmaron en el Metropolitano: el 1-2 (el famoso rombo), era la nueva apuesta de don José. El 8 de octubre contra Perú, Sánchez fue el volante central, a su derecha jugó Guarín, a la izquierda Cardona y en la punta de la figura se movió Juan Guillermo Cuadrado.
Colombia ganó 2-0, pero los interrogantes sobre el nuevo sistema empezaron aparecer sobre la mesa porque Perú estuvo cerca del empate en el segundo tiempo.
Llegó la prueba de fuego en Montevideo, en donde se esperaba a un Pékerman más recatado y a una Colombia más precavida.
Conociendo el escenario, el rival y las estadísticas en contra, se daba por descontada la inclusión de otro volante (Mejía o Cuéllar) para darle una mano a Sánchez, pero el entrenador mandó al campo la misma nómina del partido anterior, con algunos cambios en el posicionamiento de los jugadores (en el PT Cuadrado estuvo por la izquierda y Guarín por la derecha).
El resultado: tres goles en contra, el peor partido en la era Pékerman, la derrota más abultada desde 2008 y una serie de decisiones -como dejar a Cuéllar por fuera de la nómina de suplentes y mandar a Macnelly a cumplir funciones de marca en el segundo tiempo- que alimentaron la confusión.
¿ADIÓS AL ROMBO?
Jugar con un solo volante de marca es la principal crítica que se le ha hecho a Pékerman, desde el punto de vista táctico.
La gran pregunta es si este jueves contra Chile, en Santiago, seguirá insistiendo con su nueva figura o si volverá a sus raíces con el regreso del doble cinco y el candado de seguridad.
Las soluciones se reducen al medio local, pues Daniel Torres y Alexander Mejía son los únicos mediocampistas de la primera convocatoria que pueden ocupar dicha posición.
Pékerman lo sabe: Sampaoli quiere someter a Colombia. Soldado advertido...