Millonarios
Game over: A Lunari se le acabó el crédito en Millonarios
Siete puntos en siete partidos sacaron al argentino de Millos. Con la idolatría desgastada y jugadores sin respuesta, se terminó el crédito con que sobrevivió en 2015.
Sus plazos siempre fueron más cortos. El ídolo bajó del poster en sólo diez partidos. Los primeros que dirigió como técnico de Millonarios en el segundo semestre de 2014 con dos empates, cinco derrotas y tres victorias. Números que lo dejaron sin cuadrangulares semifinales. Una campaña que devoró su condición de ídolo express por los recuerdos ese equipo de 1996 en el que como mediocampista llevó al equipo hasta el subcampeonato.
Para 2015 se fijó más exigencia. Diseñó la pretemporada a su gusto. “No hay excusa. Ya tengo los jugadores que quiero”, advirtió. Con Federico Insúa, Kevin Rendón, David Silva, Nicolás Vikonis, Deiver Machado y Carlos Ramírez como refuerzos para la temporada.
El arranque con victorias del inicio ante Patriotas, Cortuluá y Cúcuta le dio aire hasta la sexta fecha cuando sumó su primera derrota ante Tolima en Ibagué. La siguiente goleada 5-1 ante el Cali agotó los mimos entre los hinchas. Arrancó entonces otra liga para él. Un torneo de 15 fechas con una estricta matricula condicional de la que salió ileso.
Más piloto de tormentas que ídolo pidió que lo juzgaran con el calendario al día pues sólo hasta la recta final completó todos los partidos. Puso más marca en el medio, rescató a Rafael Robayo y pagó con puntos los plazos que le impusieron.
“Habíamos traicionado nuestro estilo. Perder contra Cali nos asustó. El 5-1 fue duro para nosotros y cuando salíamos a jugar de visitantes tratábamos de defender, pero este equipo está pensado para ser ofensivo, así que eso hicimos en los últimos partidos y nos ha ido bien”, recordó mientras le dictaban una nueva fecha límite.
Sacó resultados en los juegos definitivos: 0-0 con Nacional en Bogotá, 3-1 al DIM en El Campín y victoria por el mismo marcador ante Santa Fe al que eliminó en la última fecha. Con el cupo en los cuartos de final del torneo alzó la voz. “Agradezco a los que me apoyaron, a los demás no me importa”.
Envigado fue el primer rival en los playoffs. Goleó 4-0 de local. Dicho en otras palabras, se adelantó a los plazos y aseguró la semifinal en la que se encontró con el Deportivo Cali. Coraje y amor propio le bastaron a Millonarios para superar a los verdiblancos. Un empate en Palmaseca era el camino a la final. Sin embargo, Cali emparejó la serie y le ganó en penales.
“Estoy muy bien y feliz con mi equipo. Jugaron un gran segundo tiempo y de no ser por esa falta de puntería en penales, hubiéramos estado cantando la clasificación a la final”, explicó.
Los directivos celebraron su campaña aunque le renovaron por seis meses más. El crédito por esa semifinal apenas si le duró. Un gol en el último minuto que le costó la derrota ante La Equidad por la octava fecha, lo dejó sin respaldo.
“Vamos a ver durante la semana, pero todo llega a un momento y a un límite. Uno trabaja, le pone paciencia, entiende que los jugadores pueden tener errores puntuales en un partido o en otro, pero esto nos está dejando muy por fuera de la pelea. Si revisamos las jugadas: córner a favor nuestro, rechazo y nos agarran mal parados. Lo trabajamos hasta el cansancio y eso es lo que duele, que se repita”, se desahogó.
La autocrítica de Fabián Vargas no lo ayudó. “Los responsables somos nosotros y una hinchada como la que tiene Millonarios no se merece que le estemos dando estos resultados”, dijo.
Un año después de su llegada, con la idolatría desgastada, recibió la noticia de su salida del equipo. El juego terminó para Ricardo Lunari.