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Clásico en El Campín

Millos vs. Nacional: Recuerdos y pronósticos desde el camerino

¿Lunari está feliz en Millonarios?, ¿por qué Osorio no pudo brillar en Bogotá?, ¿cómo ha cambiado la rivalidad? Una periodista con experiencia responde.

Millos vs. Nacional: Recuerdos y pronósticos desde el camerino

Periodismo para principiantes: el reportero no es el protagonista de la noticia. Las fuentes, sus historias, sus voces sí. Ahora bien, la experiencia cuenta y modela excepciones. Claudia Helena Hernández es una de ellas. En 1985 debutó cubriendo el camerino norte El Campín y nunca se fue. Más que figura, es voz autorizada.

El Millonarios vs. Nacional de este domingo impulsa una revisión del archivo. Ahí están las fotos que han perdido color, pero sellan recuerdos.

Domingo 23 de junio de 1996. Vestuario de Millonarios. Ricardo Lunari recibe de manos de Claudia una pelota de fútbol dorada. El argentino había sido elegido como el mejor de la cancha y se llevaba a casa un “Balón de Oro” cortesía de Antena 2. Minutos antes había anotado un golazo de media volea con el que el equipo dirigido por Miguel Augusto Prince selló un 2-0 ante Nacional. Higuita era el portero rival.

Lunari, John Mario Ramírez, Osman López, Marcio Cruz, Édison Domínguez, Luis García, Óscar Cortés… todos pasaron por los micrófonos de Claudia. También Juan Carlos Osorio, quien debutó como DT en Colombia en el equipo azul, así como el plantel campeón de 2012. 30 años de reportería forjan criterio y dejan decenas de anécdotas.

Usted dio la primicia de la llegada de Lunari a Millonarios en 1996, ¿Qué es lo que más recuerda del argentino como jugador?

Desafortunadamente, los jugadores colombianos querían hacerle ‘la judía’ porque era extranjero, porque llegaba a mitad de campeonato. No le querían prestar la pelota, pero el empezó a hacer bien las cosas, a hacer goles. La afición lo acogió y ahí los demás empezaron a acercársele. Él tuvo ganarse a la afición y luego a los compañeros.

¿Quién era la llave de Lunari en Millonarios?

En la cancha, Jhon Mario (Ramírez) quien hacía la segunda. Después se acercó a un jugador que se llama Pablo Abdala, que inicialmente venía a acompañarlo y después resultó contratado. Era su amigo, pero en el juego su llave era John Mario.

¿Cree que Lunari refleja en sus planteamientos como técnico lo que era en la cancha?

Aún no llega al ideal que él quiere.

¿Qué le falta?

Que el equipo se concentre más. Hay algunos jugadores que no han rendido lo que esperaba. Yo sé que él se la jugó diciendo que este era su equipo, pero la verdad es que la lista de los jugadores que él pidió fue una y la que terminó aceptando es otra. Tal vez ese fue su error. La otra opción era irse porque a él le dijeron “usted pidió a fulanito, pero lo que hay esto” y él con tal de que le trajeran, aceptó. Ese es su pecado.

Teniendo en cuenta eso y que muchas veces su falta de experiencia le ha pasado factura, ¿cree que el argentino está feliz en Millonarios?

Está feliz porque está en el equipo que quiere, pero todavía no lo está con los resultados. Ahora, yo creo en lo que él decía: que entrando a las finales el equipo se le puede soltar y terminar mucho mejor.

Entonces, si hace un buen papel en las finales, ¿se queda para el próximo semestre?

No puedo asegurarlo porque sé que por dentro la cosa está como dividida. Hay gente que quiere dejarlo si va bien, pero hay otros que ya están buscando técnico.

¿Estuvo en ese partido de Libertadores del 89, en el que dicen nació la rivalidad entre ambos equipos? ¿Qué le marcó de ese día?

El previo. Siempre se dijo que habían amenazado a los árbitros en Bogotá, que incluso los habían secuestrado un rato. Todo el previo fue bastante complicado. La gente, las barras… fueron horas bastante críticas. El partido también fue tenso, pero resultó bueno futbolísticamente.

¿Cómo ha evolucionado ese sentimiento a través de los años?

Ha aflojado. Incluso lo hablábamos con Lunari en estos días. Le decía que yo sentía que el grupo ya no toma el partido como hace años. Anteriormente era una “guerra” pensar en el partido, pero –como decía Lunari- ya en la cancha a pesar de que eran fuertes, eran leales. Hoy en día no hay la misma identificación de los jugadores con la institución.

¿Cuál fue el mejor Millonarios vs. Nacional que vio?

El de la época de Vanemerak, ‘Pájaro’ Juárez… el del 87.

¿Por qué?

Era un muy buen Millonarios y esos partidos los jugaban a muerte. Ellos podían perder el resto de juegos, pero contra Nacional era aparte… como se preparaban, como lo jugaban, dejaban en la cancha hasta la última gota de sudor. La entrega para ese partido era total y yo creo que muchas veces preferían perder un clásico que contra Nacional.

Usted también conoce bien a Juan Carlos Osorio, ¿por qué un DT que ha demostrado ser ganador no pudo asentarse en Millonarios?

Desafortunadamente para Juan Carlos Osorio pasaron varias cosas en ese momento. Venía por primera vez a Colombia a dirigir, dirigía por primera vez en propiedad –porque en Inglaterra era asistente técnico-, venía con otra filosofía, con otras formas de trabajar que él pensaba adaptar, pero acá no estábamos preparados para todo eso. Además, en esa época Chiqui García, no quería que triunfara porque él siempre aspiró a quedarse, entonces le hizo la vida imposible y lo sacó corriendo

Y dijo que era un recreacionista…

Sí, él lo dijo. A Chiqui le parecía que era de recreacionista todas esas cosas nuevas que trajo Osorio. Él, por ejemplo, fue el primero que implementó en Colombia lo de la piscina de hielo, previo a los partidos y después. Como Chiqui nunca hizo eso, decía que eran bobadas. Entonces, al que le asusta lo nuevo, pues no le gusta y desde un comienzo lo fustigó. Creo que para Osorio eso fue muy duro y prefirió irse antes que pelear con el dueño del equipo.

¿Cuál es su pronóstico para el partido de este domingo?

Estoy como tranquila y pienso que Millonarios va a sacar el partido adelante. El equipo viene mejorando. En el partido contra Envigado Lunari jugó con un 3 en primera línea y solo Insúa creando. Va a salir igual frente a Nacional, de acuerdo a la nómina que hay. Eso va a fortalecer la zona de volantes.

Un marcador…

2-1.