Exclusivo AS Colombia
Caso Flabio Torres: "Futbolistas callan porque los borran"
El jugador Peter Domínguez habló sobre los sobornos a él y a sus excompañeros por parte del técnico del Once Caldas y dice que no teme a la supuesta demanda del entrenador.
“Te va a tocar duro, tenés que hablar con tu empresario, que él sabe cómo es la vuelta con el técnico, de lo contrario, él no pone a jugar ni a Messi; nosotros lo conocemos desde el Pasto”, le advirtieron un par de compañeros a Peter Domínguez, poco después de que el jugador inició sus prácticas con el Once Caldas (Finalización de 2014). Según el mediocampista, desde ese instante, el técnico Flabio Torres, le estaba haciendo saber que no lo pondría a jugar. Luego, según relata, todo fue una pesadilla, así se lo contó a AS Colombia.
Domínguez afirma que el técnico Torres le instauró una demanda por calumnia de la cual no ha recibido notificación y dio más detalles del supuesto abuso de autoridad que ejercieron sobre él en el equipo de Manizales.
El jugador de Buenaventura de 24 años de edad (28 de octubre del 90), dio a conocer los comentarios que se hicieron en el camerino sobre los sobornos que les habían impuesto a sus compañeros y la vez que su representante increpó a un integrante del Once Caldas, que insistía en conocer a dónde se había destinado el dinero producto del préstamo del futbolista.
“Le doy gracias a Dios que soy de buena familia. Esta es la profesión que yo escogí, pero si quisiera estaría en España, Estados Unidos o en otro país, si no es en el fútbol me dedico a otra cosa. Lo que pasa es que los jugadores no hablan porque creen que si lo hacen, los van a borrar del fútbol. Tengo que seguir confiando en Dios, y les pido a los diferentes clubes de Colombia que no juzguen a un jugador sin antes conocerlo”, dijo Domínguez, en la sala de su casa, en un sector residencial en el sur de Cali.
Las verdades del camerino: “En ese camerino se escucharon demasiadas cosas de él (Torres), todos hablaban, decían: '¿cuándo será que ese ‘man’ va a dejar ese vicio?, tiene el signo pesos en la frente’, otro decía, ‘ese ‘man’ se me quedó con la mitad de lo que pagaron por mí compra’. Cuando los ponían a jugar no decían nada, pero cuando los sentaban volvían a hablar, y ahora que los reunieron fueron capaces de decir que ninguno ha pagado. Creo que lo del reloj y lo de los 4 millones, es una ‘cortina de humo’ para que no se conociera la cifra real”.
‘Amor a primera vista’: “Desde el primer día, Flabio Torres me dijo, -no me importa el contrato que usted haya firmado aquí, si no me gusta se va para la puta mierda-, y en una práctica, choqué con uno de la Sub-20 y él me gritó, -vamos a ver si cuando te toque con los grandes, les vas a pegar-, y yo le respondí –pues si usted cree que yo no he jugado esto, colóqueme con los que son-.
Ataque frontal: “Cuando me cansé de tanto abuso, paré a Fernando Zapata (directivo del Caldas) y él me dijo, ‘es que lo suyo pasa porque el negocio no se hizo conmigo, ni con Felipe Paniagua (directivo de las divisiones menores), ni con el profesor Flabio. Vaya y hable con su empresario’, le di la mano y le dije gracias. Luego, Flabio me dijo las mismas palabras; fue cuando le dije a Paniagua, delante de varios periodistas, que yo no le iba a dar mi plata, entonces, me mandaron a un tribunal disciplinario”.
Hubiera pagado: “Me gustó lo que dijo ‘el Tigre’ Castillo en días pasados (entrevista de AS Colombia), porque si es para que uno se promocione, quién no paga. Si ellos me hubieran pedido personalmente, iniciando la temporada, yo habría pagado”.
Su representante no pasó la comisión: “El día que iban a rescindir el contrato, hubo una reunión entre el dueño del club, don Jaime Pineda, ‘el negro’ Fernando, Paniagua y mi representante. Fernando le insistía a mi representante (Federico Arboleda): ‘vos te cogiste la plata de Peter Domínguez…’ hasta que Federico se quitó el reloj, lo empujó y le dijo, ‘sí, vos sos un simple camionero’ y le aclaró que la plata me la consignaron a mí”.
Se ensañaron contra el jugador: “Con las prácticas, Torres le dijo al preparador físico que me pusiera en forma, que yo era el volante que él necesitaba. Me puso en un juego contra el Quindío, y frente al Tolima, pateé un balón y me lesioné en el aductor. Ellos dicen que llegué lesionado, pero la realidad fue que a mí no me hicieron unos exámenes de la boca y resulta que tenía una cordal mal ubicada. Cuando me la sacaron, nunca me volví a lesionar”.
“Me empezaron a hacer la guerra, me tiraron encima a algunos periodistas, y llamaron a mi representante a decirle que me iban a rescindir el contrato, supuestamente, porque yo mantenía lesionado, sin embargo, en esa reunión, Flabio dijo que me necesitaba, y luego me decía que no me metía a jugar para evitar que me lesionara. Fui el jugador del Caldas que más hacia trabajos físicos, me querían aburrir, y ahora dicen que soy perezoso. Lo que me hicieron en el Caldas fue maldad, y ahora me quieren ensuciar la imagen”.
¿Qué ha hecho Peter Domínguez en el fútbol?
Es de tez negra y aproximados 1,80 de estatura. Debutó con América en el 2009, siendo dirigido por Diego Umaña. Con los rojos estuvo poco, porque unos agentes, tras una práctica en Cascajal, lo llevaron al Westerlo de Bélgica. “Me trataron como un grande, vivía con un peruano en una casa hogar de tres niveles, con baños en todas las habitaciones, había cancha de fútbol, de todo. Cuando terminó la temporada, no volví y después Jaime ‘el Tanque’ Ruiz (jugador colombiano del equipo) me dijo que mis representantes habían pedido mucho dinero por mi préstamo”, recordó Domínguez.
Y luego de que fallara lo de Bélgica, Peter había decido dejar el fútbol, sin embargo, después jugó con el Monagas de Venezuela, el Atlético Huila y el Spartak Jürmala de Letonia, donde fue protagonista de otro guion de cine.
“El dueño del equipo letón me quería enviar a un club de Polonia, pero un agente amigo (Jorge García) tenía una oferta, entonces lo puse a hablar con el dueño del equipo de donde yo estaba, que es un ruso y quien pensó que el señor García me estaba sonsacando. El ruso le dijo que le daba tres horas para que se fuera del país, de lo contrario lo mataba. Desde ese momento, el ruso se envenenó conmigo y me advirtieron que me fuera sin cobrar, para evitar que me mataran. De hecho, un día antes de irme, se me metieron al apartamento y me robaron, por fortuna, tenía conmigo el pasaporte”, reveló el jugador.
Se llama Peter Samy Domínguez Valencia, porque “mi abuelo se llamaba Pedro”, comentó.