Juan Cruz

Estamos tan acostumbrados a que el Barça sea el Barça 2.0 de Guardiola (o el Barça 2.6 de Xavi y Puyol) que no nos acostumbramos a este equipo...

Si el Barça sigue así la única posibilidad de espectáculo es la que depara Messi. El equipo se activa cuando él toca el balón, dribla y avanza.

Luis Enrique abrazó a Pep Guardiola no sólo como se abrazan dos buenos amigos, sino como dos amigos buenos. Por su juego los conoceréis. Pero Messi oscurece el tiempo. Brilla él solo. Qué futbolista.