Economía Naranja: qué es y por qué se acabaría en el gobierno de Gustavo Petro

La Economía Naranja es definida por el gobierno saliente como un modelo de desarrollo en el que la diversidad cultural y la creatividad son pilares de transformación social y económica del país, desde las regiones. Este modelo cuenta con herramientas de desarrollo cultural, social y económico. Se fundamenta en la creación, producción y distribución de bienes y servicios culturales y creativos, que se pueden proteger por los derechos de propiedad intelectual.

El objetivo de este modelo económico es propiciar las condiciones para generar empleo digno en el sector cultural, apoyar la materialización de nuevas ideas creativas y productos innovadores, fortalecer los saberes ancestrales, las prácticas del patrimonio cultural y la transmisión de conocimientos tradicionales.

El pasado 19 de julio el gobierno Duque reportó que durante los cuatro años de su gestión se invertieron 1,4 billones de pesos para la economía naranja. En esa ocasión señalaron que dejaban listas las “recomendaciones para que el gobierno entrante siga impulsando y desarrollando la economía naranja”.

¿Por qué se acabaría en el gobierno de Gustavo Petro?

“La economía naranja es un concepto que durante cuatro años tratamos de entender y aún no entendemos”. Con esta frase Daniel Rojas, miembro que lideró el comité de empalme de Gustavo Petro, anunció que esta política, una de las banderas del Gobierno del presidente Iván Duque, no continuará. La Economía Naranja es una de las 13 políticas públicas que el gobierno entrante no tendrá en cuenta durante los próximos cuatro años.

El equipo de empalme de Gustavo Petro explicó también que “la priorización de políticas públicas se hizo según su impacto y su alineación con las prioridades del Gobierno entrante”. Para el equipo del presidente electo, esta política aún es ambigua y difícil de entender, razón por la cual no irá más en el próximo Gobierno, tal y como se conoce.

Impactos de la Economía Naranja en el gobierno Duque

Tras la puesta en marcha de esta política, el Dane diseñó una cuenta satélite para medir el aporte del sector de las industrias creativas en la economía, que en 2021 representó 2,61% del producto interno bruto (PIB), es decir un poco más de $27,75 billones.

Esta participación se ha mantenido relativamente constante en los últimos años: 3% del PIB en 2019 ($28,78 para ese año), y en 2020, año de la pandemia, logró 2,64% ($23,90 billones).

El sector de las artes y patrimonio aportó $7,6 billones, el 27,7% del valor agregado. En ellas se contabilizan las artes visuales, artes escénicas, patrimonio, actividades manufactureras de la economía naranja, y turismo cultural, entre otras actividades. Mientras que en las industrias culturales se tiene, por otro lado, a los segmentos de editorial, fonográfica, audiovisual, y agencias de noticias y otros servicios de información. Estas actividades aportaron $5,82 billones en 2021 a la economía.

De acuerdo con el ministerio de Cultura, este Gobierno movilizó recursos por más de $24 billones para el sector, con el fin de fortalecer las industrias culturales y creativas en el país. Entre los avances que destaca la cartera está la creación de las Áreas de Desarrollo Naranja, espacios al interior de las ciudades y municipios en donde convergen actividades culturales y creativas con un enfoque de impulso económico. El país cuenta con 95 áreas en 50 municipios.

En cuanto a la oferta de empleos en el país, según las estadísticas oficiales, el número de ocupados de cultura y economía naranja (600.918) presentó un crecimiento de 11,3% en 2021. Esto, por el aumento de la población ocupada en las tres áreas: industrias culturales (17,0%), artes y patrimonio (12,5%) y creaciones funcionales (8,2%).

Por otro lado, se registró en 2021 una oferta de 503.096 puestos de trabajo, un crecimiento de 20,2% con respecto al 2020. Artes y patrimonio ofertaron 228.829 plazas y las creaciones funcionales 205.883.